De Guindos ve margen para subir los salarios pero «no sería bueno» reducir la jornada laboral por ley
El vicepresidente del BEI recuerda que no todas las empresas y sectores pueden aumentar los sueldos por igual y apela a incrementar la productividad.
Luis de Guindos, vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), ha afirmado este lunes que hay margen para subir los salarios en España «porque se ha perdido mucha capacidad adquisitiva», pero para reducir la jornada laboral, sería mejor que interviniesen «los interlocutores sociales» para explicar «la situación de cada una de las empresas».
De Guindos ha advertido de que no todas las empresas y sectores pueden incrementar los sueldos que pagan a sus empleados hacerlo por igual, según ha asegurado el vicepresidente del BCE en declaraciones esta mañana a RNE y recogidas por EP.
Reducción de la jornada laboral
Respecto a bajar el número de horas laboradas por los trabajadores dependientes por ley como amenazó la semana pasada la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, cuando aseguró que «reducirá la jornada laboral a 37,5 horas semanales cuente o no con el apoyo de la patronal».
En opinión del vicepresidente del BCE, acometer esta reforma sin los principales interlocutores sociales «no sería bueno desde el punto de vista económico». Para el político y economista, sería mejor que en dicha modificación laboral intervinieran sindicatos y empresarios.
El exministro español de Economía y de Industria con Mariano Rajoy ha recordado que la jornada laboral se ha ido reduciendo en las economías de mercado y seguirá rebajándose, pues el número de horas ha crecido menos de lo que aumenta el número de empleados, «con lo cual hay una reducción de la jornada laboral».
Ahora bien, para De Guindos, «lo que pasa es que no todas las empresas son iguales. En una empresa con uno o dos empleados, ¿cómo reduces la jornada laboral? Si tienes 300 empleados, sí lo puedes hacer. Si eres una gran empresa, sí lo puedes hacer», ha apuntalado. La fórmula para reducir la jornada laboral «tiene que ser fundamentalmente» a través de la negociación en cada una de las empresas «porque ni todos los sectores son iguales, ni todas las empresas son iguales», ha reiterado.
Por su parte, el Ejecutivo de Pedro Sánchez insistió hace apenas unos días, a través de su vicepresidenta segunda comunista, que la reforma sería respaldada hasta por los votantes «de derecha y extrema derecha».
La líder de Sumar afirmó que centraría «buena parte de los esfuerzos» de su cartera «en el marco del diálogo social», si bien las aplicaciones prácticas de esta intención verbal han diferido: el último aumento del salario mínimo interprofesional (SMI) aplicable de forma retroactiva desde el pasado 1 de enero, dejó al margen a los empresarios españoles, a pesar de que fue la patronal la que primero puso sobre la mesa de la ministra un aumento, incluido el de la contratación pública que Díaz, también rechazó. De otro lado, en la pretendida próxima subida ya se ha contradicho la ministra: lo aplicará cuento o no con el apoyo de los empresarios.
Reforma del despido
El otro caballo de Troya será la modificación del despido pretendida por Díaz. Díaz también pretende reformarlo para que «se adecue a la Carta Social Europea» y se convierta así en «disuasorio» para la empresa, para que no despida «sin causa» al empleado, tal y como afirmó la semana pasada. Sin embargo, lo que la ministra de Trabajo ha obviado es que la legislación vigente ya recoge varios supuestos de despido disciplinario que se basan en «faltas graves en el trabajo, de manera culpable».
Lo grave es que Yolanda Díaz busca aprobar «el cese del despido automático ante la oficialización de determinadas invalideces». Para ello, la ministra convocará una comisión de expertos para comenzar a elaborar el que ha denominado como Estatuto del Trabajo del siglo XXI.
Cuándo entra en vigor la nueva jornada
Por el momento no se ha acometido la reforma, por lo que el único cambio reciente en materia laboral es el de la subida del SMI en un 5%, hasta los 1.134 euros brutos mensuales, distribuidos en 14 pagas. Respecto a la disminución del número de horas trabajadas por semana, habrá que esperar a que la ministra de Trabajo constituya una mesa de diálogo social para evaluar los resultados de la reducción de jornada de 40 a 37,5 horas semanales, cuente o no con los empresarios para su aprobación. Expertos explican a este periódico la repercusión negativa para sectores tan claves en España como son el campo, el comercio o la hostelería.