Lo que no se ha contado de la batalla interna entre Garamendi y Sánchez Llibre en la CEOE
El pulso que ha decidido plantearle el presidente de la patronal catalana Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, a Antonio Garamendi, de la nacional CEOE, en las elecciones del próximo miércoles 23 tiene poco que ver con la falta de pluralidad interna y la falta de diálogo con las territoriales, como insiste estos días de campaña la candidata impulsada por el ex diputado de CiU, Virginia Guinda, vicepresidenta de Foment, que también ha puesto encima de la mesa una supuesta falta de transparencia en el sueldo y en las dietas de Garamendi.
La batalla que ha planteado Sánchez Llibre, que ha llegado a proponer a cinco empresarios antes que a Guinda presentarse a las elecciones contra Garamendi, sin suerte, tiene que ver con el poder interno en la patronal, que poco a poco le ha ido quitando el vasco al catalán.
«Sánchez Llibre ha trabajado mucho con una consultora que tiene Vicente Martínez Pujalte, ex diputado del PP en el Congreso y ahora asesor de Foment del Treball. En esta consultora han trabajado para empresas y hacían lobby para esas compañías para influir en las leyes que se tomaban en el Congreso gracias a las buenas relaciones con los diputados», explica una fuente interna.
«Pero a Sánchez Llibre se le ha dicho que desde la CEOE eso no se permitía, y que las determinadas enmiendas o reinvindicaciones que se hacían sobre determinadas leyes que se están tramitando o negociando se hacen pensando en la CEOE y en todas las empresas, no sólo en una concreta compañía», explican. «La CEOE no proponía enmiendas concretas para empresas concretas. Es el mensaje que se le trasladó y eso ha restado poder a Sánchez Llibre claramente», subrayan.
Relaciones con las Cortes
Además, el departamento de relaciones con el Parlamento de la patronal es otro punto de fricción. «Sánchez Llibre es el responsable de las relaciones de la CEOE con las Cortes. Al margen de que es poco probable que continúe siéndolo tras las elecciones si gana Garamendi, la realidad es que poco a poco el presidente le ha ido quitando fuerza a ese departamento. Empezó teniendo tres o cuatro personas a su cargo y ahora tiene una y apenas se cuenta con él», explican fuentes internas.
«Además, el fichaje de Fátima Báñez, aunque tiene otras funciones, pues también ha sido una manera de quitarle poder a Sánchez Llibre en materia de relaciones con los partidos políticos», insiste esta fuente. Báñez fue ministra de Trabajo con el PP y ha sido clave en la negociación de CEOE con el Gobierno de la reforma laboral aprobada con la firma de la patronal en diciembre pasado.
La suerte está echada. Las probabilidades de que Guinda dé la sorpresa son escasas -el viernes estuvo en la Asamblea de la CEOE explicando su programa y había dos personas-, pero Sánchez Llibre busca un voto de castigo a Garamendi. El vasco señaló hace unos días que «todo estaba claro» en las elecciones -la mayoría de las organizaciones le han dado públicamente su apoyo-. Lo que ocurra al día siguiente de las votaciones es la única duda: ¿seguirá siendo Sánchez Libre vicepresidente de CEOE o le apartará Garamendi? ¿Seguirá como responsable de las relaciones con los partidos políticos de CEOE?
«La primera probablemente sí, porque no sería bueno para la patronal que Cataluña esté apartada. Es una organización muy grande y no es bueno para la CEOE que Foment esté fuera», señala una fuente interna. «A la segunda lo más seguro es que no», vaticina otra fuente.
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