El Gobierno abre la puerta a una reducción de la fiscalidad en la generación de energía nuclear
El Gobierno está dispuesto a estudiar una rebaja de la fiscalidad de la energía nuclear derivada de la reforma energética aprobada en 2012 tras un análisis “serio” sobre el coste de las empresas que emplean esta fuente para generar electricidad. Así lo ha indicado el ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal, durante la inauguración del seminario La Cuarta Revolución que se celebra esta semana en la UIMP de Santander.
Nadal ha aprovechado su intervención para recordar que la energía nuclear es necesaria en España al menos hasta el años 2030 y ha pedido a los partidos de la oposición “que aclaren de una vez por todas” su posición a la hora de definir el peso de esta fuente en el mix energético español. No es una cuestión baladí, ya que eliminar todas las centrales nucleares supondría un aumento del 25% de la factura eléctrica que abonan empresas y hogares, además de afectar a la calidad del suministro.
La posibilidad de realizar una revisión de los tributos que afecta a la tecnología nuclear (y también a la hidráulica) beneficiaría a empresas como Endesa o Iberdrola, que bajo el paraguas de Nuclenor están a la espera de conocer la decisión final del Gobierno sobre la reapertura de la central de Garoña.
Estas compañías piden una revisión de la fiscalidad para poder afrontar las cuantiosas inversiones para su puesta en funcionamiento, pero el ministro ha dejado claro que la rebaja fiscal no es el elemento que hace que la energía nuclear sea o no viable en España, ya que es una fuente “rentable”.
«Hay que hacer un análisis serio. No está mal que hagamos una revisión y veamos qué adecuados son los dos impuestos que pusimos a la generación de energía con agua y nucleares (…) pero no comparto la idea de que las nucleares no son rentables», ha señalado el ministro.
Hasta ahora la posición del Gobierno, a través del Ministerio de Hacienda, había sido la de rechazar cualquier modificación fiscal en esta materia que beneficie a las compañías eléctricas, especialmente en el tributo que grava la generación de residuos nucleares.
Esta debate se produce en un momento en el que las empresas productoras de electricidad con energía nuclear, encabezadas por Iberdrola, atribuyen las pérdidas económicas de las centrales a la elevada carga fiscal que soportan. De hecho, Nuclenor culpa del cierre de Garoña a las nuevas cargas tributarias impuestas por el Ejecutivo en 2012.
La energía nuclear es indispensable para el sistema eléctrico
A pesar de la demonización que está sufriendo la generación de electricidad mediante energía nuclear, lo cierto es que su aportación al mix español es determinante para garantizar la estabilidad y la calidad del suministro, con un nulo impacto medioambiental en lo relativo al volumen de emisiones de gases que provocan el denominado efecto invernadero.
En concreto, la nuclear fue la tecnología que mayor producción aportó al sistema eléctrico español en 2016 por sexto año consecutivo. Con una potencia instalada de 7.865 MW, el 7,45% del total, el parque nuclear español tiene una producción neta anual de 56.095 GWh. Durante el pasado año, esta fuente de energía generó más del 21% de la electricidad en España.
«No existe ninguna tecnología que permita generar electricidad 24 horas al día y siete días a la semana sin emitir CO2», ha recordado el ministro. Y es que dentro de la producción de electricidad sin emisiones contaminantes generada en España, la nuclear fue el pasado año también líder con una aportación de algo más del 35%.
En el Climate Change 2016 se pone de manifiesto que las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de las centrales nucleares son insignificantes, y la energía nuclear, junto con la hidráulica y la eólica, se encuentra entre las fuentes con más bajas emisiones considerando su ciclo completo de vida, con menos de 15 gramos de CO2 equivalentes por kWh producido.
La energía nuclear en España: una cuestión política
A pesar de que la práctica totalidad de los partidos políticos (con la excepción del PP) quieren que tarde o temprano los siete reactores actuales cierren sus puertas, la realidad es que la energía nuclear es necesaria para garantizar la competitividad de las empresas y para limitar el coste de la factura que pagan los hogares.
En los programas electorales presentados en las pasadas elecciones generales, PSOE, Ciudadanos y Podemos incluyeron apartados en sus medidas de política energética en los que pedían el cierre de las centrales nucleares.
Los socialistas reclaman el fin de la energía nuclear cuando los reactores “lleguen al final de su vida útil”, mientras que la formación de Albert Rivera prometió realizar un “cierre progresivo” y la de Pablo Iglesias un “desmantelamiento inmediato”. Por su parte, el PP señalaba que “es necesario el mantenimiento de las centrales como elemento del mix energético”, algo que ha reafirmado este lunes Nadal.
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