El aumento de los costes hunde a las empresas: el 30% no alcanzará su facturación precovid hasta 2023
A lo largo de la 2021 gran parte del tejido productivo español ha sufrido un empeoramiento de su situación económica: las empresas, más endeudadas desde 2020, siguen facturando menos que antes de la pandemia. Ahora, la crisis de suministros y el aumento de los costes posponen su recuperación, lo que hace que cerca del 30% de las empresas no espere volver a los niveles de facturación prepandemia hasta 2023.
A los problemas de dimensión, se añaden las presiones crecientes sobre los costes. El 74% de las empresas afronta un aumento de precios de sus consumos intermedios. A pesar de que la magnitud del incremento es calificada como significativa por una de cada dos empresas, su impacto no se está trasladando con la misma intensidad a los precios finales: menos del 30% de las empresas lo ha hecho.
La inflación está siendo asumida en gran medida por los márgenes comerciales, comprimiéndolos y tensionando con ello el riesgo de crédito de muchas empresas. Este panorama se mantendrá previsiblemente en 2022, ejercicio para el que tres cuartas partes de las empresas auguran costes intermedios superiores a los actuales, pero sólo el 44% de las empresas prevé incrementar sus precios en el primer trimestre.
Al incremento de los precios y la debilidad de la facturación se suman los problemas de suministro para el que las empresas auguran una cierta persistencia. Sólo el 21% prevé que los problemas se resuelvan antes de que finalice 2021. El 54% espera que las distorsiones perduren al menos durante la primera mitad de 2022 y algo más de un cuarto, hasta finales de año.
Sangría de empresas
Pese a que lo peor de la pandemia parece haber quedado atrás, las empresas españolas siguen sufriendo la caída de ingresos y el incremento de costes. La economía española cerró el mes de octubre con cerca de 35.750 empresas menos que antes de la crisis en términos promedios y en comparación con 2019. Esto supone que en el año y medio posterior a la crisis se ha producido una sangría de empresas, que se ha llevado por delante a 53 sociedades cada día.
Hasta octubre de este año sólo se ha recuperado el 65% de la caída en el número de empresas experimentada en los primeros meses de la pandemia, según Cepyme, que ha destacado que, aunque el año empezó bien por el efecto base, el crecimiento en el número de empresa ha ido perdiendo vigor de manera progresiva hasta el tercer trimestre de 2021. A cierre de octubre, el número de empresas inscritas en la Seguridad Social era de 1.318.777, lejos de los 1.340.414 de diciembre del 2019.
El encarecimiento de los precios de la energía y de la crisis de suministros ha debilitado «notablemente» en el sector industrial, donde se registra un saldo negativo de empresas de más de 3.000 sociedades en comparación con los primeros diez meses de 2019. En relación a octubre de 2020, la industria tuvo un crecimiento casi plano, de sólo el 0,3%.
Precisamente, los precios de la energía y materias primas son considerados por las empresas españolas como el principal condicionante de su actividad para 2022, seguido por los costes laborales. Así lo señalan seis de cada diez empresas encuestadas -el 62,8% en el caso de los precios energéticos y el 59,1%, en relación con los costes laborales-.