Los empleados de Hacienda encerrados en la sede cargan contra el líder de UGT: «Viene a chupar cámara»
Los empleados de Hacienda encerrados en la sede de la Agencia Tributaria rechazan el apoyo del secretario general de UGT, Pepe Álvarez. Fuentes cercanas a los manifestantes del fisco aseguran que el líder del sindicato se ha aprovechado de sus reivindicaciones con el objetivo de «chupar cámara». El representante sindical apareció el pasado miércoles, 12 de junio, delante del edificio en el que se encuentran encerrados varios trabajadores y allí atendió a la prensa.
A su llegada a las instalaciones de la Agencia Tributaria, Álvarez pidió a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, reanudar las negociaciones del convenio colectivo y que el nuevo convenio sea para toda la plantilla. Además, el dirigente sindical aseguró que es un mensaje compartido con Comisiones Obreras.
Sin embargo, los empleados de Hacienda encerrados durante más de una semana no tomaron esto como una muestra de apoyo, sino como un intento de tratar de aprovecharse del foco mediático que está generando su protesta.
«Nosotros queremos que el conjunto de la Agencia tenga las mismas condiciones de trabajo, me refiero dentro del mismo convenio colectivo, hemos ganado las denuncias (…) y el Gobierno tiene que respetar las sentencias judiciales», aseguró Álvarez.
El líder de UGT afirmó que la ministra aún no le había dicho nada sobre las reivindicaciones del sector. Sin embargo, Álvarez reconoció que no es a él a quien se tiene que dirigir el Gobierno, sino a la representación legal de los trabajadores de la Agencia. «No se trata de que se haga con un sindicato, se trata de que se haga con la representación legal de los trabajadores», afirmó.
Los funcionarios de la Agencia Tributaria llevan con protestas desde el inicio de la campaña de la Renta. Al principio, las movilizaciones se limitaban a ser pequeñas concentraciones a las puertas de algunas delegaciones territoriales. Estos actos se realizaban en las horas de descanso de los trabajadores, puesto que no querían perturbar el buen funcionamiento de Hacienda ni perjudicar a los pagadores de impuestos.
Sin embargo, al ver que esto no funcionaba para hacer reaccionar a los responsables políticos, los empleados del fisco se encerraron en la sede de la AEAT junto al despacho de la directora general. Por ello, los funcionarios afectados no ven con buenos ojos que los líderes sindicales quieran protagonismo a costa de sus esfuerzos y lucha sin haber contribuido hasta ahora a mejorar la situación.
Los empleados de Hacienda
«Si desde la Agencia Tributaria no se atienden nuestras reivindicaciones, nos veremos obligados a convocar movilizaciones y no descartamos la huelga en plena campaña de la Renta», advertía el CSIF hace unas semanas. Ahora, el sindicato ya ha lanzado, por primera vez, un ultimátum a Montero.
Pablo Burgos, portavoz de CSIF en la Agencia Tributaria, aseguró a OKDIARIO que «si este mes los responsables políticos no dan la cara, vamos a empezar a hacer convocatorias de huelga». Los trabajadores defienden que la política andaluza no está atendiendo a sus reivindicaciones, que no son más que pedirle a la AEAT que cumpla con los compromisos ya firmados y acordados.
La plantilla de la Agencia Tributaria reclama el desarrollo del teletrabajo, así como la negociación de la apertura del servicio telefónico anunciado por la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, sin concretar las retribuciones ni regular los puestos de trabajo.
El sindicato CSIF ha denunciado que en los últimos 6 años la dirección de la Agencia Tributaria se ha dedicado a congelar la negociación colectiva y, sin embargo, sube de manera discrecional las retribuciones de los que más cobran.
En 2023, la AEAT tenía 1.265 trabajadores de los grupos A1 (cuerpos superiores), que cobran los específicos más altos de toda la AGE. «Es decir, mientras que los altos cargos cobran complementos superiores a los 60.000 euros, el grueso de la plantilla tiene bloqueadas sus retribuciones, su carrera profesional y su convenio colectivo», han denunciado desde el sindicato.
La plantilla de la Agencia Tributaria, además, reclama el desarrollo del teletrabajo y la negociación del servicio de atención telefónico, anunciado por María Jesús Montero, «que no ha querido negociar las condiciones laborales de este servicio en jornada de mañana».
Los sindicatos consideran, además, que se debe revisar la productividad, cuyo reparto prima al colectivo de inspectores, discriminando al resto de la plantilla.
Por último, han reclamado las mejoras de las condiciones laborales para el colectivo de Vigilancia Aduanera, catalogando este destino como profesión de riesgo y reforzando los medios materiales y humanos, desarrollando una verdadera Policía Fiscal, «una necesidad que se ha puesto en evidencia tras los trágicos sucesos en Cádiz».