Antolín cierra un préstamo con el ICO y la banca por 150 millones de euros

El Grupo Antolín, el proveedor español de soluciones tecnológicas para el interior del automóvil, ha formalizado un préstamo sindicado por valor de 150 millones de euros para impulsar su plan de transformación. La operación se enmarca en el plan de avales del Instituto de Crédito Oficial (ICO), que tiene el fin de respaldar el acceso a financiación para empresas con exposición a aranceles en Estados Unidos (EEUU). Además de con el ICO, cuenta con el apoyo de la banca (BBVA, HSBC, Caixabank, Santander y Sabadell).
La financiación, que cuenta con un plazo de vencimiento de siete años y 18 meses de carencia, complementa el esfuerzo sostenido de Antolín por optimizar su estructura financiera y consolidar su plan de transformación, con el que avanza hacia un modelo de negocio más eficiente, innovador y sostenible.
La operación, en la que PwC ha asesorado a Antolín, permite extender la vida media de la deuda y aumentar la posición de liquidez, lo que refuerza la solidez financiera de la compañía. Además, proporciona a la empresa un margen operativo adicional, lo que le permite enfocar sus recursos en el desarrollo de su hoja de ruta estratégica.
Gracias a su estrategia, Antolín ha conseguido elevar su rentabilidad a pesar del desafiante contexto de mercado y continúa profundizando en un modelo de negocio que responda de manera eficiente a los retos actuales del sector, con un enfoque en el valor a largo plazo y alineado con las nuevas demandas de la industria de la automoción.
El rescate de Antolín
El pasado mes de mayo, el Estado decidió llevar a cabo el rescate del Grupo Antolín con 230 millones de euros de dinero público, pese a que ya habían caducado los fondos de rescate creados durante el coronavirus para evitar la quiebra de empresas en dificultades derivadas de la pandemia.
El grueso de esta refinanciación correría a cargo del ICO, y avalaría el 75% de un préstamo bancario por 150 millones de euros. Igualmente, el Instituto aseguró que concedería 30 millones de euros más de los que asumiría todo el riesgo. A esto se añadieron otros dos organismos, Cofides y Sepides, que le concederían 25 millones de euros cada uno.
Con este dinero, Antolín tenía el objetivo de refinanciar un bono por ese importe que cotizaba con un fuerte descuento en el mercado, al 80% de su valor nominal. La deuda generó intereses superiores al citado 10% y, además, vencerá en abril del próximo año. Es decir, cambiará deuda con acreedores privados por deuda con el Estado.