Cobra invertirá 665 millones en la construcción de tres parques de renovables en España
Cobra, filial industrial de ACS, apuesta por el futuro sostenible. La compañía va a desarrollar plantas de generación eléctrica renovable en España de 1.550 MW de potencia instalada, subasta que ganó en el mes de julio de 2017. A los proyectos, ubicados en Murcia y Aragón, se destinará una inversión de 665 millones de euros hasta 2020, año en el que deben estar operativas.
De esta manera, Cobra regresa al sector de las energías renovables tras varios años de ausencia debido a los cambios regulatorios, un hecho que dejó la rentabilidad de los proyectos muy comprometida. Con este escenario, la empresa se vio obligada a llevar a cabo ajustes en los costes de diversas tecnologías, como fue el caso de la fotovoltaica, para que las plantas instaladas fueran rentables sin ayudas públicas.
La última inversión de ACS en el ámbito de las instalaciones renovables fue una obra termosolar de 50 MW en Extremadura que se desarrolló entre 2013 y 2015. Sin embargo, ahora Cobra apuesta por la sostenibilidad y muestra su compromiso con energías que ayudan a combatir el cambio climático.
Cobra, que ganó la subasta celebrada por el Ministerio de Energía en julio del pasado año, desarrollará las nuevas plantas en las regiones de Murcia y Aragón. Además, tendrán que estar operativas antes de enero de 2020 y la filial de ACS está a punto de concluir todo el proceso burocrático que permita comenzar la construcción.
Una de estas plantas, que en la actualidad está desarrollada en su totalidad, estará ubicada en la localidad murciana de Mula y se comenzará a construir en el mes de marzo. Este proyecto, en el que se va a invertir un total de 315 millones de euros, contará con una superficie de 1.088 hectáreas y se tratará del parque más grande de todos los desarrollados en Europa en un solo municipio.
Además, Cobra también tendrá presencia en Aragón donde ultima un complejo solar de 550 MW que contará con dos proyectos situados ubicados en la localidad de Escatrón (350 MW) y Chiprana (200MW).
Se espera que es este ‘macroproyecto’ solar comience su construcción en el segundo trimestre de este 2018 y se destinará una inversión total superior a los 350 millones de euros.
Con estas tres plantas de generación eléctrica renovable, sumados a los que Grupo Cobra está diseñando en Extremadura y Castilla La Mancha, la compañía tendrá identificada toda la potencia que se adjudicó en la última subasta de la cartera de Álvaro Nadal.
El volumen de negocio que aportan estos proyectos a la actividad constructora de la filial industrial de ACS superará los 1.100 millones de euros y se estima en más de 250 millones el importe total de los contratos de mantenimiento de estos parques renovables en los próximos años.
Elevada actividad inversora
El Grupo Cobra desarrolla proyectos concesionales de Energía, Agua, Oil&Gas y Transmisión Eléctrica con el objetivo de rotarlos vendiéndolos antes de comenzar su construcción, aliándose con inversores, o al terminar su ejecución.
Tras la última desinversión en Saeta Yield, pactada con el fondo Brookfield, Cobra está ultimando la venta de sus desarrollos fotovoltaicos en España, del mismo modo que ya hizo hace medio año con su parque fotovoltaico Guaimbé, de 150 MW en Brasil, con el traspaso a la energética norteamericana AES. El objetivo de no cargar con ninguna deuda financiera su balance.
Una disciplina financiera llevada por Cobra que le permite tener una posición neta de caja en los últimos años que se incrementará a lo largo de 2018 con las desinversiones programadas en Brasil, España y Saeta.
Relevante impulso de su cartera
Cobra ha incrementado significativamente su cartera durante 2017 gracias a la adjudicación de varios proyectos nacionales e internacionales. La filial de ACS se ha hecho con obras tan significativas como este plan fotovoltaico en España por valor de 1.100 millones de euros y las instalaciones auxiliares de la refinería de Talara en Perú por 800 millones de euros.
Así como las plantas potabilizadoras y desaladoras en Panamá, Chile, Djbouti, Marruecos, Argentina y otros países por importe superior a 500 millones de euros. A los que hay que symar servicios de extracción petrolíferos en Colombia y México, desarrollos eólicos Offshore en Escocia y Taiwán, concesiones de transmisión eléctrica en Brasil y Chile, contratos de mantenimiento de plataformas offshore para Petrobrás y otros contratos recurrentes que han llevado a máximos históricos la cartera de trabajo de Cobra.
Un relevante impulso de la cartera de negocio que asegura a la compañía un importante incremento en la cifra de negocio en los próximos años.
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