Una isla griega será el primer lugar del Mediterráneo abastecido sólo por renovables

Tilos
Isla griega de Tilos.

La pequeña isla griega de Tilos es un paraje natural de gran valor ecológico, destino para multitud de aves migratorias y hogar de medio millar de habitantes que reciben su suministro de electricidad mediante un cable submarino. Todo esto va a cambiar tras un ambicioso proyecto financiado por la UE y que va a convertir este lugar en el primero del Mediterráneo que se abastezca exclusivamente con energía renovable.

Además, el mencionado plan aborda uno de los grandes problemas de este tipo de energía: ¿Cómo evitar que se pierda la electricidad en los picos de generación, así como, la forma de almacenar eficientemente y barata para poder afrontar los picos de consumo?

Parte del problema se solventa mediante una batería de sodio, alimentada por los generadores eólicos y las placas fotovoltaicas que serán las encargadas de almacenar la producción. La otra pata del proyecto se asienta en conocer y optimizar el consumo eléctrico de los hogares para planificar el nivel de carga que será necesario en cada momento.

El caso de Tilos es apenas un prototipo, uno de esos experimentos que pretenden demostrar que el autoabastecimiento con energías renovables es viable a pequeña escala. Y que proporciona respuestas útiles para trasladarlo a modelos mucho mayores y más complejos. Este tipo de electricidad está a punto de dar un salto en eficiencia que abaratará su coste. Su madurez cambiará nuestras sociedades, dicen con rotundidad los expertos.

Prueba de ello es que en un reciente informe de la Agencia Internacional de la Energía Renovable se afirmaba que los costes de producción de energía con estas tecnologías podrían reducirse radicalmente. Un 59% en el caso de la fotovoltaica, un 43% en la termosolar, un 35% en la eólica marítima y un 26% en la eólica terrestre.

Además, los costes de inversión para estas tecnologías son cada vez menores y la capacidad de producción crece. Por si todo esto fuera poco, las empresas renovables siguen peleando por crear sistemas más baratos y eficientes con los que adelantarse a la competencia y ganar cuota de mercado. Todo ello es lo que daría como resultado ese escenario en el año 2025 en el que la antigua energía será casi un recuerdo.

Es decir, que en una década, la energía verde habrá dejado de ser una opción de futuro para convertirse en el abastecimiento eléctrico más barato del presente. Y eso tendrá sus consecuencias en toda la sociedad. Una electricidad renovable mucho más barata supondrá también un incentivo en su desarrollo y adopción.

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