El Banco de España vuelve a pedir al Gobierno que se «mejore la baja productividad y reduzca el déficit»
El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha afirmado este lunes que el nivel de incertidumbre es todavía «muy elevado» en la economía española, por lo que ha pedido que el Gobierno de Sánchez tome medidas ante la «baja productividad» un «ajuste para reducir el déficit público». Para el responsable del banco central, todas estas cuestiones han de tenerse en cuenta a la hora de analizar los datos de paro publicados este lunes por el Ministerio de Trabajo y Economía Social.
«Son importantes consensos mínimos», ha dicho para alertar de un «riesgo real» que «podría tener consecuencias negativas para el crecimiento económico». «La fragmentación ya está dificultando el logro de consensos», ha aseverado.
Así lo ha expuesto en la jornada sobre Perspectivas financieras para un incierto 2024, organizado por Abanca y La Voz de Galicia en la sede del Museo Santiago Rey Fernández-Latorre, en la que ha augurado para este año «movimientos en la inflación» con una «tendencia a la reducción» de los tipos de interés en 2025, en concreto en junio. «Más allá dependerá de los datos», ha apostillado.
El Banco de España sobre la economía
Cuestionado también sobre los retos que debe afrontar España, ha apuntado a «mejorar» el entorno de confianza en las instituciones, una política fiscal «contractiva» y abordar «la baja productividad», que ha vinculado, entre otras cuestiones, con los costes laborales, con el «tamaño muy reducido de las empresas» y el actual sistema de reasignación de recursos.
A ello, el responsable ha sumado un sistema educativo con una alta tasa de abandono escolar. «Además de en la normativa laboral, hay que poner el foco en las políticas activas de empleo», ha afirmado al abogar por una formación de los desempleados adaptada a las necesidades de las empresas. También ha planteado aumentar el peso de la formación dual.
Mientras, cuestionado por la subida del salario mínimo interprofesional (SMI), ha dicho que «si se toman esas decisiones, es importante acompañarlo de políticas de incremento de la productividad» y tener en cuenta la «dimensión regional» por el diferente impacto, ha añadido, según las autonomías.
Además, ha planteado abordar un proceso de la consolidación fiscal, una reducción gradual del déficit estructural, con un gasto más eficiente y eficaz, y afrontar «mejoras» en el aspecto impositivo al considerar que hay demasiado peso sobre las cotizaciones sociales.
En cuanto a las pensiones, ha alertado del «incremento muy significativo de la tasa de dependencia» y ha manifestado que «descansar todo en el ajuste de las cotizaciones sería negativo», por lo que no ha descartado activar «en algún momento» la cláusula de salvaguarda.
En materia de vivienda, ha sentenciado que «España tiene un problema de oferta» y ha planteado medidas «en concurso con el sector privado y focalizarse en el alquiler social».
En su intervención ha aludido, además, a unas previsiones macroeconómicas «favorables» para este año, 2025 y 2026, pero ha insistido en los «elementos de incertidumbre» por un contexto geopolítico «con tensión», a lo que ha sumado otros «domésticos», entre los que ha hecho referencia a la «incertidumbre política» o «el elevado déficit público con carácter estructural».
Y aunque ha urgido un «ajuste», ha abogado por reformas estructurales y una «buena selección» de los proyectos con financiación europea para minimizar el impacto en la economía. Preguntado por el gasto en Defensa, ha aseverado que «esto requeriría que el gasto en sí mismo fuera coordinado a nivel europeo y con financiación común».
Y es que, en su intervención, ha incidido en la necesaria «coordinación» en Europa con aspectos incorporados al «presupuesto común» de cara a evitar la «fragmentación». «No tenemos un mercado de capitales único», ha lamentado.
Asimismo, ha indicado que «el proceso de unión bancaria se vería favorecido si tuviéramos bancos europeos, no solo nacionales», ha dicho al ser cuestionado sobre la posibilidad de fusiones transfronterizas.
Por otra parte, en cuanto a los retos del Banco de España, ha dicho que seguirán revisando el cumplimiento de las medidas aprobadas para favorecer las cancelaciones anticipadas en hipotecas y ha apuntado a otras como las relacionadas con evitar la exclusión financiera.
En este sentido, ha destacado las iniciativas puestas en marcha por las entidades, pero ha asegurado que deben evaluarse cuáles son «los mecanismos más eficaces».
Preguntado por las reticencias de las entidades bancarias en cuanto a la remuneración de los depósitos, lo ha vinculado «con el exceso de liquidez en España» y con «la caída» de los créditos. No obstante, ha dicho que «empezará a repuntar la competencia» cuando se reduzca la citada liquidez y aumente el volumen de crédito.
En su conferencia, también ha hecho referencia a otras cuestiones como seguir avanzando en la educación financiera, que ha planteado incorporar al sistema educativo, o incidir en la «conducta» y el «trato adecuado a los clientes» por parte de las entidades financieras, así como prestar atención a los nuevos operadores por el proceso de digitalización del sector.
Por su parte, en la presentación del ponente, el presidente de Abanca, Juan Carlos Escotet, ha destacado su conocimiento técnico y su aportación de «sensatez al sector bancario en momentos muy difíciles».
«Vas a dejar una huella perdurable en el Banco de España por tu claridad e independencia», ha remarcado también en una intervención en la que ha incidido en la necesidad de «nuevas herramientas» para los retos del futuro.