Madrid es la autonomía con mejor sistema fiscal y más competitiva

La CEOE defiende la competencia fiscal entre autonomías y municipios en pleno ataque del Gobierno

Gregorio Izquierdo e Íñigo Fernández de Mesa, responsables del Instituto de Estudios Económicos
Gregorio Izquierdo e Íñigo Fernández de Mesa (IEE).

La competencia fiscal entre autonomías y municipios favorece el crecimiento económico, aumenta el nivel de vida de los ciudadanos e incrementa el PIB per cápita de aquellos que tienen impuestos más bajos y controlan en mayor medida el gasto público. Estas son las conclusiones de un informe del Instituto de Estudios Económicos, el ‘think tank’ de la patronal de empresarios CEOE, que defiende la libertad de elección de la presión fiscal y de las facultades que tiene la Administración regional y municipal en pleno ataque del Gobierno, que desde el presidente Sánchez a algunos de sus ministros, entre ellos Calviño, Escrivá y María Jesús Montero, han advertido de su voluntad de eliminar tal clase de competencia, principalmente en el aspecto tributario. Y que así lo ha demostrado con hechos, por ejemplo estableciendo el impuesto sobre las grandes fortunas, que está destinado a desactivar la bonificación del impuesto sobre el patrimonio -total o parcial- que impera en las autonomías gobernadas por el Partido Popular

Según las conclusiones del informe, el establecimiento de tributos específicos sobre determinados sectores económicos y agentes no se justifica ni desde una perspectiva económica ni desde la fiscal, y genera inseguridad jurídica. La adopción unilateral de estas medidas, tal y como quedan reflejadas en sus normativas, dejan de lado la necesaria coordinación internacional y armonización con nuestros socios europeos, lo que origina una erosión adicional de las bases fiscales y pérdida de competitividad de nuestra economía. «Estos gravámenes, más allá de atentar contra criterios de eficiencia económica, introducen un aumento del riesgo regulatorio desincentivando tanto los procesos de generación de ahorro y acumulación de capital como los de inversión necesaria para afrontar retos a más largo plazo que debe afrontar la economía española», señalan los autores del informe.

Según el estudio, las regiones que se encuentran en el primer nivel de competitividad fiscal cuentan con un PIB per cápita mayor que aquellas que se encuentran en el último. De esta forma se demuestra que las regiones que cuentan con un mayor bienestar económico, medido a través del PIB per cápita, son aquellas que presentan un mejor desempeño en competitividad fiscal. En relación con este aspecto, el sistema fiscal más competitivo en España corresponde a la Comunidad de Madrid (76,2 puntos), a los territorios forales del País Vasco (Vizcaya: 81,5 puntos; Álava: 82,2 puntos; Guipúzcoa: 84,8 puntos) y a Canarias (95,2 puntos). De igual forma, los peores resultados se obtienen en las regiones de Cataluña (123,8 puntos), Comunidad Valenciana (116,3 puntos), Aragón (115,3 puntos), Asturias (115 puntos) y Extremadura (110,2 puntos). 

De la misma manera, la comunidad autónoma que obtiene mejores resultados en términos de competitividad regional es Madrid con un valor del Índice de Competitividad Regional (ICR) de 119,3 puntos. La sigue el País Vasco con un valor del ICR de 107,6 puntos y Cataluña con 101,3 puntos, siendo estas tres regiones las únicas que superan la media europea dentro del territorio español. Por el contrario, dentro de las regiones españolas con peores resultados se sitúan Extremadura, Andalucía y Canarias con una puntuación que no alcanza los 80 puntos, muy alejados del promedio europeo.

El informe del IEE incluye una comparativa de la imposición personal en grandes ciudades europeas incluida en un artículo de Alberto Monreal Lasheras, Socio of Counsel de PricewaterhouseCoopers Tax & Legal, relacionando la fiscalidad que recae sobre la renta personal para, de esta manera, introducir un elemento adicional de competitividad fiscal, ya que la competencia de las grandes ciudades por la atracción del talento está cada vez más ligada a la tributación de los ciudadanos. Las ocho ciudades europeas seleccionadas son Madrid, Barcelona, Roma, Lisboa, Berlín, Londres, Ámsterdam y París. De acuerdo con dicho análisis, la tributación por imposición personal sobre la renta, tanto en Madrid como en Barcelona, está en la zona media. Si bien llama la atención que, en ambos casos, la tributación de rentas de 24.000 euros es superior que en el resto. En todos los casos analizados los residentes en Madrid tienen una tributación inferior a Barcelona.

El informe también constata que la competitividad fiscal está relacionada con los indicadores de desempeño de la actividad del sector público. El establecimiento de un marco tributario eficiente y competitivo tiene repercusiones no solo en las cuentas públicas, a través de mayores niveles de recaudación, sino que, por el ejercicio de la corresponsabilidad fiscal, se genera un mayor aprovechamiento o eficiencia del gasto público, tal y como se observa en los indicadores de desempeño correspondientes al presupuesto destinado a educación, sanidad, fomento de la actividad empresarial, innovación o en el tamaño y eficiencia y flexibilidad de los mercados, en particular, en el de trabajo.

Según las conclusiones del informe, un marco fiscal competitivo garantiza la justicia y promueve la necesaria corresponsabilidad a través de una distribución equitativa de la carga tributaria y una gestión eficiente de los recursos públicos. Siguiendo el ejemplo de los países más avanzados de la OCDE, el incremento de la recaudación tributaria debería basarse en el aumento de las bases imponibles, fomentando el crecimiento económico, que es la verdadera palanca de la redistribución, y en la lucha contra el fraude fiscal, más que en incrementar la presión sobre unos contribuyentes que, en el caso de la economía española, ya soportan una carga tributaria superior a la de los países de nuestro entorno, tanto en el ámbito estatal como en el autonómico. Los indicadores analizados muestran que aquellas regiones que ofrecen unos marcos fiscales más atractivos son capaces de atraer empresas aumentando la oferta de empleo de una región e incrementando la competencia por los trabajadores más cualificados.

 

Lo último en Economía

Últimas noticias