GUERRA COMERCIAL

Canadá intensifica la guerra comercial contra EEUU: el boicot llega hasta Netflix y Amazon

El 85% de los canadienses remplazarán productos de EEUU con un sustituto canadiense, según el Angus Reid Institute

El dueño de las mayores cadenas de supermercados en Canadá ve que las ventas de productos de EEUU han "caído en picado"

Un cartel en un supermercado canadiense indica que el producto ha sido
Un cartel en un supermercado canadiense indica que el producto ha sido "preparada en Canadá". (Getty)

El último frente de la guerra comercial entre Canadá y Estados Unidos es en el pasillo de los supermercados. Las réplicas de los aranceles del 25% a exportaciones de Canadá, lanzados por el presidente de Estados Unidos hace unas semanas, Donald Trump, ya han empezado a hacer efecto en la cesta de la compra de su vecino norteamericano. Canadá compra el equivalente de comercio que toda la Unión Europea (UE). El año pasado, el país americano gastó 349.400 millones de dólares en bienes estadounidenses, según el Departamento de Comercio de Estados Unidos. El boicot llega, incluso, a las suscripciones a plataformas de streaming de EEUU. Según Angus Reid Institute, un centro de investigación independiente de Canadá, el 41% de los canadienses dejarán de pedir al gigante de comercio electrónico, Amazon, y el 18% se darían de baja de  Netflix, Prime Video o Disney+.

El contraataque del Gobierno de Canadá, a diferencia de México y China, ha sido a través del lanzamiento de la campaña Buy Canadian (compra canadiense). Este boicot estratégico ha movilizado a los canadienses a comprar productos locales, y dejar de lado las exportaciones provenientes de su vecino al sur, que trasladan precios más altos al consumidor para hacer frente a los mayores costes de importación.

Así, los canadienses ya han empezado a castigar los productos provenientes de Estados Unidos a través de este boicot. Empire Co., el dueño de las mayores cadenas de supermercados canadienses, Sobeys y Safeway, ha apuntado que las ventas de productos estadounidenses se han «desplomado en picado» debido a los aranceles recíprocos entre ambos países, tras presentar resultados del último trimestre. «Hemos escuchado, alto y claro de nuestros clientes que quieren productos canadienses» manifestó Michael Medline, el consejero delegado de Empire Co, hace unos días. En un año normal, alrededor del 13% de la oferta en sus cadenas de supermercados venían de su vecino al sur, este año, Medline aspira a reducir esa cifra.

En las estanterías del Real Canadian Superstore (el Supermercado Canadiense Real, en español) destacan pegatinas rojas con hojas de arce que declaran que los productos son «hechos en Canadá». Esto, según el Consejo del Comercio Minorista de Canadá, significa que al menos el 51% de los costes de insumos fueron canadienses. Alrededor de 80 productos fabricados en Estados Unidos son vulnerables a los aranceles, lo que equivale a 80.000 millones de dólares canadienses (51.270 millones de euros) según el Gobierno de Canadá. Entre ellos, son productos claves en la cesta de la compra, como leche, huevos, vegetales, así como productos electrónicos esenciales.

Además, el boicot ha contagiado a la mayoría de la población del país: cuatro de cada cinco canadienses han señalado que han dado el giro hacia productos locales como consecuencia de los aranceles estadounidenses, según el Angus Reid Institute, un centro de investigación independiente de Canadá. Es más, el 85% de los encuestados han afirmado remplazarán todos los productos de EEUU con un sustituto canadiense. Luego, el 48% han afirmado que cancelarían o demorarían viajes a Estados Unidos como represalias a la postura comercial de la Casa Blanca.

El 41% de los encuestados dejarán de pedir al gigante de comercio electrónico, Amazon, liderado por Jeff Bezos, mientras sigan amenazando a la economía. En los casos más extremos, el 18% se darían de baja de suscripciones de plataformas de streaming de EEUU como Netflix, Prime Video y Disney+.

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