El Gobierno cree que el bono a 10 años sólo llegará al 3,5% pese a las subidas de tipos del BCE
El Gobierno ha revisado sus previsiones económicas con motivo de la presentación de los Presupuestos Generales del Estado y cree que la rentabilidad del bono español a 10 años, el de mayor referencia para los compradores de deuda pública, sólo llegará al 3,5% de media el año que viene, pese a la subida de los tipos de interés, los Presupuestos más expansivos de la historia de la democracia española y con la deuda en máximos históricos.
El Ministerio de Economía dirigido por Nadia Calviño cree además que el bono a 10 años no pasará a cierre de este curso del 2,5% de media, cuando actualmente se mueve sobre el 3%. El rendimiento llegó a tocar el mes pasado el 3,3%, se trata de un interés no visto desde febrero de 2014, cuando España estaba en plena salida de la recesión a causa de la crisis de deuda en el euro que provocó el rescate de las cajas de ahorro.
Moncloa pretende convencer a los inversores, la banca española y los fondos extranjeros principalmente, de que pueden confiar en un Gobierno que ha ampliado el techo de gasto al máximo histórico de 198.221 millones de euros, incluyendo 25.156 millones de fondos europeos, mientras que la deuda de las administraciones públicas registró un nuevo máximo histórico en 1,475 billones de euros.
Un cóctel de gasto y deuda disparados con las principales instituciones económicas avisando de la llegada de una recesión en el corto plazo. Calviño, en cambio, ha mejorado sus previsiones de crecimiento y cree que la economía española crecerá el 2,1% el año que viene calificando la cifra de «prudente». El dato es muy superior a las proyecciones de los principales organismos, incluida la OCDE cuya previsión es del 1,5%.
El Gobierno cuenta con el salvavidas del Banco Central Europeo (BCE) para colocar su deuda y de ahí sale en gran parte la previsión. El organismo sigue comprando y mantiene la reinversión de deuda en balance que va venciendo, además del nuevo mecanismo anticrisis por el que puede activar compras de emergencia si las primas de riesgo se disparan y distorsionan la financiación de la periferia europea.
Pero el BCE va menguando su intervención y deja paso a la banca nacional y los grandes fondos extranjeros, pues su salida de la deuda pública es parte clave de la normalización monetaria y la subida de los tipos de interés. El precio del euro está en el 1,25% y el mercado espera que llegue, al menos, al 2% a final de año. El incremento de los tipos acelera la llegada de la recesión al frenar en seco la confianza de los consumidores y los inversores que reducen su gasto y deshacen sus posiciones para primar el ahorro.
Una simulación realizada por la AIReF estima que una subida de 100 puntos básicos en los tipos de interés podría encarecer la deuda en 15.000 millones de euros. Por tanto, si la previsión del Gobierno sobre el bono a 10 años se desvía tendrá que pagar 1.500 millones más por cada décima que suba por encima del 3,5%.
Las compras netas del BCE desaparecieron el 1 de julio y su menor actividad compradora de deuda ya se deja notar en las subastas. El Tesoro coló este martes letras a seis y doce meses que se saldaron con el interés marginal más alto desde diciembre de 2012. Las letras a 12 meses se colocaron a un rendimiento marginal del 1,98%, muy superior al 1,42% de septiembre o al 0,79% de agosto. Las de a seis meses fueron con un rendimiento marginal del 1,55%, desde el 0,88% anterior.