La Fed aplaza la subida de tipos a la reunión de septiembre
La Reserva Federal (Fed) decide mantener sin cambios los tipos de interés, con lo que se quedan en la horquilla del 1,75%-2%, tal y como se esperaba. Sin embargo, todo apunta al mes de septiembre como la reunión clave en la que se volverán a subir los tipos.
El consenso de mercado anticipaba que Jerome Powell, presidente de la Fed, no movería ficha en esta reunión, a la espera de su próximo encuentro que celebrará el 25 y 26 de septiembre. Y, efectivamente, el banco central norteamericano ha decidido dejar las cosas como están.
La Fed también ha remarcado su intención de seguir con el ajuste monetario en las próximos meses al destacar que la economía está creciendo a un ritmo «fuerte». «El mercado laboral ha continuado reforzándose y la actividad económica ha estado creciendo a una tasa fuerte», subraya el comunicado de política monetaria del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, en sus siglas en inglés) de la Fed al término de su reunión de dos días.
El consenso de Bloomberg cree que hay un 90% de posibilidades de que se produzca la tercera subida de intereses por parte de la Fed en lo que va de año en el próximo mes de septiembre.
La expectativas de próximas subidas se apoyan, así, en unos datos macroeconómicos positivos, tanto en el mercado de trabajo, en el crecimiento de la economía y en la evolución de los precios. La tasa del paro del país a finales del primer semestre fue del 4%, tras crear 2,4 millones de puestos de trabajo en los doce meses precedentes.
En el segundo trimestre del año, la economía estadounidense experimentó un crecimiento anualizado del 4,1%, casi dos puntos porcentuales más del 2,2% que creció el Producto Interior bruto (PIB) del país entre los meses de enero y marzo de este mismo año. Este dato supone la mayor tasa de crecimiento desde el tercer trimestre de 2014, cuando se registró un aumento del 4,9%.
La tasa de inflación interanual, por su parte, aumentó en junio una décima respecto al mes precedente, hasta el 2,9%, el mayor incremento del IPC registrado en Estados Unidos desde febrero de 2012. La inflación subyacente, que excluye los elementos más volátiles como la alimentación y la energía, ascendió una décima en el sexto mes del año, hasta el 2,3%, la mayor alza desde enero de 2017.