Mercado laboral

Fedea advierte que la reforma laboral provocó un aumento de la «mortalidad» de los contratos indefinidos

El informe revela que ha habido un aumento en la conversión de empleados temporales a contratos indefinidos

código ético Sumar, textil
La líder de Sumar y vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz (Foto: EP).
Benjamín Santamaría
  • Benjamín Santamaría
  • Economista, analista, conferenciante y máster de educación. Redactor de economía en OKDIARIO y autor de "La economía a través del tiempo" en el Instituto Juan de Mariana

La Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) advierte que la reforma laboral de Yolanda Díaz ha convertido numerosos contratos temporales en indefinidos, pero la normativa ha elevado la «mortalidad» de los indefinidos ordinarios. Es decir, la organización defiende que, aunque se firman más relaciones laborales de este estilo, la duración de esta modalidad es menor.

El informe lleva a cabo una evaluación inicial de la reforma laboral de 2021 utilizando una base de datos que abarca todos los registros diarios de creación y eliminación de afiliados a la Seguridad Social.

Consecuencias de la reforma laboral

Según las conclusiones de Fedea, a pesar de que la reforma laboral ha resultado ser «muy eficaz» en la disminución de la tasa de temporalidad «contractual», no ha sido tan efectiva en la mitigación de la precariedad o inestabilidad laboral, ni en la reducción de la tasa de temporalidad «empírica».

Fedea señala que la estrategia seguida por la reforma española ha consistido en restringir «drásticamente» el recurso a los contratos de duración determinada o temporales «sin variación alguna de la flexibilidad de los contratos indefinidos ordinarios».

Fedea director
El director ejecutivo de Fedea, Ángel de la Fuente.

«Sin embargo, para evitar una disminución de la flexibilidad global del sistema, la reforma ha fomentado el uso de otras variantes de contratos indefinidos que ofrecen menos estabilidad, como el contrato fijo-discontinuo. Estos contratos, a pesar de ser etiquetados como indefinidos, no ofrecen el mismo nivel de seguridad laboral a los trabajadores que los contratos indefinidos tradicionales», advierte la fundación.

El informe revela que ha habido un aumento en la conversión de empleados temporales a contratos indefinidos, pero también señala una disminución en la duración de los contratos indefinidos ordinarios. Para evaluar el impacto de la reforma laboral y su efectividad en la reducción de la tasa de temporalidad, el estudio de Fedea examina los patrones en el calendario de los flujos diarios de creación y destrucción de empleo.

Esto se debe a que el mercado laboral español presenta patrones en el calendario «muy marcados»: se contrata los lunes para despedir los viernes, se contrata solo para el fin de semana y se contrata el primer día del mes para despedir el último día del mes.

Usando un modelo de series temporales que compara los patrones de creación y destrucción de empleo antes y después de la reforma, Fedea no encuentra diferencias estadísticamente significativas entre ellos, excepto por una disminución en la destrucción de empleo a fin de mes, que ha disminuido.

Fedea sostiene que el nuevo marco laboral ha dado lugar a una nueva distribución de los contratos de trabajo que reduce la tasa de temporalidad a la media europea, pero «casi replica exactamente la situación anterior en términos de estabilidad laboral para los trabajadores», ya que se mantienen los patrones diarios de creación y destrucción de afiliados a la Seguridad Social.

«Es decir, en términos agregados, el mercado laboral no muestra los cambios que a priori cabría esperar en la duración del empleo como resultado de la disminución del empleo temporal», avisa la fundación. Fedea indica que la tasa de temporalidad, que era el principal indicador para medir la precariedad laboral en países con un mercado de trabajo dual como el español, «no es seguramente la mejor herramienta a estos efectos».

«Ciertamente, hay que buscar otras formas de medir la precariedad que no se basen sólo en la estructura por tipos de contratos, sino que tengan en cuenta también otras variables y en particular la duración real de los contratos», incide Fedea.

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