Los dueños de Fluidra prefieren hundir la empresa antes que renunciar al independentismo
Los fundadores y máximos responsables de la compañía cotizada Fluidra han puesto sus intereses políticos por encima de los de sus accionistas y descartan trasladar su sede fuera de Cataluña a pesar del golpe de Estado de Carles Puigdemont. Y por si esto no fuera suficiente su presidente de honor, Joan Planes, ha pedido a los empresarios catalanes, cuyas empresas aún mantienen su domicilio fiscal en la comunidad autónoma, que no se marchen y que le sigan en su cruzada independentista.
Según confirman varios empresarios catalanes a OKDIARIO, Planes defendió el pasado jueves en el Pleno de la Cámara de Barcelona que ninguna compañía debe trasladar su sede y que Fluidra no lo hará «bajo ningún pretexto», ni siquiera aunque se produzca una bajada de las ventas, aumenten las presiones de los inversores ni se disparen los riesgos derivados de la inseguridad jurídica de quedarse en una comunidad que va a ser intervenida porque sus dirigentes han violado la Constitución y han atentado contra la legalidad vigente.
Planes utilizó durante su intervención la misma expresión que el ex presidente Artur Mas refiriéndose al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, cuando hace unos años no llegó a un acuerdo para firmar un nuevo pacto fiscal que diera privilegios a Cataluña frente al resto de España. Así, consideró que todos los empresarios que están trasladando sus sedes sociales utilizan «excusas de mal pagador».
A nadie le sorprendió este posicionamiento de Joan Planes, ya que es uno de los empresarios catalanes independentistas mas activistas dentro de la Camara de Comercio de Barcelona. Su hijo Eloi es ahora el presidente de Fluidra después de que en 2016 su padre le traspasara el timón de la compañía. Eloi Planes pertenece al lobby independentista FemCat, una fundación que respalda el golpe de Estado de Puigdemont y que está integrada por directivos de compañías con sede en Cataluña.
El empecinamiento de la familia Planes para poner a Fluidra al frente de la rebelión secesionista puede salirle muy caro, ya que la compañía cotiza en Bolsa y el precio de las acciones sufrirá tarde o temprano las consecuencias de quedarse en Cataluña.
Los títulos de la compañía cerraron la sesión del pasado viernes en los 8,65 euros, tras registrar una caída del 2,6% justo el día después de que su fundador y presidente de honor realizara la citada intervención en la Cámara de Barcelona. El consenso de analistas que recoge Factset sitúa el precio objetivo de las acciones de Fluidra en los 7,8 euros, es decir, que el mercado espera una caída de los títulos de la compañía cercano al 10%.
Fluidra opera en 45 países a través de 160 delegaciones comerciales y centros de producción ubicados en todos los continentes. El grupo cuenta con un equipo humano de unas 4.300 personas. Su facturación alcanzó los 450 millones de euros en el primer semestre de este año.
FemCat se podría traducir al español como “hacemos Cat», abreviatura de Cataluña y es una organización que agrupa a empresarios y directivos independentistas catalanes cuyo objetivo se resume en su lema: «hacer de Cataluña unos de los mejores países del mundo».
Esta organización defiende la declaración unilateral de independencia y pidió el voto por el sí en el referéndum ilegal del pasado uno de octubre. Está liderada por altos cargos de empresas tales como Vertix, DKV Seguros, Laboratorios Esteve y Agrolimen, grupo de la familia Carulla (propietarios también del diario independentista Ara).