hasta octubre

La deuda de las empresas crece en 50.000 millones desde marzo y augura miles de quiebras

Sánchez
Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, en el Congreso.
Carlos Ribagorda

Cada vez más datos auguran una temporada negra para las empresas españolas en los próximos meses y, en consecuencia, para el empleo. De acuerdo con los datos hasta octubre del Banco de España las compañías no financieras han aumentado su endeudamiento en casi 50.000 millones de euros durante la pandemia, desde principios de marzo, lo que añade más incertidumbre a su futuro y da más argumentos a quiénes advierten de una avalancha de quiebras y cierres en los próximos meses.

En concreto, las empresas no financieras acumulan una deuda a cierre de octubre de 934.759 millones de euros, 47.293 millones más que a cierre de febrero. Se trata del segundo mes consecutivo que se incrementa esta deuda, después de que arrancara una tendencia a la baja a partir de mayo por el inicio del fin de las restricciones del estado de alarma en España.

El endeudamiento de las empresas se disparó en los meses de marzo, abril y mayo, como consecuencia del cierre estricto de los negocios incluido en el decreto de estado de alarma aprobado por el Gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias el 14 de marzo. A partir de ahí, el endeudamiento empezó a caer hasta de nuevo girar al alza en septiembre.

Las empresas no financieras acumulan una deuda a cierre de octubre de 934.759 millones de euros, 47.293 millones más que a cierre de febrero: se trata del segundo mes que se incrementa

El sobre endeudamiento de las empresas no financieras es una auténtica bomba de relojería que puede estallar en los próximos meses y derivar en cierres masivos y miles de despidos. Porque, además, el cóctel es mortal para las compañías: de acuerdo con la Central de Balances Integrada del Banco de España del tercer trimestre del año, publicado también este martes, la mitad de las empresas españolas está en pérdidas, algo que no sucedía desde 2002.

Los ingresos de las empresas españolas han descendido un 71% en los nueve primeros meses del año respecto al mismo periodo de 2019, según el Banco de España. Una cifra que las compañías han sorteado poniendo en marcha los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE). Sin embargo, aunque el Gobierno ha prorrogado estas ayudas hasta el 31 de enero, los expertos auguran una avalancha de conversión de ERTE en despidos definitivos ante la imposibilidad de las empresas de aguantar más tiempo el recorte en los ingresos por las restricciones y la falta de actividad económica.

Una actividad económica que todos los organismos esperan que sea peor de lo esperado en 2021. El último en hacer pública su previsión, este mismo martes, ha sido la OCDE, que ha reducido al 5% el rebote de la economía española en 2021, en línea con otros expertos nacionales como el Colegio de Economistas y la asociación de asesores fiscales o Funcas.

Los efectos de las ayudas del ICO

El endeudamiento de las compañías es la consecuencia, según han denunciado las organizaciones empresariales y de autónomos, de las ayudas programadas por Sánchez, centradas principalmente en avalar préstamos a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO) y en retrasar algunos pagos de tributos.

Las asociaciones han criticado durante meses que el Gobierno no apoyara a las empresas con ayudas directas, con condonación de impuestos, para evitar que las deudas simplemente se aplazaran. El Gobierno ha prorrogado los ERTE y la devolución de los préstamos avalados por el ICO hasta los ocho años, pero los rebrotes de la pandemia tras el verano han castigado de nuevo a la facturación de las pequeñas y medianas empresas y a los autónomos.

Para final de año, el Banco de España teme que, en el peor de los escenarios posibles -una mayor incidencia económica del coronavirus- un 19% de las empresas sean insolventes

De acuerdo con el Banco de España el porcentaje de empresas con una elevada presión financiera ha crecido en 27 puntos en 2020, hasta situarse en el 40%. Para final de año, el supervisor teme que, en el peor de los escenarios posibles -una mayor incidencia económica del coronavirus- un 19% de las empresas sean insolventes. Un verdadero golpe mortal para el tejido empresarial español, con unos efectos demoledores en la economía: aumento del paro, reducción del consumo, reducción de los ingresos del Estado… y aumento de los gastos en prestaciones por desempleo.

El Gobierno de Pedro Sánchez también ha ampliado hasta el 14 de marzo de 2021 la moratoria concursal, que permite a las empresas seguir su actividad y no verse obligadas a presentar la liquidación. De esta forma, se retrasa lo que para muchas empresas es inevitable por la falta de ingresos.

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