EL SINDICATO ACAIP CRITICA LAS MALAS FORMAS DE LA GENERALITAT

Lo que la cárcel Modelo esconde: los funcionarios se enteraron de su cierre «por los medios»

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Los últimos reclusos de la cárcel Modelo de Barcelona en su última noche antes de ser trasladados a otros centros penitenciarios. Foto: EFE

Iba a cumplir 113 años, pero se cerraron sus puertas antes de que soplase una vela más. La cárcel de la Modelo de Barcelona ya es historia, aunque sus muros siguen ocupando casi dos manzanas del distrito del Eixample. A pesar de las promesas, la Ciudad Condal no se ha despedido del inmueble: permanecerá en la calle de Entença al menos hasta el 26 de noviembre, día en que termina la exposición que se celebrará en la cárcel de la Modelo para dar a conocer la historia de la prisión.

Quienes sí se han despedido son sus presos y funcionarios, que han sido reubicados en diferentes cárceles de la capital catalana. Nadie se ha quedado sin trabajo, tal y como prometió el Departamento de Justicia de la Generalitat de Cataluña. Sin embargo las formas no han sido las mejores.

Aunque era un secreto a voces y el acuerdo entre el Ayuntamiento y la Generalitat se estaba cocinando desde hacía meses -e incluso años-, la noticia les cayó a los empleados como un jarro de agua fría, según denuncia la Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias (ACAIP), que encabezaba la lista de los sindicatos que representaban a los funcionarios de la Modelo, representando a aproximadamente el 25%.

Los funcionarios se enteraron de rebote: a través de los medios de comunicación. «Me enteré de que cerraban la Modelo por las noticias», cuenta a OKDIARIO una interina de vigilancia que trabajó durante más de dos años en la Modelo. La trabajadora prefiere mantenerse en el anonimato y que no salga a la luz su nombre verdadero por miedo a perder su puesto actual, por lo que hoy la refugiaremos bajo el nombre de María.

«Tras varias manifestaciones, nos enteramos por la televisión de que cerraban este año. Fue una forma de minar la moral de los funcionarios porque no nos dijeron nada. Habían tomado esta decisión y lo comunicaron a través de los medios de comunicación»; denuncia Javier I., que llevaba trabajando más de 25 años como funcionario de interior en la Modelo. Después, se lo confirmaron por correo electrónico: «ni te llaman por teléfono. Realmente, después de tantos años te sientes decepcionado de que te traten como un número».

«No se nos informó de nuestro próximo destino»

Sabían que se tenían que ir, pero no sabían a dónde. «A mí me notificaron a qué centro me iba un día antes de finalizar mi contrato», asegura María.

«Faltaba menos de un mes para el cierre y no sabíamos todavía nuestro destino. Después de tantos años, uno piensa que va a ir a un centro de sustitución en la Zona Franca. A pesar de múltiples manifestaciones e incluso un encierro, la decisión era inamovible. Todos los sectores afectados, internos, jueces, abogados, familias, Mossos, etc., han estado en contra del cierre», apunta Javier.

La Zona Franca de la que habla Javier es el territorio donde se iba a trasladar el nuevo centro que sustituiría a la Modelo. «Tal como establece el documento acordado, el Ayuntamiento cederá la propiedad de dos solares en la Zona Franca para que el Departamento de Justicia de la Generalitat se haga cargo de la construcción de dos nuevos centros penitenciarios, uno de régimen abierto y otro de régimen ordinario. Estos dos nuevos centros permitirán el traslado del centro de preventivos de la Modelo y el de régimen abierto de la Trinitat Vella», explicaba el 10 de enero -día en que se firmó el acuerdo- el Departamento de Justicia en una nota de prensa. Sin embargo, ese punto del convenio se fue disipando a medida que pasaban los meses: la Modelo se cerraba en junio y las instalaciones del nuevo centro terminarían en 2025.

Tanto es así que los funcionarios fueron reubicados a otras cárceles de la ciudad. Algunos han dejado de pasear por las calles de Barcelona y tienen que desplazarse a más de 40 kilómetros de la ciudad: los empleados han sido trasladados a las prisiones de Brians 1 y Brians 2, a cerca de 40 kilómetros; a las cárceles de Cuatro Caminos y de Joves. Otros, fuera de la provincia: a Mas d’Enric, en Tarragona.

Por los desplazamientos, se les va a pagar un plus de compensación de 282 euros, aunque en el sindicato lo califican como «una vergüenza».

«Quedan 90 interinos por recolocar»

Francesc López, coordinador de ACAIP en Cataluña, denuncia que la Generalitat miente y critica las formas que han tenido con los trabajadores. «Aún quedan 90 interinos por recolocar» en otras cárceles, indica.

Además, López sostiene que los centros penitenciarios de Barcelona van a masificarse y esto va a traer graves consecuencias para los funcionarios. «La masificación de los centros provocará más agresiones», explica Francesc.

Tampoco confían en la construcción de la nueva cárcel en la Zona Franca y son pesimistas con el regreso a Barcelona: «no creo que volvamos a trabajar allí», dice.

Y por ello, han puesto en marcha un proceso legal que está en trámite y una vez corrijan una serie de matices, impulsarán de nuevo la denuncia a las instituciones.

Un cierre «político»

Desahucio exprés, traumático y triste son los adjetivos que se les ocurren a los funcionarios cuando les preguntamos por el cierre de la prisión que hace menos de dos semanas era su casa.

Todos coinciden en que hay un trasfondo político en este cierre: “La Generalitat ha utilizado la cárcel de la Modelo a modo de pañuelo de usar y tirar. Cuando estaba masificada y había seis internos por celda con 2.100 presos en el año 2004, la mantuvieron», denuncia Javier I. «Justo cuando más vacía estaba la Modelo, y pudiendo aguantar dos o tres años más, la cierran. Es una decisión política con afán de recaudar votos», añade.

«No hay ningún argumento de servicio para cerrar la Modelo. Es un cierre político y si lo demoraban, les podía salir mal. Se han visto obligados a correr, a cerrar a cualquier precio y a asumir riesgos que de no ser por una cuestión política no asumirían», insiste el coordinador de ACAIP en Cataluña.

El Departamento de Justicia niega falta de comunicación

Desde el Departamento de Justicia de la Generalitat de Cataluña niegan que no se haya informado bien a los trabajadores. «Se han publicado un total de 15 monográficos con información sobre el proceso relativo al personal de la Modelo, entre el 13 de febrero y el 23 de mayo. También se hicieron una decena de actos públicos de toma de posesión de las plazas, en función de baremaciones también públicas», explica Carme López, del Departamento de Comunicación.

Sin embargo, ACAIP denuncia que el Ayuntamiento no les recibe y que la Generalitat sigue diciendo que el cierre no ha traído problemas.

Después de 13 días del cierre de la Modelo, aún siguen quedando incógnitas por resolver.

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