Vivienda

Bankinter alerta: la firma de hipotecas se desploma un 25% y augura el fin del ‘boom’ inmobiliario

dancausa, bankinter
María Dolores Dancausa, CEO de Bankinter.
Eduardo Segovia
  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

El frenazo del mercado de la vivienda ya es una realidad que afecta a las cuentas de los bancos. Así, Bankinter registró un desplome del 25% de la nueva producción de hipotecas en España en el primer semestre del año, y asegura que está en línea con el conjunto del sector. Asimismo, espera que esta debilidad se prolongue durante la segunda mitad de 2023.

«Las hipotecas se ha ralentizado por el efecto de las subidas de tipos, pero hay que tener en cuenta que venimos de años con crecimientos muy fuertes», explicó el jueves la consejera delegada del banco, Dolores Dancausa, en la presentación de sus resultados semestrales

Hay que recordar que, con el euríbor de junio, las hipotecas a tipo variable se han encarecido de media 3.800 euros al año. Y que las ofertas actuales a tipo fijo alcanzan ya el 5% en algunas entidades, como ha informado OKDIARIO. Y se espera al menos una subida de tipos más por parte del Banco Central Europeo la próxima semana, lo que dejará el precio oficial del dinero en el 4,25%.

Estos porcentajes de caída de la firma de hipotecas coinciden con las cifras del Colegio de Registradores de mayo (último dato publicado). Es decir, la tendencia parece clara. Sin embargo, la caída del 25% del Bankinter abarca el semestre entero, lo cual es mucho más preocupante. Otras entidades, como Ibercaja, prevén que continúe el frenazo del mercado, aunque en este caso descarta caídas de precios.

Fracaso de la medida de Calviño

Esta escalada de los intereses para los hipotecados también ha disparado la amortización anticipada de las hipotecas, que se ha duplicado en el primer semestre respecto al mismo período de 2022. Algo que Bankinter achaca a que los clientes tienen liquidez y prefieren utilizarla para quitarse hipoteca y así no pagar más intereses.

Lo que no aprecia la entidad es un movimiento relevante de clientes que se cambien de tipo de hipoteca (de variable a fija), un movimiento que ha tratado de favorecer la vicepresidenta Nadia Calviño al imponer su gratuidad en 2023 para los hipotecados en situación vulnerable. Podemos pretende extender esta medida a todo el mundo y sin límite temporal. Pero, al menos en el caso de Bankinter, esta medida no está teniendo apenas aceptación. Tampoco detectan cambios de entidad, es decir, ni sus clientes se están llevando su hipoteca a otros bancos, ni los de la competencia están trayendo la suya a Bankinter.

Un 25% de la nueva producción de hipotecas se ha firmado a tipo fijo, mientras que el 75% son a tipo variable, es decir, ligadas al euríbor. Algo que indica que los compradores de vivienda no esperan que los tipos de interés suban mucho más allá de los niveles actuales, sino que bajen en el futuro -el mercado prevé que los descensos empiecen a principios de 2024- y no quieren atarse a un tipo fijo a unos niveles tan altos como los actuales.

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