La guerra de poder en El Corte Inglés se cobra su primera víctima: dimite Juan Hermoso
La guerra de poder en el consejo de administración de El Corte Inglés se ha cobrado su primera víctima y ha sido nada más y nada menos que Juan Hermoso, el hombre de confianza del presidente del gigante de la distribución, Dimas Gimeno. De esta forma gana la partida Florencio Lasaga, el presidente de la Fundación Ramón Areces, que a partir de ahora controlará la labor de Gimeno junto con las dos hijas del ex presidente Isidoro Álvarez: Marta y Cristina Álvarez Guil.
El Corte Inglés ha emitido un comunicado indicando que la salida de Hermoso del consejo de administración –y su dimisión como patrono de la Fundación Ramón Areces– se ha producido por “razones personales”. Aunque la realidad es que Hermoso, uno de los profesionales más valorados y prestigiosos del sector, estaba en el punto de mira de Lasaga y de las herederas de Álvarez desde hace meses. De hecho, Hermoso ya no acudía con regularidad a la sede del grupo en la madrileña calle de Hermosilla y había dejado de ser el primer ejecutivo de la empresa, a pesar de gozar del respaldo del presidente.
Las fuentes de El Corte Inglés consultadas reiteran «que se trata de una salida voluntaria» y recuerdan que Hermoso había abandonado hace 2 años las tareas ejecutivas en el seno del Consejo. Además, apuntan que su avanzada edad (70) ha influido en su decisión de abandonar la primera línea del gigante de la distribución.
Hermoso había sido un hombre muy cercano a Isidoro Álvarez en detrimento de Lasaga, especialmente en la última etapa del fallecido presidente y luego se convirtió en mano derecha de Gimeno. Desde entonces el presidente de la Fundación Ramón Areces ha intentado recuperar el terreno perdido, una labor que ha realizado con éxito porque se ha convertido en el ejecutivo que más peso tiene en el consejo de administración tras forzar la dimisión de Hermoso.
Con la salida del consejero, tras 20 años en el cargo, el órgano de gobierno del grupo de distribución queda presidido por Dimas Gimeno e integrado por Marta y Cristina Álvarez Guil, Leopoldo del Nogal,, Florencio Lasaga, Carlos Martínez, Manuel Pizarro, Shahzad Shahbaz (en representación del jeque catarí Al Thani) y Paloma García, por Cartera Mancor.
Según ha podido saber OKDIARIO, junto con la guerra entre ejecutivos se está produciendo una batalla por el control de la empresa protagonizada por las hermanas Álvarez, que nunca han visto con buenos ojos el poder que tiene su primo (Dimas Gimeno) tras el fallecimiento de su padre.
De hecho, en la actualidad Marta y Cristina, con la ayuda de Lasaga, están buscando una persona que pueda ocupar el cargo de consejero delegado (que en la actualidad no existe) para controlar la labor del presidente y restarle capacidad de maniobra. Ya hay una lista preliminar con dos o tres hombres de la casa que podrían realizar esta función de control.
El año que ahora termina ha sido muy complicado para Gimeno, que a pesar de las presiones del consejo de administración ha logrado impulsar el negocio del gigante de la distribución y ha templado los ánimos en el seno del consejo a pesar de que tiene una participación minoritaria en el accionariado.
La entrada del jeque catarí y la salida de Carlota Areces
Hace un año, la gran noticia en el máximo órgano de gobierno de la empresa no fue el incremento de la facturación tras cuatro años de descensos, sino la futura entrada en el capital del jeque de Qatar Hamad Al Thani. Esta operación provocó un cisma en el seno del grupo debido a la oposición de Corporación Ceslar. El catarí adquirirá el 10% del capital por importe de 1.000 millones de euros, mediante un préstamo que se convertirá en acciones dentro de dos años y que se pagará con autocartera.
Cuando se produzca esta conversión, Al Thani será el tercer mayor accionista de la entidad superando a Ceslar, tras la Fundación Ramón Areces y Cartera de valores Iasa, sociedad que engloba las participaciones en el capital de El Corte Inglés de Marta y Cristina Álvarez, así como de Gimeno.
Para permitir la entrada del jeque en el accionariado fue necesario reformar los estatutos del grupo y la representante en el consejo de administración de Corporación Ceslar, Carlota Areces, se opuso a la operación.
Posteriormente Carlota Areces fue cesada en el consejo “por los reiterados incumplimientos de sus deberes legales como administrador”, según aseguró la compañía a través de un comunicado. Ceslar inició entonces una batalla en los tribunales y el pasado enero el juzgado de lo Mercantil número 1 de Madrid desestimó el reingreso de Carlota Areces. En la planta noble de El Corte Inglés ni siquiera está permitido mencionar su nombre, ya que consideran que ha traicionado a la empresa.