La caída de la demanda extranjera en Semana Santa pone en alerta al turismo de cara al verano
Las buenas previsiones de ocupación turística en Semana Santa han devuelto al sector el optimismo: la ocupación, según el Ministerio de Turismo, será del 78% y en algunas zonas rozará el 90%. La demanda nacional ha salvado la primera cita turística del año, sin embargo, la incertidumbre sobre las reservas en verano persigue a las empresas tras la caída de la demanda extranjera.
Los españoles viajarán más esta Semana Santa, fundamentalmente por una menor presión de la demanda turística internacional, que favorece el acceso del mercado nacional a algunos destinos. Las reservas de las agencias y los touroperadores están protagonizadas por los turistas españoles este año, en detrimento de los viajes al extranjero por el incremento de los precios, según el informe Perspectivas empresariales para el segundo trimestre de 2019 elaborado por Exceltur.
Durante estos días, seis de cada diez españoles optarán por viajar dentro de nuestro país; mientras que el 40% se desplazará a destinos internacionales, fundamentalmente capitales europeas, según señaló el vicepresidente de la Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV), Carlos Garrido, en declaraciones a Efe.
Pese a que el turismo nacional compensa la balanza en Semana Santa, las previsiones de ocupación son inferiores a las registradas en los años anteriores: en 2018, la ocupación prevista era del 79,1%; mientras que en 2017, la previsión se situó en 79,6%, según los datos publicados por la Ocupación Turística Ocupatur de Turespaña. La diferencia de fechas y la climatología se suman a una caída de la demanda de algunos países emisores.
Objetivo: Rusia, China y EEUU
Las previsiones de Semana Santa confirman un menor dinamismo de la demanda extranjera y el contexto económico no anima al sector. La rebaja de las previsiones económicas europeas tiene un impacto directo en la capacidad adquisitiva de las familias y el consumo de los turistas en nuestro país. La desaceleración económica de la eurozona, junto con la recuperación de otros destinos turísticos, apunta a que la tendencia no se revertirá en los meses de verano.
Por ello, el turismo español ha puesto el foco en Rusia, China y Estados Unidos, tres nichos de mercado que se caracterizan por su gasto turístico y por mantener una prolongada estancia media. «El turista chino va creciendo poco a poco. De los 140 millones que salen de vacaciones, hay 600.000 chinos que vienen a España. Es uno de los grandes objetivos del sector porque su gasto medio es importantístimo», asegura Juan Molas, presidente de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT).
La industria también apuesta por el turismo ruso con diferentes acciones en el país. Entre otros, el Área de Turismo del Ayuntamiento de Málaga está promocionando la ciudad durante el mes de abril con el objetivo de atraer viajeros rusos. «De Rusia salen cerca de 30 millones de rusos y, aunque su primer destino es Turquía, cada vez vienen más a España. Este año, recibimos más de 1,5 millones de turistas rusos este año, la previsión en relación a la contratación de plazas de avión, touroperadores y agencias de viaje, crecerá más de un 20%, con un gasto medio 1.450 euros», asegura Molas.
Estados Unidos y Latinoamérica son otros mercados emergentes para España, ya que pueden compensar la caída de los turistas europeos. «Son alternativas a mercados como el británico o el alemán, para que pensemos en un crecimiento no sólo en temporadas veraniegas, también para descentralizar la estacionalidad».