¿Cómo se fomenta el consumo navideño?
Durante las fechas navideñas, los comercios se llenan de personas deseosas de comprar regalos para sus allegados. Es, probablemente, la época del año más importante para el sector, que consigue un importante porcentaje de sus ingresos totales durante estas semanas.
Navidad, más allá del consumo, también tiene una significación especial desde un punto de vista emocional: las familias se reúnen, se piensan buenos propósitos para el Año Nuevo… todo ello otorga un componente distinto y peculiar que las compañías aprovechan para explotar este elemento emotivo.
¿Qué fomenta el consumo navideño?
Durante estos días, hemos presenciado las siguientes estrategias por parte de las empresas para estimular las compras:
- Decorados especiales: muchas asociaciones de comerciantes se agrupan para hacer frente a parte de la inversión de las típicas luces de Navidad que engalanan las calles. De la misma forma, decoran sus establecimientos con iconos típicos de estas Fiestas.
- Poner énfasis en la felicidad: se realiza una asociación entre el hecho de realizar un regalo con conseguir felicidad. En ese sentido, el campo de actuación es extremadamente amplio: la ilusión de los niños, la alegría de reunir a la familia, el propio ambiente de las calles llenas de gente paseando, la posibilidad de desconectar unos días del trabajo… Se crea todo un contexto, una atmósfera tremendamente fructífera para el estímulo del consumo.
- Resaltar la necesidad de adquirir el producto rápidamente: hay unas fechas muy marcadas en el calendario que son del todo inamovibles: el mismo día de Navidad, Fin de Año y Reyes. Es decir, se marca una fecha límite a partir de la cual el hecho de adquirir un producto ya no tiene el mismo significado y, especialmente en el caso de los regalos a los niños, carece de sentido. Por lo tanto, es habitual encontrar grandes anuncios en los que se apremia a adquirir aquel producto justo antes de estas fechas para no dejar pasar la oportunidad.
- Fomentar el intercambio de regalos: aunque, en teoría, el regalo tendría que ser algo altruista, la realidad es que, quién da, espera alguna cosa a cambio. Como aquello que se desea recibir es algún producto que genere una emoción y haga una ilusión especial, se entiende entonces que hay que realizar un regalo que esté a la altura de lo que se espera recibir. Se trata de un efecto psicológico que fomenta que el consumidor adquiera un producto de un coste o valor más elevado de lo previsto inicialmente.
- Mensajes más directos: en algunos consumidores, mensajes que le inciten de una forma extremadamente directa a consumir le causan justo el efecto contrario y desincentivan. Ahora bien, en esta época del año, dado que el consumo se entiende como algo que, desde un punto de vista social, está mayoritariamente aceptado, las empresas son más agresivas y piensan frases más directas que incitan claramente a comprar.
- El efecto solidaridad: en estas fechas aparecen campañas de ayuda a los más desfavorecidos y mucha gente se vuelca con ellas. Aunque moralmente puede generar contradicciones (por qué ahora y no durante todo el año), lo cierto es que la gente en general está más predispuesta a la ayuda durante estos días. Así pues, asociarse a alguna campaña ayuda a ganar imagen y reconocimiento.
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- Manual del Emprendedor