El BCE revisará su mensaje de política monetaria este año a medida que se avanza hacia la meta de inflación

Draghi
Mario Draghi

El Banco Central Europeo (BCE) ha planteado la posibilidad de que a partir de este 2018 será necesario dar un giro en el mensaje de la política monetaria de la institución para ajustar gradualmente el lenguaje en línea con las mejores perspectivas de crecimiento y con su «mayor confianza» en que la inflación alcanzará el objetivo de situarse ligeramente inferior al 2% en el medio plazo.

Así se desprende de las actas de la última reunión del Consejo de Gobierno del BCE que tuvo lugar el pasado 14 de diciembre, donde ha intensificado su confianza en que la inflación en la eurozona alcanzará en el medio plazo la meta, pero ha vuelto a incidir en que aún continúa siendo necesario «un amplio grado de estímulos monetarios».

«El lenguaje, relacionado con varias dimensiones de la orientación a futuro de la política monetaria, podría revisarse a principios del próximo año (en referencia a 2018)», ha apuntado el instituto emisor en el documento, para añadir que los responsables políticos del BCE compartieron «ampliamente» la opinión de que la comunicación «debe evolucionar gradualmente».

En este sentido, la entidad presidida por el banquero italiano Mario Draghi también ha explicado que, a medida que se avanza hacia un ajuste sostenido de la inflación, la importancia relativa sobre la orientación a futuro de los tipos de interés aumentará en detrimento del interés de los inversores por el programa de compras de activos.

«Se sugirió que la comunicación del Consejo debería ajustarse gradualmente a lo largo del tiempo para evitar movimientos repentinos e injustificados en las condiciones financieras», ha aseverado la entidad.

El programa de compra de activos (APP, por sus siglas en inglés) se puso en marcha en 2015, mediante el cual se redujeron los costes de endeudamiento, con el objetivo de evitar la amenaza de la inflación e impulsar el crecimiento económico tras la crisis de deuda. El tipo de interés de referencia se sitúa en el 0%, mínimo histórico en el que la tasa permanece estable desde marzo de 2016.

Además, el BCE ha considerado importante reiterar sus decisiones de política de octubre y subrayar el «compromiso» del Consejo de Gobierno con el objetivo de estabilidad de precios, además de reafirmar que continuaba siendo necesario un amplio grado de estímulos monetarios para que la inflación converja hacia la meta, algo que se logrará «gracias» al paquete de flexibilización cuantitativa (QE, por sus siglas en inglés) proporcionado por el BCE.

«El fuerte impulso cíclico y la consiguiente reducción significativa de la holgura económica proporcionaron una mayor confianza en que la inflación convergería hacia el objetivo del Consejo de Gobierno», ha añadido el BCE, a la vez que ha admitido que las presiones subyacentes «se mantuvieron en general apagadas y todavía no han mostrado signos convincentes de una tendencia sostenida al alza».

Subirá tipos al 0,50% en 2019, según Fitch

La agencia de calificación crediticia Fitch ha destacado la buena marcha de la economía europea, lo que contribuirá a que el Banco Central Europeo (BCE) no extienda su programa de compra de activos y acometa sus primeras subidas de tipos en 2019, cuando la tasa rectora del euro llegará a alcanzar el 0,50%.

«Nos sorprendería que el BCE extendiera su programa de compra de activos», ha señalado el director gerente de ratings soberanos de Fitch, Tony Stringer, durante su intervención en un evento celebrado en Madrid, donde ha expresado su confianza en que la entidad presidida por Mario Draghi subida medio punto porcentual los tipos de interés en 2019.

«Pensamos que los tipos de interés se moverán de manera algo más agresiva de lo que espera el mercado», apuntó Stringer, quien prevé que el BCE lleve a cabo «algún tipo de ‘tapering’ antes de final de septiembre», fecha en la que en principio expira el programa de compras de instituto emisor de la eurozona.

La buena marcha de la economía no será, según Fitch, algo limitado a la eurozona, ya que a nivel global la agencia prevé una expansión del 3,3% este año, lo que permitirá a los cuatro grandes bancos centrales seguir una senda de mayor endurecimiento de sus políticas monetarias.

De este modo, Fitch señala que la Reserva Federal de EEUU subirá los tipos de interés en cuatro ocasiones durante 2018, una más de lo previsto por el consenso del mercado, y tres veces en 2019, situando los tipos de interés de EEUU en el 3,5% para finales de 2020.

En el caso del Banco de Inglaterra, que llevó a cabo una subida de tipos de 25 puntos básicos el pasado mes de noviembre, hasta el 0,50%, la agencia no espera un mayor encarecimiento del precio del dinero hasta 2019, mientras que tampoco espera cambios significativos a lo largo de 2018 en la política monetaria del Banco de Japón.

Sobre esta cuestión, Tony Stringer ha destacado que las bajadas de tipos llevadas a cabo por el BCE han permitido a los gobiernos de la zona euro ahorrar un billón de euros en intereses de deuda entre 2007 y 2017, señalando que «a medida que los tipos de interés suban, disminuirá el espacio fiscal».

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