Colombia pierde 14.000 euros diarios por fraude en la eléctrica que expropió a Gas Natural Fenosa

Electricaribe
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos. (Foto: EFE)

La expropiación de Electricaribe a Gas Natural Fenosa le está saliendo muy cara al Gobierno de Colombia. El nuevo equipo gestor está perdiendo 50 millones de pesos diarios (unos 14.000 euros al cambio actual) por fraude en las redes eléctricas que se concreta en robo de energía mediante acometidas ilegales. Y en diciembre este agujero será aún mayor: de 75 millones de pesos colombianos (21.000 euros).

Estos son los datos que maneja la nueva gerencia de Electricaribe que tomó el mando tras la intervención de la empresa a la multinacional española. Además de los impagos (provocados en gran medida por la morosidad de los edificios e instituciones públicas) el fraude no para de crecer, constatando lo denunciado tantas veces por Gas Natural Fenosa: que sin seguridad jurídica es imposible la supervivencia financiera de Electricaribe.

Desde que el grupo español fue expulsado del máximo órgano de gobierno de la eléctrica la actividad de los ladrones de energía han aumentado. Son los conocidos como «marañeros», individuos que escalan por los postes de la luz para engancharse a la electricidad de manera ilegal y que actúan con impunidad y respaldados por las mafias locales.

Estos «marañeros» no permiten a los técnicos de la compañía revisar las instalaciones, lo que genera un problema de seguridad de suministro. Las averías no se pueden reparar durante el día porque las mafias impiden la llegada de los vehículos y, cuando acceden a permitir el paso, los operarios se ven obligados a trabajar a altas horas de la madrugada.

A todo ello se suma el hecho de que muchas de las acometidas ilegales se hacen para suministrar electricidad a establecimientos comerciales irregulares que se sitúan justo debajo de los postes de la luz.  en estos casos, los operarios no pueden poner sus escaleras ni trabajar con las mínimas condiciones de seguridad, lo que provoca accidentes.

“El tema es sumamente complejo, pues hasta las labores de lavado se dificultan porque los vendedores no permiten que caiga agua porque les afectaría su mercancía (…)  es necesario que sigamos trabajando de la mano entre Electricaribe, autoridades del espacio público y comercios legales. Nosotros procedemos a retirar las redes ilegales, pero nuevamente alteran las líneas, poniendo en riesgo sus vidas y afectando al suministro de energía”, ha admitido la Gerente de Electricaribe en el Atlántico, Betty Yadira García.

Electricaribe
Un «marañero» realiza una acometida ilegal en un poste eléctrico.

Las mafias llegan incluso a utilizar cables telefónicos para ocultar la manipulación de las redes eléctricas y no ser detectadas. La práctica está tan extendida que en algunas zonas hay más clientes que acceden a la energía de forma ilegal (y gratuita) que usuarios de pago.

Hay dos maneras de tener luz de manera ilegal. Una de ellas, la que se relaciona con los estratos más bajos de la sociedad colombiana, se hace con conexiones directas fuera de los contadores. Se enchufa un cable desde los postes hasta las casas, directamente. La segunda manera de fraude es la manipulación de los medidores a través de chips: una técnica mucho más perfeccionada que permite conectar y desconectar el consumo, así es como la factura de la luz baja a más del 50%.

Gas Natural Fenosa lleva años denunciando esta situación ante las autoridades colombianas, pero éstas han hecho caso omiso de las quejas hasta ahora. Tal como informó OKDIARIO el pasado enero, «los funcionarios locales (policía local, alcaldes…) animan a los propios ciudadanos a no pagar el consumo de la electricidad porque ni ellos mismos lo pagan y cuando los operarios de la compañía se acercan a los postes a quitar las conexiones ilegales, las mafias queman árboles que tiran en medio de la calle para cortarles el paso, incluso ha habido heridos de bala».

Este es uno de los elementos más que están haciendo que el Ejecutivo que preside Juan Manuel Santos estudie la forma de devolver Electricaribe al grupo energético español, al  constatar que los problemas que sufre la compañía no tienen su origen en una mala gestión, sino en la falta de seguridad jurídica que hace que sea imposible rentabilizar lasinversiones.

Cortes de luz y disturbios en las calles

Los tres informes elaborados por el “Agente Especial” designado para gestionar Electricaribe tras su expropiación muestran que el deterioro financiero de la compañía va en aumento, al mismo tiempo que se constata un empeoramiento de la calidad del suministro eléctrico en la región en la que opera la compañía. Los cortes de luz son constantes y se han producido disturbios en las calles.

Durante los primeros cuatro meses de 2017, la empresa ha contabilizado una pérdida después de impuestos de 124.000 millones de pesos (35,9 millones de euros), una cifra que supera en más de 2.700 veces los números rojos del mismo periodo del año anterior (antes de la expropiación), cuando las pérdidas se situaron en los 45 millones de pesos.

Gas Natural Fenosa sólo contemplaría una devolución de Electricaribe si va acompañada con una normativa que asegure el cumplimiento de los contratos y el pago de las facturas, así como con una actualización de las tarifas que responda a criterios de mercado.

Por el momento la empresa que preside Isidro Fainé seguirá adelante con el procedimiento arbitral ante el Tribunal de la Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional (UNCITRAL, en sus siglas en inglés), por el que reclama que se le devuelva Electricaribe» con un marco regulatorio viable y, en su defecto, se le compense por un importe que se cuantificará en el curso del procedimiento, pero que, en base a valoraciones preliminares, superará los 1.000 millones de dólares».

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