Bruselas pedirá a Rajoy que negocie con Puigdemont una quita para reducir la presión independentista

Carles Puigdemont
Carles Puigdemont. (Foto: EFE)
Borja Jiménez

La Unión Europea instará a Mariano Rajoy a negociar con el presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, una quita de deuda. Según Bruselas, un gesto de este tipo podría provocar una rebaja en las tensiones existentes entre el gobierno central y la región catalana y, además, un aligeramiento de la importantísima deuda que tiene Cataluña.

La región de Cataluña debe unos 75.000 millones de euros, cifra que sigue creciendo año tras año, y la situación, según todas las fuentes consultadas, es ya insostenible. De esa ingente cantidad de dinero que deben los catalanes, el acreedor de aproximadamente 50.000 millones es España. Y precisamente por ahí es por donde Carles Puigdemont podría lograr una ‘rebaja’ de parte del Gobierno Central; sin embargo, lo cierto es que la tensión actual y las constantes desobediencias de la Generalitat no invitan al optimismo, algo que saben desde Bruselas.

Por ello, la Unión Europea instará a Rajoy a que sea él quien dé el primer paso para sentarse a negociar con Carles Puigdemont de cara una rebaja de la deuda. Recuerden que Cataluña, con sus 75.000 millones de mochila, es de lejos la Comunidad Autónoma española más endeudada; un hecho que podría aprovechar el Gobierno para rebajar los sueños húmedos independentistas a favor de una quita de parte de su deuda.

La deuda catalana no deja de crecer

Desde que Artur Mas se pusiera al frente de la Generalitat, en 2010, la deuda de Cataluña ha ascendido desde los 35.600 millones con los que se cerró 2010 hasta los 75.443 millones actuales. Es decir, que la deriva independentista de Mas y Puigdemont, entre otras muchas consecuencias, también ha logrado multiplicar la deuda de una región que ostenta más de un 26% del total del pasivo de las autonomías españolas.

Cuando el socialista José Montilla dejó de ser Presidente de la Comunidad de Cataluña, a finales de 2010, Artur Mas recibió un legado con una mochila de 35.600 millones de euros de deuda. Sólo cuatro años después, en 2014, el pasivo catalán ya había ascendido hasta los 65.000 millones de euros; 30.000 millones de euros más que cuando se puso al frente de la Generalitat de Cataluña, tal y como se desprende de los datos del Banco de España.

Y la cosa no cesó desde que en enero del año pasado Carles Puigdemont sucediera a Mas, toda vez que en 2016 la deuda ya ascendía a más de 72.000 millones. Hoy, ya alcanza los 75.443 millones según los datos del Banco de España a cierre de primer trimestre de 2017; unos 40.000 millones de euros más que hace siete años, cuando Artur Mas fue nombrado Presidente de la Generalidad de Cataluña y comenzó a gestar la semilla del independentismo en el seno político de la región.

Dependencia de España

Pero, por si esto fuera poco, el principal acreedor de Cataluña es España, que cubre ya el 66% de la deuda total de la Generalitat, según datos del Banco de España. De los más de 75.000 millones de deuda catalana, más de 50.000 millones corresponden a préstamos del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) y otros instrumentos del Estado.

Un porcentaje que se ha cuadruplicado desde 2012 dado que el rating de la deuda de Cataluña está catalogado como ‘bono basura’, lo que no permite a la Generalitat acudir a los mercados o financiarse a través de la banca, motivo por el cual el Gobierno español ‘salva’ a la región al comprar gran parte de esas emisiones de deuda a través de las cuales Carles Puigdemont, por cierto, logra promocionar el independentismo.

Además, la falta de confianza existente en Cataluña la ha convertido también en la única comunidad inelegible en los programas de compra de deuda regional del Banco Central Europeo.

Lo último en Economía

Últimas noticias