La agencia oficial de apoyo a la exportación de EEUU, acreedor de Abengoa

Estados Unidos requiere al juez que no permita la venta de Abengoa a Urbas

Estados Unidos se opone a la venta de Abengoa a Urbas
Empleados de Abengoa en una protesta el pasado mes de junio en Sevilla. EP

Estados Unidos se opone a la venta de Abengoa al grupo español Urbas. Export-Import Bank of the United States (Exim), la agencia gubernamental de crédito a la exportación de Estados Unidos, ha presentado un escrito de alegaciones ante el Juzgado Mercantil número tres de Sevilla, a cargo del concurso de las sociedades de la multinacional energética española, solicitando que se deniegue la venta de Abengoa a la constructora Urbas.

Exim, acreedor de 14 de las sociedades de Abengoa en concurso, afirma en su escrito, al que ha tenido acceso OKDIARIO, presentado en el juzgado esta misma semana, que la oferta presentada por Urbas «es totalmente imprecisa».

El organismo oficial estadounidense, representado en este caso por el despacho FILS, subraya que resulta «claro» que la falta de concreción de la oferta de Urbas responde a la voluntad «de tratar de limitar el principio de publicidad y concurrencia de las ofertas de adquisición de la unidad productiva de Abengoa».

La constructora española, que figura entre los mayores morosos de Hacienda en la última lista publicada por la Agencia Tributaria, presentó a finales de octubre una oferta por Abengoa, en un proceso apadrinado por el Ministerio de Industria. El grupo Ultramar y la portuguesa RCP han presentado también ofertas, al igual que el fondo Terramar y la energética Cox; además, otros inversores -como Acciona, Elecnor o dos directivos de Abengoa Brasil- han presentado ofertas por activos individuales de Abengoa.

El pasado mes de noviembre, Exim y Santander requirieron al Juzgado información adicional sobre la oferta de Urbas y sobre los plazos contemplados para la presentación de ofertas por parte de otros grupos potencialmente interesados.

La constructora española presentó un escrito a mediados del pasado mes de diciembre en el que trataba de concretar su oferta inicial. Sin embargo, sostiene Exim, la concreción realizada «es mínima y manifiestamente insuficiente».

Urbas no ofrece un precio

Exim advierte que Urbas «no establece precio alguno como tal (ni de forma global ni de forma individualizada)», lo que debería «bastar para impedir tomar la oferta en consideración».

El organismo estadounidense indica que el precepto legal «se diría que exige» fijar un precio en la oferta, y señala que, aunque la «supuesta asunción de deudas» fuera precio, «esta es de carácter tan genérico e indeterminado que dificulta mucho, si no impide, tanto que los acreedores podamos valorar la adecuación y reparto del precio ofrecido como cualquier comparación con un potencial ofertante alternativo».

Tampoco precisa Urbas en su oferta, denuncia Exim, los bienes inmuebles incluidos en el inventario de Abengoa.

Cuántos trabajadores tiene Abengoa

La incidencia de la oferta sobre la plantilla, dice Exim, «debería ser uno de los puntos más claros», sin embargo, lamenta, en la de Urbas «existe una discordancia clara entre lo que se incluye en la oferta y la información aportada, que requiere de una mayor explicación».

Urbas dice en su oferta que quiere asumir «aproximadamente 4.700 empleos». Sin embargo, precisa Exim, la suma de todos los trabajadores que prestan servicios para las sociedades incluidas en el perímetro de la unidad productiva, de acuerdo a los datos presentados por Abengoa en su solicitud de concurso, «es de tan sólo 1.451 empleados», una diferencia de 3.249 empleos.

Tampoco se individualiza en la oferta de Urbas el pasivo laboral que asumiría. «El incumplimiento del contenido mínimo establecido por la Administración Concursal», dice Exim, «en cuanto a los trabajadores es total».

Más de cinco años batallando

Exim lleva más de cinco años batallando en los juzgados españoles por el dinero que reclama a Abengoa. En 2017 la agencia estadounidense impugnó el acuerdo del grupo sevillano con los acreedores a los que exigió una quita de la deuda del 97%.

El organismo estadounidense, que tiene la misión de apoyar y facilitar mediante créditos la exportación de bienes y servicios de las empresas del país, califica la oferta de Urbas como un «totu revolutum sin concretar» en el que se pretende compensar «el precio supuestamente negativo de algunas sociedades con activos de poco valor y pasivos elevados con el precio positivo de otas con activos más valiosos». Este objetivo, advierte Exim, «supondría una consolidación de masas que sería perjudicial para los acreedores».

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