La prima de riesgo amenaza a España: Sánchez tiene que pedir prestados 250.000 millones sin apoyo del BCE
El año 2024 se presenta terrorífico para el Tesoro. El Gobierno tendrá que refinanciar vencimientos de deuda pública por 185.000 millones, a los que hay que sumar las nuevas emisiones, que son otros 65.000 millones más, según anunció el nuevo ministro de Economía, Carlos Cuerpo. Es decir, tendrá que pedir prestados 250.000 millones sin contar la asunción de la deuda de Cataluña pactada por Pedro Sánchez con los independentistas. Unos importes ingentes que deben colocarse en mercado ante el fin de las compras del Banco Central Europeo (BCE), lo que puede hacer subir con fuerza la prima de riesgo, lo que repercutiría en un fuerte aumento de lo que el Estado tendría que pagar por los intereses.
Según datos de Intermoney, los vencimientos de deuda totales en 2024 que hay que refinanciar ascienden a 185.661 millones de euros. De esa cantidad, 66.198 millones son vencimientos de letras del Tesoro a corto plazo, 19.477 millones de bonos a 3 años, 17.697 millones de bonos a 5 años, 45.410 millones de obligaciones a 10 años y 17.564 millones de obligaciones a 15 años. El total se completa con emisiones en divisas y otras deudas asumidas por el Estado.
Estamos hablando de vencimientos, es decir, de títulos de deuda que llegan al final de su vida y cuyo importe el Tesoro tiene que devolver a sus tenedores. Y como sigue habiendo déficit, tiene que volver a pedir más dinero, ya sea a los mismos inversores o a otros. Con el añadido de que muchos de esos bonos estaban en manos del BCE y ahora ya no va a reinvertir en ellos porque está en proceso de reducir su balance, con lo que el Gobierno tendrá que colocarlos en el mercado.
A esta cantidad hay que sumar la deuda nueva que pretende emitir el Tesoro el próximo año: los 65.000 millones citados. Estas nuevas emisiones se necesitan para cubrir el nuevo déficit que se generará en 2024 y, de nuevo, tendrá que ser colocada en los mercados de deuda ante el fin de las compras del banco central.
Finalmente, hay que tener en cuenta la condonación de la deuda de Cataluña por 15.000 millones, en principio. Condonar implica que el Estado se hará cargo de esa deuda, no que ésta desaparezca. Y una parte de esa cantidad también vencerá el próximo año y tendrá que refinanciarse. Eso, si Pedro Sánchez no tiene que ceder a las presiones de Carles Puigdemont para que este perdón se eleve a 74.000 millones.
Es decir, en total España tendrá que colocar en mercado más de 250.000 millones de deuda en 2024. Un volumen estratosférico que provoca que numerosos economistas alerten sobre la posibilidad de una fuerte subida de la prima de riesgo por los mayores intereses que exigirán los inversores para comprar esos bonos.
Estos mayores intereses derivan, en primer lugar, de que la deuda que vence en general tenía una rentabilidad muy inferior a la que presentan hoy los bonos españoles en mercado, consecuencia de las subidas de tipos acometidas por el BCE para controlar la inflación. En segundo lugar, las compras de deuda del propio BCE durante los últimos años no tenían en cuenta ese rendimiento, pero los inversores privados sí lo tienen, y mucho.
Prima de riesgo
Lo cual nos lleva a la tercera razón: un Estado incapaz de reducir el déficit y la deuda a pesar de la recuperación económica y del récord de recaudación de impuestos es percibido por el mercado como país de riesgo (indisciplinado con las cuentas públicas), por lo que requieren una prima para invertir en él. Eso es la prima de riesgo, que mide el diferencial entre el rendimiento del bono español y el alemán -el percibido como más seguro en la zona euro-.
De momento, esta prima se mantiene bastante contenida. De hecho, ha caído hasta la zona de 92 puntos básicos (0,92 puntos porcentuales), su nivel más bajo desde junio. La rentabilidad del bono español a 10 años se encuentra por debajo del 3%, gracias a la aprobación de las reglas fiscales que obligan a España a reducir con fuerza el déficit y la deuda en los próximos años.
Ahora bien, Gregorio Izquierdo, director general del Instituto de Estudios Económicos, advierte de que la prima de riesgo es muy inestable y puede dispararse sin previo aviso, aunque parezca que está tranquila. A este respecto, recuerda la crisis de 2012, cuando se fue hasta 600 puntos básicos por la desconfianza del mercado en la situación de las cajas de ahorros y que desembocó en el rescate financiero de España.
Ahora no nos encontramos en una situación tan crítica, pero también podemos asistir a una subida de la prima en 2024 si Sánchez sigue sin reducir el déficit público y se desvía de las exigencias de las citadas reglas fiscales.