La auditoría de Airtex detectó indicios de «fraude» en las cuentas de la filial de First Brands
Activa Auditoría alertó que las "incorrecciones materiales" podrían derivarse de un "fraude o error" casi un año antes de que cayera First Brands
Exactamente 94 días antes de que First Brands, el fabricante de autopartes, entrara en concurso y sacudiera al mundo del crédito privado a finales de septiembre, las alarmas ya estaban sonando en el Viejo Continente. Activa Auditoría, la firma auditora contratada para revisar las últimas cuentas de Airtex España en 2024, identificó el agujero financiero que existía dentro de la estructura de capital del grupo español tres meses antes de que su matriz, First Brands, se declarara insolvente en Estados Unidos. «Esta situación indica que existe una incertidumbre material que puede generar dudas significativas sobre la capacidad de la sociedad para continuar como empresa en funcionamiento», ha concluido el grupo contable al finalizar las últimas cuentas depositadas en el Registro Mercantil.
«Existe una incorrección material en las cuentas anuales adjuntas cuyo efecto es muy significativo», ha arrojado la auditoría, además de añadir que dichas incorrecciones podrían «deberse a fraude o error» por parte de la propia compañía. Este informe desfavorable fue emitido el 27 de junio de 2025, apenas tres meses antes de que su matriz, First Brands, entrara en concurso en Estados Unidos y mientras su fundador, Patrick James, aún estaba adquiriendo empresas en el Viejo Continente. No es la primera vez que First Brands ha sido salpicada con acusaciones de fraude: un grupo de prestamistas envueltos en los procedimientos concursales acusaron al grupo de «fraude generalizado», mientras que el nuevo consejero delegado del grupo, Charles Moore, admitió que halló pruebas de «facturas falsas» ante el juez.
Este periódico ha adelantado en las últimas semanas cómo Airtex, un grupo de referencia en el mundo del motor español, trasladó su negocio de forma repentina a la fábrica de una filial en Ploiești (Rumanía) y ejecutó un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en Aragón, a pesar de tener un balance saneado. Una investigación de este periódico ha hallado que First Brands, el conglomerado de autopartes ahora envuelto en un concurso mediático en Estados Unidos, recibió casi 44 millones de euros en préstamos por parte de Airtex en los meses previos a su quiebra. En este sentido, las últimas cuentas sugieren que estos préstamos fueron el detonante que llevó a Airtex a la insolvencia actual que se refleja en las cuentas anuales.
En concreto, fuentes conocedoras han denunciado a este periódico cómo el grupo estadounidense que presidía Patrick James presuntamente empezó a mover el capital dentro de distintas filiales desde su adquisición de Airtex España en 2019 para solventar deudas pendientes dentro de First Brands. En total, un centenar de acreedores que han hecho reclamaciones en Estados Unidos ahora buscan recuperar en torno de 11.000 millones de dólares (9.532 millones de euros) en pasivos ante el Tribunal de Quiebras del Sur de Texas, según indican los documentos judiciales.
Así, Activa Auditoría ha destacado estas prácticas contables en su informe y ha reconocido que Airtex estaba «integrada en un grupo de empresas y, en el transcurso de su actividad, ha realizado transacciones comerciales y de financiación con diversas empresas del grupo». «Consideramos que el adecuado registro de las operaciones con partes vinculadas constituye un aspecto relevante de la auditoría». Además, han recalcado que las cuentas remitidas por Airtex no reflejaban la imagen fiel de la empresa. «En nuestra opinión […] las cuentas anuales adjuntas no expresan en todos los aspectos significativos, la imagen fiel del patrimonio y de la situación financiera de la sociedad», han explicado.
Implicaciones en la banca española
El escándalo financiero de First Brands ha arrastrado a los grandes jugadores de la banca española, entre ellos, al BBVA y al Banco Santander, cuya exposición a través de Deva Capital y sus filiales en México y Brasil asciende a 300 millones tras financiar al grupo neerlandés Ultinon —como adelantó este periódico— además de la compra de Novares por parte del fundador, Patrick James. Esta cifra sólo ha crecido de los 55 millones contemplados inicialmente, que son préstamos garantizados por Bank of America.
El periódico financiero The Wall Street Journal adelantó la semana pasada que esta cifra ascendía a los 300 millones, tras hallar que Deva Capital, el brazo de crédito privado del banco de Ana Botín, financió la compra de Novares por parte del fundador de First Brands con un préstamo puente.