Cambio oficial de fecha: Hacienda confirma el nuevo plazo

El Ministerio de Hacienda ha confirmado un cambio importante en el calendario fiscal para las empresas españolas. Según la última orden publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE), la obligación de remitir facturación automática a Hacienda se retrasará, al menos, hasta enero de 2026. Esta medida afecta a las empresas que tengan ingresos anuales inferiores a los 6 millones de euros, una categoría que abarca a un gran número de pequeñas y medianas empresas que ahora tendrán más tiempo para implementar los cambios necesarios en sus sistemas de facturación dado que la primera intención era establecer esta nueva medida en 2025.

Este retraso no sólo da un respiro a muchas pymes, sino que también responde a la necesidad de resolver detalles técnicos y funcionales sobre el proceso de transmisión de facturas. El objetivo principal de esta normativa es intensificar la lucha contra el fraude fiscal mediante la digitalización y automatización de las relaciones fiscales, lo que permitirá una mayor transparencia y rapidez en el intercambio de información con la Agencia Tributaria. Sin embargo, ante la gran cantidad de alegaciones recibidas, que superan las 200 páginas, Hacienda ha decidido extender el plazo para garantizar que las empresas puedan adaptarse de manera óptima a estos requisitos técnicos. El nuevo calendario establece dos fechas clave para cumplir con las especificaciones de esta nueva normativa. En primer lugar, el 29 de julio de 2025, los desarrolladores de software de facturación deberán adaptar sus sistemas a los requerimientos impuestos por Hacienda. Posteriormente, el 1 de enero de 2026, será el momento en que las empresas deberán comenzar a remitir sus facturas de manera automática, respetando los parámetros establecidos. A continuación, detallamos qué implicaciones tiene esta normativa y cómo afectará a las empresas en el futuro inmediato.

Cambio de fecha: Hacienda confirma el nuevo plazo

Para que el sistema de facturación automática funcione adecuadamente, el Ministerio de Hacienda ha definido que todos los sistemas de software de facturación deberán cumplir con ciertos requisitos técnicos y de seguridad. Estos sistemas deberán garantizar la trazabilidad de todas las operaciones, así como evitar la manipulación de datos contables. Además, Hacienda planea introducir un código QR en todas las facturas, el cual permitirá a los destinatarios y a la propia Agencia Tributaria verificar su autenticidad.

A partir de 2026, las facturas que se emitan deberán incluir el código QR que dirigirá a un enlace con información clave, como el NIF del emisor, el número de serie de la factura, su fecha y el importe total. También deberá figurar en las facturas la frase «Factura verificable en la sede electrónica de la AEAT» o «Veri*factu», lo que contribuirá a la claridad y accesibilidad de los datos para Hacienda y los consumidores. Para empresas pequeñas, que generan menos de cien facturas al año, Hacienda ofrecerá una aplicación gratuita que facilitará el cumplimiento de estos requisitos de forma sencilla.

¿A quién afecta esta normativa?

Esta nueva regulación tiene un alcance específico: afecta a empresas con una facturación anual inferior a los 6 millones de euros. Hasta ahora, aquellas compañías que superan este umbral ya están obligadas desde 2017 a remitir sus datos contables a Hacienda mediante el sistema Suministro Inmediato de Información (SII). Sin embargo, esta normativa actualizada impactará a una mayor cantidad de empresas, ya que busca cubrir aquellos negocios de menor tamaño que, hasta el momento, no estaban sujetos a este nivel de control automatizado.

Es importante resaltar que esta normativa es distinta de la establecida en la Ley Crea y Crece de 2022, que obliga a autónomos y pequeñas empresas a emitir facturas en formato digital. Esta última, aunque comparte el objetivo de facilitar el control fiscal, no es directamente aplicable al intercambio de facturas con la Agencia Tributaria y aún no tiene una fecha de entrada en vigor definida.

Las implicaciones de la trazabilidad en la facturación

Una de las principales innovaciones de esta normativa es la trazabilidad completa en el proceso de facturación, lo cual añade un nivel de seguridad y control adicional en las operaciones comerciales. Los sistemas de facturación deben ser capaces de registrar cualquier modificación en las facturas y alertar en caso de alteraciones no autorizadas. Este requerimiento es crucial para evitar fraudes fiscales, ya que dificultará la ocultación o manipulación de datos contables.

Por otro lado, se exige la conservación y legibilidad de los registros de facturación. Esto significa que las empresas deberán asegurarse de que los sistemas informáticos puedan mantener estos datos de manera segura y accesible en caso de que Hacienda solicite una revisión. La implementación de esta medida permitirá a la Agencia Tributaria un acceso rápido y fiable a los registros en caso de ser necesario, agilizando las inspecciones y el control fiscal de forma considerable.

Desafíos y oportunidades para las empresas

Si bien el nuevo sistema de intercambio de facturas supone una inversión inicial en software y tecnología para muchas empresas, también abre una puerta a la eficiencia operativa y a un mayor control interno. La automatización de estos procesos simplificará las gestiones y permitirá que las empresas tengan un control más preciso de su contabilidad y facturación.

Sin embargo, la implementación de esta normativa no está exenta de desafíos. Las empresas deberán adaptar sus infraestructuras digitales y, en algunos casos, capacitar a su personal en el manejo de estos sistemas. También es importante que se mantengan al tanto de cualquier modificación en las especificaciones técnicas de Hacienda, ya que la normativa podría experimentar ajustes antes de su entrada en vigor definitiva en 2026.