España se queda sola en la UE con la ley antidesahucios en pleno ‘boom’ de los precios de la vivienda
La medida fue gradualmente retirada en todos los países miembros de la UE una vez superada la crisis sanitaria.

España es el único país de la Unión Europea (UE) que mantiene la ley «extraordinaria» antidesahucios en plena crisis de precios de la vivienda. La norma que nació para proteger a familias que a consecuencia del Covid hubieran sufrido una pérdida de ingresos y no pudiesen pagar el arrendamiento se ha convertido ahora en un grave problema de «inseguridad jurídica» para los propietarios: «No hay incentivos para poner viviendas de alquiler», manifiesta a OKDIARIO la directora general de la Asociación de Propietarios de Viviendas en Alquiler (ASVAL), Laura Fernández.
Desde la agrupación de propietarios advierten -ahora de que Sumar ha exigido perpetuar la norma «urgentemente» en España- que una vez superada la etapa más grave de la pandemia, estas medidas fueron gradualmente retiradas en todos los países europeos, excepto en nuestro país, donde el Gobierno de Pedro Sánchez la extendió sobre la base de «nuevas circunstancias graves y extraordinarias» por la guerra de Ucrania.
El mantenimiento del escrito que blinda a okupas y arrendados frente a los impagos de alquileres choca frontalmente con el grave problema de escasez de oferta de vivienda que atraviesa el país y, por ende, con los precios desorbitados que maneja el mercado. Los propietarios de viviendas explican que la inseguridad jurídica generada por dicha moratoria reduce la oferta y «empeora las condiciones de acceso» para los inquilinos.
De hecho, el Banco de España destaca en un informe sobre la intervención pública en el mercado del alquiler que el grado de protección jurídica efectiva de los propietarios de la vivienda arrendada «está relacionado con el desarrollo y el tamaño del mercado del alquiler residencial» y que, en particular, se observa una «relación negativa» entre la falta de seguridad jurídica para el propietario y el desarrollo del mercado de arrendamiento de vivienda.
Estos efectos destacan que son especialmente perniciosos en un momento de gran descompensación entre oferta y demanda, ya que aumenta el riesgo de que muchos propietarios retiren sus viviendas del mercado del alquiler tradicional. Un efecto que podría incrementar más si cabe una crisis que ha provocado ya en la última década una subida del precio de la vivienda de hasta un 72% en el caso de España.
A la cabeza de unos precios disparados
Hace tan solo unos meses los líderes de los países miembros de la Unión Europea (UE) plantearon la urgencia de abordar un problema «que afecta al derecho fundamental de los ciudadanos, repercute negativamente en la competitividad y socava la confianza en nuestras instituciones democráticas»: una crisis histórica en materia de vivienda.
Según un informe elaborado por el Consejo Europeo, el precio de la vivienda subió en la UE una media del 58% en los últimos diez años, según datos del índice HPI (House Price Index) de Eurostat. Poniendo el foco en los últimos datos, los registros ya posicionan a nuestro país como la cuarta economía de la Unión Europea donde más se han incrementado los precios de los inmuebles en el primer trimestre del 2025. Según Eurostat, el precio de la vivienda aumentó en un 12,3% en España los primeros meses de 2025, doblando la subida de la media de la UE.
Sin ir más lejos, el documento sitúa a Lisboa, Barcelona y Madrid como las ciudades europeas en las que sus habitantes deben destinar un mayor porcentaje de su sueldo a la vivienda. En Lisboa, los ciudadanos destinan un 116% de su salario a este fin, seguida de Madrid y Barcelona, ambas con un elevadísimo ratio del 74%. Esas tres grandes capitales se sitúan así muy por encima de urbes como Luxemburgo y Frankfurt (34%), Helsinki (35%) o Viena (37%).