El Gobierno insiste en rescatar Duro Felguera y la SEPI ya negocia con los socios mexicanos
Tras la solicitud del preconcurso de acreedores por Duro Felguera ante su inminente insolvencia y su falta de liquidez, el Gobierno tenía dos opciones: liquidar la empresa o volver a rescatarla a través de la SEPI (holding empresarial del Estado) para mantenerla artificialmente con vida. Ha elegido la segunda y por eso va a convertir 100 millones de préstamo participativo en acciones. Para decidir la forma de llevarlo a cabo, está negociando con los socios mexicanos de la empresa, Prodi y Mota-Engil, que perderán presumiblemente toda su inversión.
Así lo aseguran fuentes conocedoras de las conversaciones, que añaden que lo normal en estos casos es que se haga una mega ampliación de capital en la que el porcentaje de los socios mexicanos (el 54,66%, por el que pagaron 90 millones en febrero) se diluirá prácticamente a cero. O bien una operación acordeón, es decir, una reducción de capital para absorber pérdidas y una ampliación posterior para la citada entrada de la SEPI. Esa alternativa sí que borraría por completo la participación de Prodi y Mota-Engil.
La SEPI rescató a Duro Felguera en 2021 con 120 millones del fondo de ayuda a las empresas estratégicas, a pesar de que no era estratégica y de que sus problemas no derivaban exclusivamente del parón de la actividad por la pandemia. De ese dinero, 100 millones se concedieron como crédito participativo que se puede convertir en acciones y otros 20 como crédito normal, pero no susceptible de quita en concurso de acreedores. A eso se añadieron otros 6 millones del Ejecutivo socialista del Principado de Asturias.
Ahora, ante la quiebra de Duro Felguera, el Gobierno vuelve a rescatarla con esa conversión de los 100 millones en acciones con el fin de mantener la actividad pese a la inviabilidad de la empresa. Es decir, se trata de un segundo rescate con el objetivo supuestamente social de mantener los empleos.
«El dinero del rescate lo perdieron en el momento de dárselo y el Gobierno lo sabía perfectamente», asegura categóricamente una fuente cercana a la compañía. El mensaje que está transmitiendo la SEPI es que la conversión del préstamo en capital permite evitar la quiebra y la pérdida directa de los 120 millones, a la espera de que, en el futuro, alguien quiera comprar la empresa tras someterla a una dura reestructuración. Algo que hoy por hoy se antoja utópico dada la situación de la compañía y las múltiples reclamaciones que pesan sobre ella.
Así, Duro Felguera tiene un patrimonio neto negativo de 254,8 millones tras la reexpresión de las cuentas una vez que se ha incorporado una provisión de 99 millones que le exigió la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) por la reclamación de casi 400 millones de su cliente argelino Sonelgaz.
Ayuda de Estado
Es decir, es muy posible que no baste con la conversión de esos 100 millones en capital para sacar a la empresa asturiana de causa de disolución. Pero ahí aparece otro problema: la SEPI no puede inyectar más dinero porque, aparte de la elevada probabilidad de perderlo también, se consideraría ayuda de Estado por las autoridades europeas (el rescate de 2021 estuvo permitido por la suspensión temporal de las normas de ayudas por la pandemia).
Tampoco hay que ignorar el ángulo político de este nuevo rescate. Como explicó OKDIARIO, el omnipresente Víctor de Aldama participó en el rescate de 2021, cuyo importe coincide con la deuda que tiene Venezuela con Duro Felguera. Deuda cuyo pago José Luis Ábalos utilizó como excusa ante Pedro Sánchez para justificar la visita de Delcy Rodríguez pero que la empresa asturiana nunca ha cobrado.
Los ex ministros socialistas Valeriano Gómez (responsable de Trabajo con Zapatero) y Jordi Sevilla -titular de Administraciones Públicas y posteriormente presidente de Red Eléctrica- se sentaban en el consejo de Duro Felguera cuando se concedió esa ayuda. Asimismo, la SEPI depende del Ministerio de Hacienda de María Jesús Montero.
Como también informó este medio, en la SEPI hay miedo a que incluso los propios técnicos implicados en la operación de 2021 acaben en los tribunales (máxime cuando se está investigando el rescate de Air Europa), lo que complica aún más el nuevo rescate del Gobierno a Duro Felguera