CALIDAD CREDITICIA

La banca vende inmuebles por 3.340 millones mientras Sánchez usa los de la Sareb para comprar votos

Los bancos españoles mejoran la calidad global de su cartera crediticia y reducen el 14,5% las adjudicación de activos

El Banco de España cree que sólo 193.000 hogares se acogerán a las ayudas hipotecarias

La compraventa de viviendas cae un 7,1% en febrero y la firma de hipotecas baja un 5%

La banca vende inmuebles por 3.340 millones mientras Sánchez usa la Sareb para comprar votos

El Gobierno ha decidido dedicar el grueso de las viviendas de que dispone Sareb al alquiler social en vez de a cumplir el objetivo del banco malo de vender los activos heredados de las cajas de ahorros quebradas. Pero se trata de una maniobra puramente electoral, ya que hay mercado para colocar estas viviendas: la banca española vendió activos inmobiliarios por 3.340 millones de euros en 2022, según los datos aportados por el Banco de España a través del Informe de Estabilidad Financiera.

Como recoge el último informe del organismo que preside Pablo Hernández de Cos, la banca comercial española redujo el volumen de activos adjudicados en 3.340 millones de euros el año pasado.  Eso representa el 14,5% menos los activos adjudicados frente al año anterior, sobre todo inmuebles, que sitúan el volumen total en 19.700 millones de euros a diciembre del año pasado. Si se considera que el saldo de créditos hipotecarios apenas baja el 0,2% en 2022 y sigue por encima de los niveles de antes de la pandemia, se puede apreciar la calidad de las carteras crediticias de la banca española.

La gestión del crédito desarrollada por las entidades privadas deja en evidencia -por comparación- las deficiencias del llamado banco malo, la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), que después de diez años en activo, no solo mantiene más de 15.633 millones en inmuebles, sino que ha visto cómo su objetivo cambia para reorientarse al alquiler social, con lo que espera beneficiarse electoralmente.

Los datos del Banco de España vienen a demostrar que el mercado absorbe la vivienda que sale en venta a pesar del encarecimiento de los créditos y la pérdida de poder adquisitivo de las familias. Sin embargo, la Sareb, creada para dar salida a los activos (y créditos) que las cajas de ahorro rescatadas tenían en sus balances, lejos de cumplir su objetivo inicial, dedicará ahora al alquiler las viviendas que posee.

La reducción en las ejecuciones (sobre todo hipotecarias) mantiene la tendencia de los últimos años. De hecho, desde el inicio de la pandemia, los «activos improductivos» procedentes de adjudicaciones, han bajado en más de 11.000 millones de euros (el 36%).

En menor nivel de riesgo, los préstamos en vigilancia especial caen el 12,2% (0,9 puntos menos), hasta suponer el 7,1 % del crédito total concedido a empresas y familias. Pese a la mejora, los préstamos bajo vigilancia especial son, todavía, el 24,5% mayores que antes de la pandemia.

Por sectores, en 2022, los activos problemáticos suben 0,4 puntos porcentuales en el segmento de las familias hasta el 5,5% mientras registran una fuerte bajada de 2,6 puntos entre empresas y empresarios individuales para situarse en el 9,8 %.

En paralelo, las operaciones refinanciadas o reestructuradas caen también hasta el 4,2% del total del crédito al sector privado, tras registrar un retroceso interanual de 0,8 puntos y haber caído, en términos de volumen, el 16,5% desde finales de 2021, cuando alcanzaron el nivel prepandemia.

Provisiones recomendadas

El Banco de España destaca que la oferta de obra nueva «continúa siendo escasa» y sigue condicionada por los elevados precios de los materiales de construcción y una «marcada insuficiencia de mano de obra». Por ello, añade, el flujo de nuevas hipotecas ha perdido dinamismo durante el segundo semestre del año, hasta registrar una caída interanual del 5,4 % en el cuarto trimestre.

En su opinión, «el traspaso de carteras deterioradas es algo especialmente complejo en contextos de elevada incertidumbre, por lo que el incremento observado refleja la necesidad de que las entidades mantengan una política de provisiones prudente que facilite estas operaciones». Por ello, añade, es importante mantener una vigilancia prospectiva de la calidad crediticia, a pesar de su evolución reciente favorable.

Los riesgos sobre la actividad crediticia y la inflación, y, sobre todo, el endurecimiento adicional de las condiciones, podrían dar la vuelta a esta mejora de la calidad crediticia; por lo que el supervisor bancario recomienda a las entidades financieras «estar muy presentes en la planificación de provisiones y capital».

En todo caso, el supervisor bancario da un aviso a navegantes: «El Banco de España vigila de forma estrecha y frecuente la evolución de los mercados financieros, las vulnerabilidades identificadas en el mercado inmobiliario y la posible acumulación de desequilibrios macroeconómicos ligados a la inflación, y ajustaría los requerimientos macroprudenciales si así fuera necesario».

Para el organismo de la madrileña Plaza de Cibeles, el traslado de la subida del euríbor a los tipos medios de las carteras de préstamos a familias y empresas apenas alcanza el 30% de los préstamos a hogares para adquisición de vivienda y en el de crédito a empresas no financieras.

El volumen de dudosos del crédito al sector privado residente (familias y empresas) mantuvo su tendencia a la baja en 2022, con una reducción superior a los 9.000 de euros, el 18,5% de caída interanual.

En el crédito al consumo, con ratios de dudosos más elevadas, bajaron también hasta volver a niveles previos a la pandemia. De hecho, la ratio de dudosos de diciembre pasado se colocó en los niveles más bajos desde 2008 (para ese mismo mes) el 3,5 % tras bajar en 0,8 puntos porcentuales.

A vueltas con los ICO

Las empresas que cuentan con un crédito avalado por el Instituto de Crédito Oficial (ICO) redujeron la disposición de fondos en la misma proporción en que empeoraba su calidad crediticia. El importe de estas operaciones baja el 11,3% a diciembre de 2022.

Los créditos ICO en vigilancia especial bajan 0,8 puntos hasta representar el 19,6% del total. Los activos dudosos crecen el 78,8%, lo que sube la ratio de dudosos en 3,6 puntos, hasta el 7,1%. Los créditos clasificados como dudosos morosos son los que más crecen, el 177% interanual, mientras que los ‘dudosos no morosos’ aumentan a un ritmo del 29,6%.

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