Cambio de 180 grados en los bancos: la novedad que llega a partir de este día
El objetivo es mejorar la accesibilidad de los servicios bancarios
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Las reclamaciones de los usuarios hacia los servicios bancarios han sido una constante en los últimos años, abarcando desde cláusulas abusivas como las cláusulas suelo o el IRPH, hasta productos financieros como las tarjetas revolving o las comisiones por determinadas transacciones. Éste último punto sufrirá un cambio significativo a partir de enero de 2025, cuando las transferencias inmediatas dejen de tener los altos costes que hasta ahora las caracterizaban. Esta medida busca responder a las demandas de los usuarios y mejorar la accesibilidad de los servicios bancarios.
Según el Banco de España, las comisiones bancarias son importes que los bancos cobran como compensación por los servicios que ofrecen, tales como gestionar cuentas, realizar transferencias, evaluar préstamos o emitir tarjetas de crédito. En este contexto, la decisión de reducir los costes de las transferencias inmediatas surge como un paso para alinear las políticas de los bancos con las necesidades de los clientes. Estas operaciones, que permiten enviar dinero en cuestión de segundos, estaban sujetas a tarifas que desincentivaban su uso, pero este cambio busca fomentar su adopción. Varias entidades ya han confirmado la implementación de ésta nueva política.
Cambio en las comisiones por transferencias inmediatas
A partir del 9 de enero de 2025, las transferencias bancarias inmediatas sufrirán una transformación significativa gracias a una normativa aprobada por el Parlamento Europeo. Este nuevo reglamento obliga a las entidades financieras a equiparar el coste de estas operaciones con el de las transferencias ordinarias. El objetivo de esta regulación es fomentar un uso más extendido de las transferencias inmediatas, que permiten enviar dinero entre cuentas bancarias en menos de 10 segundos, las 24 horas del día y los 7 días de la semana. Aunque este tipo de operaciones existen desde 2017, los altos costes aplicados por muchos bancos han limitado su adopción. Ahora, el envío rápido será accesible para todos, igualando el precio al de las transferencias ordinarias, que suelen tardar entre 24 y 48 horas en procesarse.
En España, bancos como CaixaBank, Santander, Sabadell y Openbank ya se han adelantado a la normativa y ofrecen transferencias inmediatas sin coste para la mayoría de sus clientes. Sin embargo, algunas entidades, como ING, aún no han implementado este servicio gratuito, aunque estarán obligadas a hacerlo antes de octubre de 2025. Con la entrada en vigor de esta medida, se espera que las transferencias inmediatas se conviertan en un estándar en la operativa bancaria, promoviendo transacciones más rápidas y seguras.
Las asociaciones de consumidores celebran esta iniciativa, destacando que la eliminación de los altos costes fomentará la inclusión financiera y permitirá que más personas accedan a los servicios bancarios sin barreras económicas. Además, subrayan que este avance coloca a Europa en una posición destacada en el ámbito de las transacciones digitales rápidas, consolidando el papel de la tecnología en la banca moderna y sentando las bases para un ecosistema financiero más ágil y accesible.
Recuperar los planes de pensiones
Por otro lado, desde el 1 de enero de 2025, los titulares de planes de pensiones en España pueden acceder a una nueva opción para recuperar su dinero: las aportaciones realizadas hace más de 10 años, junto con los rendimientos acumulados. Esta medida surge de una reforma legal introducida en 2018 que busca flexibilizar el acceso a los ahorros acumulados y fomentar el ahorro privado a largo plazo, permitiendo a los ciudadanos mayor libertad financiera.
Los planes de pensiones, utilizados por más de 7,6 millones de personas en España, han sido tradicionalmente un recurso para complementar la pensión pública, aunque su rescate estaba limitado a situaciones específicas como la jubilación o la enfermedad grave. Ahora, la normativa permite recuperar las aportaciones de al menos 10 años de antigüedad sin necesidad de justificar un motivo. Esto significa que quienes hayan realizado aportaciones hasta finales de 2015 podrán retirarlas este año, y las realizadas en 2016 podrán rescatarse a partir de 2026, y así sucesivamente.
El rescate se puede realizar en tres modalidades: como un pago único (rescate en forma de capital), en pagos periódicos (rescate en forma de renta), o combinando ambas opciones. Esta elección resulta crucial, ya que el dinero rescatado tributa como rendimiento del trabajo en el IRPF. Por este motivo, se recomienda un análisis fiscal previo para minimizar el impacto tributario. Cabe destacar que que las aportaciones hechas antes de 2007 pueden beneficiarse de una reducción del 40% si se rescatan en forma de capital dentro de los dos primeros años desde que se adquiere el derecho al rescate.
Esta reforma, aunque significativa, no es pionera a nivel global. Reino Unido implementó un cambio similar en 2015 con su reforma «Libertad y Elección en Pensiones», que ofreció a los ciudadanos mayores de 55 años la posibilidad de disponer libremente de sus ahorros de pensión. La experiencia británica mostró que la mayoría optó por retirar sus fondos de una sola vez, destinándolos al consumo, inversión o pago de deudas. En España, se espera que esta medida impulse el uso de planes de pensiones como un recurso más accesible para afrontar el futuro económico.