Formación y empleo

Escalada de plazas en residencias de estudiantes: un negocio en auge

España cuenta con cerca de 1.100 complejos que ofrecen más de 100.000 plazas y que mueven unos 700 millones de euros al año

residencias universitarias
Residencia Pozuelo Student Experience

Las residencias universitarias viven una época dorada. Solo en 2022 se abrieron 26 nuevos centros en España, con un total de 9.024 nuevas plazas, de forma que a final del pasado año operaban 1.093 complejos con capacidad para 110.368 estudiantes, de acuerdo con los datos del Observatorio Sectorial DBK de Informa.

“Existe un desajuste entre oferta y demanda de plazas residenciales, lo que fortalece el atractivo de la inversión inmobiliaria en este tipo de activos”, asegura Juan Ortín, director de este observatorio, que en los últimos años ha constatado un aumento continuado del número de plazas disponibles para los estudiantes, con un incremento más pronunciado en el periodo 2020-2022. Las estimaciones apuntan a que al cierre de 2024 se podrían alcanzar las 122.000 (12.000 más que en la actualidad).

Madrid cuenta con el mayor número de plazas (20,9% del total), seguida de Andalucía (17%), Cataluña (16%) y Castilla y León (12%). Solo estas cuatro comunidades suman dos tercios (66%) de la oferta total del conjunto de España.

Movilidad universitaria

Los datos de movilidad de los estudiantes nacionales e internacionales avalan esta necesidad de plazas residenciales y, en buena medida, el reparto por zonas geográficas, muy vinculado a los polos universitarios que más alumnos atraen de todo el orbe. A nivel nacional, el informe Datos y cifras del Sistema Universitario Español 2022-2023 revela que el 30,4% (más de 340.000) de los estudiantes de Grado en universidades presenciales se matricula en un centro de una provincia diferente a la que tiene su residencia habitual. De ellos, el 17,5% (más de 196.000) lo hacen en una comunidad autónoma distinta.

Las comunidades con mayor porcentaje de estudiantes procedentes de otras autonomías serían Navarra (39,7%), Castilla y León (34,8%), La Rioja (32,5%) y Madrid (31,0%). Por el contrario, prácticamente la totalidad (98,1%) de los estudiantes que hacen las pruebas de acceso a la universidad en Cataluña y el 94,1% de los que las hacen en Madrid se mantienen en sus respectivas comunidades autónomas al matricularse en una universidad presencial.

A esto se añaden los alumnos de nacionalidad extranjera matriculados en España, incluidos los de Erasmus, programa europeo de intercambio en el que España se presenta como uno de los destinos más atractivos. El número de alumnos procedentes de otro país durante el curso 2021-2022 ascendió a 172.455, es decir, el 10,2% sobre el total de los registrados en el sistema universitario español. En la última década, la evolución de los estudiantes extranjeros ha registrado un fuerte crecimiento, de forma que la cifra en la etapa de Grado se ha multiplicado por 1,7 (hasta más de 84.000) y en la de Máster casi se ha triplicado (hasta cerca de 62.000). Las principales comunidades de acogida son Madrid, Cataluña, Comunidad Valenciana y Andalucía.

Hablamos, en definitiva, de cientos de miles de alumnos nacionales e internacionales que se trasladan fuera de sus hogares y que deben elegir la opción más adecuada para su estancia académica, ya sea en una vivienda de alquiler, una escuela mayor o una de las residencias universitarias cuya presencia y peso económico mantienen una línea ascendente.

Nuevos operadores y proyectos

Con un volumen de negocio que ha pasado de 450 millones de euros en 2018 a 700 en 2022, en el sector coexisten entidades de pequeño tamaño dedicadas a la gestión de un único centro, junto a un número reducido de organizaciones y grupos que gestionan varios. El informe del Observatorio Sectorial DBK destaca asimismo la entrada de nuevos operadores, la compraventa de activos y la puesta en marcha de nuevos proyectos.

Aquí podemos encontrar grandes redes como RESA, que gestiona 11.000 plazas de alojamiento en 40 residencias universitarias, colegios mayores y alojamientos situados en 21 ciudades españolas, o Livensa Living, con 19 centros que ofrecen cerca de 8.000 camas en 13 ciudades de España y Portugal. El sector también atrae a inversores procedentes de otros países europeos como Student Experience, un promotor inmobiliario y gestor de inmuebles de residencias universitarias que gestiona más de 2.300 estudios en Países Bajos y que, de la mano del Grupo Avintia, acaba de abrir su primera residencia con 600 nuevos alojamientos en una exclusiva zona de Pozuelo de Alarcón (Madrid). Muy cerca, en otra zona residencial de Aravaca, se levanta en la actualidad un complejo de 500 plazas, cuya inauguración está prevista para el mes de septiembre, de la mano de Nido Living, una red que cuenta también con centros en Reino Unido, Dinamarca, Irlanda, Portugal, Países Bajos y Alemania.

Oferta flexible y sostenible

¿Quiénes son los usuarios de estas residencias? “Nuestro modelo de negocio se dirige en gran medida al público más joven: estudiantes de pregrado y posgrado, y jóvenes profesionales”, señala Carlos Gómez y Recio, gestor de desarrollo de Student Experience, aunque también se incluyen aquellos grupos o personas que asisten a prácticas durante el verano, estancias cortas o programas corporativos, entre otros.

Con precios que rondan los 1.000 euros por mes en Madrid, las nuevas residencias ofrecen todo tipo de servicios y comodidades a los estudiantes, con edificios modernos que incorporan gimnasios, áreas de estudio, espacios de juego, piscinas, pistas de pádel… y que pueden ir incluso más allá con talleres de desarrollo profesional.

El nuevo complejo de Student Experience en Pozuelo de Alarcón es, además, una muestra de la búsqueda de eficiencia energética, ya que incorpora instalaciones como un sistema de autoabastecimiento eléctrico de paneles solares, otro de reciclaje de agua de lluvia, estaciones de carga de vehículos eléctricos o techos verdes, entre otras propuestas. Su directora internacional de Marketing, Maria Lekae, explica que tanto estudiantes como familias están ahora muy concienciados en las cuestiones de sostenibilidad, “especialmente el grupo más joven (Gen-Zers), que sabemos que está comprometido con impactar positivamente el medio ambiente”. “Al garantizar que la eficiencia energética, el uso de recursos renovables y la gestión de residuos estén integrados en las fases de construcción y utilización de los proyectos, podemos responder mejor no solo a las condiciones reglamentarias y las necesidades de la comunidad, sino también, lo que es más importante, mitigar nuestro impacto ambiental”, añade.

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