Las empresas extranjeras no se fían de Cataluña: prefieren invertir en Portugal y el sur de Francia

Cataluña
Reunión del Consejo Europeo

Las multinacionales que quieren entrar en Cataluña no se fían del escenario político que se produzca tras las elecciones del próximo 21 de diciembre y prefieren desembarcar en el sur de Francia o en Portugal que aterrizar en la comunidad autónoma catalana. No obstante, existe un gran volumen de empresarios que quieren ser los primeros en aprovechar el boom económico que se produciría si ganan los partidos no independentistas.

Tal como confirman fuentes de varias firmas de servicios profesionales a OKDIARIO, la incertidumbre no ha desaparecido tras la aplicación del artículo 155 de la Constitución en respuesta al órdago secesionista. Aunque existe un «paréntesis de normalidad» tras la intervención del Gobierno, «las empresas  que querían invertir en Cataluña están redirigiendo su enfoque hacia Portugal o el sur e de Francia hasta que pase la tormenta y se despeje el futuro político en la región».

La elección del sur de Francia se fundamenta en la cercanía con Cataluña y en la estabilidad y fuerza que tiene el país como elemento director de la política europea. Aunque en los últimos tiempos pueda parecer que Alemania ha ganado la batalla de la gobernanza comunitaria la realidad es que el Gobierno de Francia sigue teniendo un peso específico fundamental en la construcción europea.

En el caso de Portugal, la elección es menos intuitiva pero evidente cuando se analiza el sistema fiscal que ha creado la Administración lusa para atraer capitales extranjeros y salir de la recesión que obligó a solicitar el rescate europeo. En un reciente informe, la consultora PwC define Portugal como «el secreto mejor guardado» de la UE y destaca su atractivo fiscal, especialmente para los no residentes, es decir, aquellos que pasan en el país menos de 183 días al año o que deciden comprar una propiedad inmobiliaria con vistas a establecerse a medio plazo.

Desde hace ocho años los residentes no habituales en Portugal disfrutan de un régimen tributario con un tipo único (flat tax) del 20% sobre los ingresos obtenidos en sus actividades dentro del país. Y, además, los ingresos percibidos del extranjero están exentos en el pago del Impuesto sobre la Renta, las herencia no tienen gravamen en la mayoría de los casos y se aplica Impuesto de Patrimonio.

Portugal también ha creado un marco fiscal favorable para las empresas, lo que le ha enfrentado en numerosas ocasiones con las autoridades europeas. Para impulsar su economía y captar inversión diseñó un régimen especial en el Impuesto de Sociedades que está abierto a los residentes no habituales y que permite tributar al 5% durante cuatro años.

El informe de PwC también pone el acento en el «carácter multicultural» de la sociedad y la economía portuguesa “que le permite mantener vínculos cercanos con el resto del mundo, incluyendo África (Angola, Mozambique y Cabo Verde), Asia (China) y Sudámerica (Brasil)”.

«Portugal es muy atractivo desde el punto de vista fiscal y el sur de Francia es una buena opción para los que buscan estabilidad y cercanía con la Península Ibérica», confirman las fuentes consultadas que indican, no obstante, que aunque los inversores y empresarios son reticentes a apostar por Cataluña quieren ser los primeros en aprovechar la expansión si no ganan los independentistas.

«Todos esperan que se pueda producir un rebote tras el desastre del 1–0 y aunque todavía hay cierta desconfianza todos quieren ser los primeros en aprovechar el boom cuando se normalice la situación. Mientras, eligen destinos alternativos como los anteriormente mencionados o, incluso, miran a Polonia si necesitan una mayor competitividad salarial porque sus negocios sean intensivos en mano de obra», señala un consultor que asesora a empresas extranjeras.

Un elemento que no hace augurar una solución de la crisis institucional a corto plazo es que la mayoría de las encuestas indican que el arco parlamentario catalán no variará mucho respecto del actual reparto de escaños. «A los empresarios nos preocupa que sigamos en las mismas y tenemos dudas de que los candidatos que pueden tomar el poder sean capaces de gestionar de forma correcta un presupuesto de casi 40.000 millones de euros como el catalán», señala un socio de una de las Big Four que trabajan en la comunidad autónoma intervenida.

Otro indicador que muestra el grado de desconfianza de los inversores extranjeros en que se despeje el nubarrón catalán se encuentra en el mercado de viviendas de lujo. En esta época del año las inmobiliarias suele recibir peticiones para localizar residencias que puedan ser adquiridas con la llegada de la primavera, pero el mercado está congelado a pesar de que los precios son atractivos.

«Aunque sobre el papel es un momento ideal para entrar en este mercado por la rebaja de los precios la realidad es que la potencial demanda prefiere esperar a ver qué pasa en la política catalana», señalan desde una gran sociedad de inversión inmobiliaria.

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