Hernández de Cos respalda una pausa el jueves en la política de subida de tipos de interés del BCE
El Banco de España apoya una pausa en las subidas de tipos de interés del BCE
Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España, respalda una pausa en la política de subidas de tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE), que se reúne este jueves para decidir el sesgo de la estrategia monetaria. Según los medios consultados por OKDIARIO, de Cos opina que la intensa subida de la rentabilidad de los bonos a largo plazo ya refleja con claridad los efectos del rigor monetario aplicado desde el segundo semestre de 2022 -un periodo en el que los tipos han pasado del 0% al 4,5%- y que lo prudente sería tomarse un respiro hasta comprobar los efectos de tal endurecimiento sobre la economía.
Aunque el señor de Cos no vota en la próxima reunión del jueves, debido al turno rotatorio legalmente establecido para adoptar las decisiones sobre la política monetaria -tampoco lo hizo en mayo pasado-, es uno de los muchos gobernadores de los bancos centrales de los países miembros que son favorables a establecer una pausa a la espera de las nuevas previsiones del BCE sobre la evolución de la economía, y en particular de la inflación, que se conocerán en diciembre, cuando se celebra la última reunión del banco central de 2023.
Entre los que sí votan en esta ocasión están el banco de Italia -que se ha manifestado en repetidas ocasiones en favor de congelar de momento las subidas- así como el de Francia -cuyos responsables son de la misma opinión-. En general, los medios consultados creen que el sentimiento mayoritario dentro del cuerpo de gobernadores que decide sobre el próximo movimiento del precio del dinero este jueves es favorable a la pausa. Y de hecho, la propia presidenta del BCE, Christine Lagarde, ya manifestó en septiembre que la institución estaba dispuesta en octubre a «esperar y ver» hasta conocer los nuevas estimaciones sobre la coyuntura en diciembre.
También vota el Bundesbank alemán, y éste ha sido tradicionalmente proclive a seguir «con las subidas de tipos de interés hasta completar la tarea de encarrilar la inflación europea hasta el objetivo del 2%», pero quizá tenga en cuenta en esta ocasión, el próximo jueves, la fragilidad de la economía germana, que está prácticamente estancada y tirando a la baja del crecimiento de la zona euro, dado el peso específico que tiene en el conjunto de la Unión.
Los avales con los que argumenta su postura el señor Hernández de Cos para que el BCE haga una pausa en los tipos está la evidencia de la tasa de interés del bono del Tesoro americano a diez años (T-Bond), que ha superado el 5%, por primera vez desde julio del año 2007. A la vez, el tipo de interés fijo de las hipotecas a 30 años en EEUU ha rebasado el 8% por primera vez desde 2000. En sintonía con esta evolución, el bono español al mismo plazo ha superado el 4%, y en Europa la rentabilidad de la deuda pública está subiendo de manera generalizada, encareciendo la financiación de los Tesoros públicos y trasladando de hecho el rigor monetario al ahorro, el consumo y la inversión.
Hay varias razones que explican la subida de los tipos de interés del bono de largo plazo. La primera es que la Fed ha dejado claro desde este verano que el precio del dinero seguirá en niveles altos durante mucho tiempo, lo que aleja la expectativa que alimentaba parte del mercado de una pronta bajada de tipos. La segunda es que la inflación ha repuntado un poco y con el petróleo por encima de 90 dólares y subiendo, se desvanece un poco la idea de un rápido recorte del IPC. Estas son las consecuencias imprevistas de la guerra entre Israel y Hamás, añaden las fuentes citadas.
La tercera razón es que las políticas fiscales de los estados son muy expansivas, y que siendo 2024 año electoral en EEUU no es previsible que el gasto público vaya a menos, por lo que será inevitable emitir más bonos. La cuarta es que con China y Japón vendiendo sus bonos americanos, no se ve quién va a comprar esos bonos si no es la propia Fed, y el banco central ya ha dicho que no lo hará, luego el Tesoro tendrá que pagar más tipo de interés. Ésta esta es la misma realidad que se vive en Europa.
La consecuencia de este encadenamiento de sucesos es que los mercados, al subir los tipos de interés a largo plazo, están ayudando a la Reserva Federal americana y al propio BCE a no tener que seguir incrementando, por el momento, los tipos de intervención a corto plazo.