La industria electrointensiva española paga un 142% más por su energía que la de Francia
El precio de la electricidad para la industria electrointensiva en España alcanzó los 62,37 euros por megavatio hora


La industria electrointensiva española paga un 142% más cara su factura eléctrica que sus homólogos de Francia, según figura en el barómetro que elabora la Asociación de Empresas con Gran Consumo de Energía (AEGE). Si se compara con Alemania, este sector debe abonar un 37% más por su energía. Tal y como adelantó OKDIARIO, las empresas de este sector se quejan por «la pérdida de competitividad en Europa señalada en el Informe de Draghi», que se «agudiza en España».
De esta forma, a finales de marzo, el precio de la electricidad para la industria electrointensiva en España alcanzó los 62,37 euros por megavatio hora (MWh), superando en 2,4 veces los 25,72 euros/MWh de Francia y en 1,4 veces los 45,63 euros/MWh de Alemania.
En Francia, la gran industria adquiere el 62% de su electricidad mediante contratos más competitivos vinculados a la tarifa ARENH, con un precio de 42 euros/MWh, lo que reduce significativamente sus costes energéticos. Sin embargo, la situación que sufren las empresas del sector que operan en España es muy diferente, algo que les acaba pasando factura.
Problema de la industria electrointensiva
Por su parte, la patronal de estas compañías ha señalado que los consumidores electrointensivos en España deben asumir costes adicionales por los servicios de ajuste del sistema, que no se aplican en Francia ni en Alemania, lo que incrementa la diferencia en más de 13 euros/MWh.
Por otro lado, la asociación ha destacado que las compensaciones por CO2 indirecto en Alemania son considerablemente mayores que las otorgadas a la industria española, pues están limitadas por restricciones presupuestarias.
En concreto, AEGE ha estimado que en Alemania las industrias electrointensivas acceden a compensaciones por encima de las de España por un total de 26 euros/MWh superiores.
Sector manufacturero
Viendo el contexto anterior, no es de extrañar que el sector manufacturero español viva una contracción desde hace ya dos meses. Así, el Índice de Gestores de Compras (PMI, por sus siglas en inglés) que elabora S&P Global ha caído a 49,5 puntos desde los 49,7 del mes anterior, registrando su peor lectura desde principios de 2024.
Este indicativo muestra que, en general, todo el sector secundario español se encuentra en una posición de contracción de su actividad. A medio y largo plazo, un PMI por debajo de 50 puntos puede acabar influyendo en variables más relevantes como el propio Producto Interior Bruto (PIB) de un país.
En el caso de la electrointensiva, el alto coste de la factura eléctrica ha sido una de las reivindicaciones más presentes en los últimos años, especialmente tras haber comenzado la gran escalada inflacionaria que ha azotado a todos los ámbitos de la economía española.
Las empresas que necesitan mucha energía para mantener su actividad sufren de forma especial todas estas circunstancias, pues cualquier aumento en el precio de la electricidad acaba por afectarles con mucha más intensidad que a otros sectores.
El problema se mantiene y la asociación que representa al sector ya ha pedido que se tomen medidas. Sin embargo, el Ejecutivo rechaza, por ejemplo, el mantenimiento de la energía nuclear y tiene previsto el cierre de todas las centrales a partir del 2027, comenzando por la instalación eléctrica que más produce de España: la central extremeña de Almaraz.
Si los planes del Gobierno de Sánchez siguen adelante, el precio de la energía continuará resintiéndose con fuerza, como han advertido ya importantes estudios como uno elaborado por la consultora PwC y personalidades como el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán.