Así veranearemos este año: a partir de agosto, en el interior y huyendo de las zonas comunes
Las más de 220.000 viviendas de uso turístico que hay en España se acercan a la temporada alta estival con muchas dudas. Aunque en los últimos días se ha producido un incremento de las reservas, lo cierto es que este verano será muy diferente a los demás. Primero, porque no contarán con la habitual aportación de los turistas internacionales -sólo el año pasado nuestro país recibió 83,7 millones de visitantes extranjeros-, y segundo, porque los usuarios están cambiado su hábitos vacacionales en busca de mayor seguridad ante la pandemia.
En líneas generales, el mayor número de reservas se está concentrando en el mes de agosto y por parte del turista doméstico. ¿Qué buscan? Alojamientos ubicados en el interior del país o en zonas con poca carga turística, que sean espacios individuales y que -preferiblemente- no tengan zonas comunes.
Mientras las zonas del interior ganan adeptos, las Islas Canarias y las Islas Baleares son las grandes castigadas de la crisis del coronavirus. A su alta dependencia del turismo extranjero hay que sumarle otro factor: la conectividad aérea, limitada casi a cero en las últimas semanas a causa de la pandemia.
Madrid y Barcelona también son los otros dos grandes mercados perjudicados dentro del sector turístico, según Fevitur (Federación Española de Asociaciones de Viviendas y Apartamentos Turísticos). En su caso, porque además de los habituales turistas de ocio y compras, también han perdido al turista de congresos y conferencias.
«La España vaciada ha encontrado en esta crisis una palanca para cambiar su modelo económico en base al turismo», explica Tolo Gomila, presidente de Fevitur a OKDIARIO. En cuanto a las reservas, recuerda que el sector partía de cero solicitudes tras decretarse el estado de alarma, «así que la subida es muy prudente. Todavía es pronto para poder hacer una valoración, pero no podemos ser optimistas», dice.
¿El turismo nacional será suficiente?
El turista nacional será la clave de esta temporada de verano, pero no será suficiente para compensar la aportación de los visitantes extranjeros. Sólo en 2019, España recibió la cifra récord de 83,7 millones de turistas internacionales que gastaron más de 92.000 millones de euros, según los datos del INE (Instituto Nacional de Estadística). Los principales países emisores fueron Reino Unido, Alemania y Francia. Sólo Reino Unido aportó 18 millones de visitantes y los otros dos, 11,1 millones en ambos casos. Cataluña fue la principal comunidad de destino, con 19,3 millones de turistas, seguida de Baleares, con 13,6 millones y Canarias, con 13,1 millones.
Aunque todavía hay muchas dudas sobre cómo reaccionarán los turistas extranjeros esta temporada estival, lo cierto es que los Gobiernos de Francia y Alemania han desaconsejado a sus ciudadanos viajar a España. «Todo dependerá de la confianza que tenga el viajero», dice el responsable de Fevitur.
La crisis del coronavirus también se traducirá en una bajada de los precios de las viviendas de uso turístico. La Federación ha cifrado el ajuste en un 15%, aunque sobre todo hace hincapié en que muchos anfitriones han flexibilizado las políticas de cancelación.
Los errores del Gobierno
El sector se ha mostrado crítico con con la gestión que el Gobierno ha hecho de la crisis, comenzando por las fases y las condiciones sanitarias del plan de desescalada. El Ejecutivo permitió la actividad de las viviendas de uso turístico con limitaciones en la fase 1, pero no autorizó la libre circulación de personas. A efectos prácticos, eso dejaba a los establecimientos sin ninguna opción real de retomar la actividad.
La Federación cree que el mayor error del Gobierno fue declarar una cuarentena de 15 días para los visitantes que llegaran a nuestro país procedentes del extranjero, lo que dio una gran ventaja a otros países competidores como Italia o Grecia.
Otra de las críticas del sector recae sobre el decreto sobre los ERTE, que reduce las bonificaciones de la Seguridad Social a empresas de menos de 50 trabajadores. «A día de hoy, la realidad es que ya tenemos que empezar a pagar la Seguridad Social de los trabajadores que estén en un ERTE de fuerza mayor, y casi no hay actividad. Es un suicidio. O se encuentra una método asimétrico o esto generará muchos concursos de acreedores y pérdidas de miles y miles de puestos de trabajo”, denuncian desde Fevitur.
Las viviendas de uso turístico también denuncian que los créditos del ICO aprobados por el Gobierno no están llegando a las empresas. «Sólo se están dando créditos a aquellos que tienen garantías adicionales para poder avalar», aseguran desde Fevitur, que engloba a 23 organizaciones del país y representa a cerca de 186.000 viviendas de uso turístico de las más de 220.000 que hay en toda España.
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