déficit público

El déficit público se sitúa en 87.603 millones y se dispara en noviembre hasta el -7,82% del PIB

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María Jesús Montero, ministra de Hacienda.

El déficit del conjunto de las administraciones públicas -sin contar las corporaciones locales- ha cerrado noviembre en el -7,82% el PIB, lo que supone un incremento de 6,24 puntos sobre noviembre de 2019. En concreto, las necesidades de financiación del Estado se situó en 87.603 millones de euros, 67.975 millones más que en los primeros once meses de 2019, según los datos publicados este viernes por el Ministerio de Hacienda que dirige María Jesús Montero.

Según el informe mensual de Hacienda, este incremento del déficit público se debe «al descenso de los ingresos en un 5,4%, 22.196 millones menos, y a un aumento del gasto del 10,7%, 45.779 millones más». El departamento de Montero cifra en 35.250 millones de euros el gasto total asociado a la pandemia del coronavirus.

El déficit del conjunto de las administraciones públicas -sin contar las corporaciones locales- ha cerrado noviembre en el -7,82% el PIB, lo que supone un incremento de 6,24 puntos sobre noviembre de 2019

El Gobierno espera que el déficit se sitúe en el conjunto del año en el -11,3%, en línea con las previsiones de los principales organismos internacionales y nacionales. La vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha asegurado este viernes que la economía española se está comportando mejor de lo esperado por los analistas, en referencia al dato del PIB del cuarto trimestre del año conocido también este viernes. La economía española ha crecido un 0,4%, lo que ha permitido a Calviño alabar la labor del Gobierno. En el conjunto del año, el PIB cae un 11%, frente al -11,2% esperado por el Ejecutivo en sus previsiones de octubre.

Déficit por organismos

La Administración central concentra la principal carga de este déficit al registrar unas necesidades de financiación de 72.401 millones de euros, lo que supone un aumento de 60.969 millones sobre los primeros once meses de 2019. A estas cifras se han llegado después de que los gastos se hayan disparado un 17% y los ingresos se hayan reducido en un 12,9%. La recaudación por impuestos cae un 14,2%, 22.238 millones menos que en 2019, un 1,99% del PIB. Los gastos crecen en 37.745 millones sobre el ejercicio de 2019, equivalente a un 3,37% del PIB.

«De este incremento, 18.003 millones se han transferido al Sistema de Seguridad Social para equilibrar el impacto económico de la pandemia en sus cuentas, 2.300 millones al Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) para financiar prestaciones contributivas y cuotas de subsidios desempleo y 11.000 millones a las administraciones territoriales correspondientes al Fondo COVID-19», señala Hacienda.

La Administración central concentra la principal carga de este déficit al registrar unas necesidades de financiación de 72.401 millones de euros, lo que supone un aumento de 60.969 millones sobre los primeros once meses de 2019

Crecen también los gastos en salarios públicos. Hasta noviembre ascienden a 16.822 millones, un 2,1% más que en el mismo periodo de 2019. Las retribuciones salariales crecen un 2,7% con 12.920 millones, cifra en la que se incluye la subida de los sueldos del 2% de los funcionarios y la equiparación salarial de la Policía y Guardia civil con los cuerpos policiales autonómicos, que han registrado un gasto de 676 millones frente a 472 millones en el mismo período de 2019.

Las comunidades autónomas han registrado por su parte un superávit de 3.223 millones de euros, frente a un déficit de 3.094 millones en los primeros once meses de 2019. El motivo no es otro que el incremento de los fondos traspasados por la Administración central para hacer frente a la pandemia: se han transferido entre otros 10.950 millones del Fondo COVID-19, 325 millones del Fondo extraordinario de prestaciones básicas de servicios sociales, 300 millones del programa de prestaciones sanitarias y farmacia. De acuerdo con la información transmitida por las regiones, 7.089 millones corresponden a gasto socio-sanitario derivado del coronavirus.

La Seguridad Social ha pasado de un déficit de 5.102 millones en 2019 a un déficit de 18.425 millones en 2020, lo que supone 13.323 millones más. El motivo es el aumento del gasto en un 22,1%, que ha superado en 8 puntos pocentuales al de los ingresos al situarse en el 14,1%.

Por departamento, el Sistema de Seguridad Social registra un déficit de 5.111 millones, un 24% inferior al de 2019, debido principalmente a la transferencia recibida del Estado destinada a equilibrar el impacto en las cuentas de la Seguridad Social derivado del coronavirus. El Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) ha registrado un déficit de 13.245 millones, mientras que en 2019 obtuvo un superávit de 1.488 millones. Esta evolución es consecuencia del aumento del gasto en prestaciones sociales en 16.215 millones y de la disminución de los ingresos por cotizaciones en 207 millones. El Fogasa, finalmente, presenta un déficit de 69 millones, mientras que en 2019 obtuvo un superávit de 135 millones.

En definitiva, el déficit se sitúa de momento rozando el -8% del PIB, a la espera del mes de diciembre. El dato de cierre del año se conocerá el 31 de marzo.

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