Este año se ha registrado un repunte de las tensiones

Un estudio concluye que el desafío independentista afectará negativamente a la economía hasta mediados de 2016

Soberanismo
Artur Mas en el Parlamento de Cataluña (Foto: GETTY)

Es bien sabido que uno de los mayores enemigos del crecimiento económico es la inestabilidad institucional, que se refleja en elementos como la prima de riesgo. Dos profesores de Economía con reconocido prestigio, Ferrán Brunet y Javier Santacruz de la Universidad de Essex en el Reino Unido, han diseñado un Índice de Riesgo Catalán en el que se evalúa la incertidumbre económica que provoca el proceso independentista.

Este índice está compuesto por variables como el volumen de artículos susceptibles de cambiar si se modifica el marco regulatorio, así como la creación de empresas, las pernoctaciones hoteleras o la inversión extranjera. 

Parte del rescate bancario español fue para Catalunya Caixa

Este índice arranca en 2004, tras el cambio de Gobierno que permitió arrancar el proceso independentista. Entre 2004 y 2007 la percepción de riesgo se redujo debido al gran crecimiento de la economía española. Después, con la llegada de la crisis y el incremento de los desafíos con el Gobierno central el índice va subiendo peldaños hasta su pico en 2012 cuando ya se habla de independencia y España registra su mayor déficit público de su historia.

Ese año la prima de riesgo patria se dispara hasta los 637 puntos básicos y se pide un rescate a Europa por valor de 41.000 millones de euros, parte del cual lo percibirá Catalunya Caixa. 

Con la llegada del Fondo de Liquidez Autonómica, mecanismo para mutualizar las deudas de las Comunidades, siendo una de las más endeudadas Cataluña, se evita el posible default de esta región siendo España el principal avalista.

Durante este año 2015, el Índice de Riesgo catalán se ha disparado un 20% al haber ya sobre la mesa una hoja de ruta para allanar el camino hacia la independencia con un deflactor que serían las elecciones del 20-D y su resultado final. Por todo ello, estos dos profesores estiman que las tensiones sobre nuestra economía permanecerán al menos hasta febrero-marzo de 2016.

A partir de ese momento, la unión de factores económicos positivos, unido a un discurso creíble y reputado por parte de las instituciones, hará que el riesgo se estabilice a mediados de 2016 y, por tanto, el impacto negativo sobre el crecimiento económico se detenga. 

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