Aloisio (industria cárnica): «Hay poderes económicos y políticos que quieren acabar con la carne»
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"Con las cosas del comer no se juega", afirma el director general de Anice
Giuseppe Aloisio, director general de la Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España (Anice), que representa a la industria cárnica del país, concede una entrevista a OKDIARIO en la que afirma que existen «intereses económicos» e ideológicos que luchan «por el control de la proteína», es decir, que buscan que este tipo de consumo «no sea animal, sino vegetal o alternativa». Así, el sector se encuentra difamado por numerosos flancos, mientras otros tratan de aprovecharse económicamente de estas debilidades.
El representante de la industria, sin embargo, insiste ante los micrófonos de este periódico que «la carne es fundamental para el crecimiento cognitivo y físico», por lo que tiene intención de combatir todos los ataques y luchas por la reputación de esta actividad.
PREGUNTA.- La industria cárnica ha recibido muchas críticas. ¿Cómo las han recibido?
RESPUESTA.- Yo empecé profesionalmente en España a trabajar en el sector cárnico en el año 1996. No se hablaba de la reputación del sector, se hablaba de que las empresas tenían que ganar tamaño porque había un universo de pymes que restaba competitividad. Se hablaba del relevo generacional, del desafío de las exportaciones…
25 años después, todos estos grandes retos se han ido cumpliendo o están en vías de cumplimiento. Pero antes no se cuestionaban cosas tan básicas como la alimentación, como la ingesta de proteína animal, como el sacrificio de los animales… ¿Que qué es lo que ha cambiado? Pues, evidente, el contexto social de nuestro país, pero un poco también el de esta Europa decadente.
«Vivimos una batalla mundial por el control de la proteína y hay muchos intereses que quieren que esa proteína no sea animal, sino vegetal o alternativa», afima el representante de la industria cárnica
Ha habido un boom de los movimientos animalistas, muy arropado por grandes corporaciones también, que viene de otros. Se ha ideologizado muchísimo alrededor de la carne. Se ha polarizado el discurso y las conversaciones alrededor de la carne, han nacido las proteínas alternativas, las proteínas vegetales, los insectos, la carne de laboratorio… Se ha creado un relato que ha ido demonizando al sector ganadero cárnico. Creo que es el gran reto al que nos vamos a enfrentar en un futuro próximo En los próximos años, intentaremos desmontar el falso relato de opiniones absolutamente interesadas y movidas por grandes intereses económicos y, sobre todo, bursátiles. Porque no dejo de decir que vivimos una batalla mundial por el control de la proteína y hay muchos intereses que quieren que esa proteína no sea animal, sino vegetal o alternativa.
P.- Entonces, ¿hay poderes económicos y políticos detrás de los ataques?
R.- Hay una mezcla y un mix perfecto. Hay una alineación de astros absolutamente nefasta para los intereses del sector primario. Estamos sufriendo las consecuencias a diario. No hay día que no haya un informe de no sé qué institución y luego te das cuenta de que detrás siempre hay fondos y patrocinadores. O estudios realizados por alguien que está directamente vinculado con movimientos, con asociaciones, con fondos contrarios al sector ganadero cárnico.
No hay día que no nos despertemos con una noticia en contra de la carne, en contra de la ingesta. La carne está considerada como la culpable de muchas enfermedades y no se cuenta la otra parte. La ingesta de carne en una dieta equilibrada como la dieta mediterránea, entre otras cosas, nos está garantizando a los españoles tener una longevidad y una calidad de vida absolutamente espectaculares.
Casi 100 millones de personas que vienen al año a visitarnos no es solamente por la playa, por lo monumental que es España, por la cantidad de cosas que ver… Sino porque quieren sentirse durante 15 días españoles: quieren comer jamón, quieren comer buena carne, quieren disfrutar de la gastronomía española, donde la carne y los productos cárnicos tienen un gran peso en esa marca España que orgullosamente nosotros abanderamos y que difundimos en más de 120 países.
«El sector cárnico exporta casi tres veces más que el aceite de oliva y casi tres veces más que el vino. Es el primer sector de la alimentación y bebidas en facturación, en exportación y en empleo», asegura Aloisio.
El sector cárnico exporta casi tres veces más que el aceite de oliva y casi tres veces más que el vino. Esto nadie lo dice. El primer sector de la industria de alimentación y bebidas en facturación, en exportación y en empleo. Y esto tampoco se dice mucho. Bueno, y aquí hoy nosotros tenemos que reivindicar un poco nuestro papel y reivindicar la importancia que tiene no solamente el sector dentro del PIB español, sino de la carne y de sus derivados en una dieta equilibrada.
P.- ¿La carne es sana?
R.- La carne es absolutamente sana. Es un alimento que ha convivido con nuestra civilización desde hace miles de años. Gracias a la carne, hemos bajado de los árboles. La carne es fundamental para el crecimiento cognitivo y físico en muchísimas franjas de edades. El aporte de la carne, de los nutrientes y vitaminas que solo la proteína animal tiene, es absolutamente insustituible por ningún otro tipo de proteína, aunque haya otros que digan que no, pero esto ya no lo dice la patronal de la carne, sino que lo dicen los nutricionistas, los médicos, los científicos. Están advirtiendo de los graves perjuicios que están teniendo, por ejemplo, los niños por no ingerir carne en su desarrollo cognitivo y físico.
P.- ¿Cómo se han tomado la última resolución de la UE sobre el etiquetado de los productos vegetarianos?
R.- Es un caso que es una cuestión prejudicial. La industria de productos vegetales francesa la ha elevado al Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Esta sentencia sentará doctrina en el resto de Estados miembros, pero cada país tiene algo diferente. ¿Por qué lo digo? Porque en España nosotros tenemos un decreto que ya define lo que son las denominaciones cárnicas.
Define que, para llamar a un producto cárnico, tiene que tener entre sus ingredientes carne, grasa, sangre u otros despojos comestibles, por ejemplo, las tripas. Esto está claramente definido en un real decreto y hay una mesa de coordinación de calidad que hace el Ministerio de Agricultura con las comunidades autónomas donde, además, refrenda esa disposición legislativa.
Nosotros nos hemos unido a la proteína animal del pescado con Anfaco, con Fedecarne y con Avianza porque creemos que el marco legislativo no ha sido suficientemente desarrollado y nos hemos sentido demasiado desprotegidos. Ha habido una usurpación de nombre y una información falseada al consumidor. Fíjese si somos buenos, que nos imitan.
Nos imitan, rechazan la carne, pero juegan con la evocación del producto, con lo cual eso es para nosotros un engaño y un fraude al consumidor. No solamente eso, si es un producto vegetal, ¿Por qué está en el lineal, al lado del producto cárnico? Es un producto vegetal cuya composición no necesita refrigeración. ¿Por qué está en un lineal de refrigerado consumiendo espacio que podría estar ocupado por productos cárnicos?
Hay toda una hipocresía detrás de esto, porque, si ha sido tan bueno en fabricar un producto redondo con la apariencia de una hamburguesa, ¿Por qué no ha sido tan bueno en inventarse un nombre de un producto absolutamente diferente y tiene que recurrir a la evocación del producto que estoy demonizando?
Detrás de eso también hay lagunas legales y nosotros, desde el sector, estamos impulsando modificaciones al Ministerio de Agricultura para que se cree un amparo legal. Que llamemos a cada cosa por su nombre para diferenciar el producto cárnico del producto que no lo es.
P.- ¿Les perjudica la situación del sector ganadero?
R.- Todo lo que le pasa al sector ganadero tiene un reflejo y una consecuencia directa en el sector de la transformación. Nosotros vivimos en una simbiosis constante dentro de una cadena, que es la cadena ganadero- cárnica. Muchas veces tiene sus tensiones, porque se crea una relación de cliente-proveedor, pero, al margen de esas relaciones que son absolutamente sanas, trabajamos siempre con una óptica de cadena.
Como he dicho anteriormente, el sector ganadero tiene sus problemas, sus preocupaciones. Y hay una cosa que me gustaría también desmontar, que es la demonización constante que se hace del sector ganadero con respecto a los gases de efecto invernadero. Resulta que nosotros, analizando el inventario de gases de efecto invernadero sobre datos oficiales que publica el Ministerio de Transición Ecológica, vemos que el 75% del inventario está formado por los gases emitidos por el sector industrial de refinería, consumo de combustible y transporte.
«Hay mucha hipocresía, hay mucha demonización del sector ganadero», afirma el representante de la industria cárnica
La ganadería no llega al 10%, está en 9,8%, pero es el foco de los males del planeta. Sin contar que el balance que se hace en la ganadería no son emisiones directas, que es lo que se le computan al transporte, sino que son emisiones globales.
Hay mucha hipocresía, hay mucha demonización, y esto está ligado con lo que decía antes. Hay una asfixia regulatoria que está creando ese ecosistema desfavorable para el sector ganadero, para que empecemos a abandonar las producciones. La hiperregulación que viene de Europa asfixia las posibilidades de competitividad, de crecimiento y de relevo generacional que pueda tener un sector primario. Eso provocará un abandono de esas explotaciones. Empezaremos a perder soberanía alimentaria y tendremos que importar de terceros países que no tienen ni los estándares de calidad que tiene la Unión Europea ni, por supuesto, ese patrimonio rural que tenemos que ir conservando porque es la esencia de nuestro país.
Nosotros empatizamos con el sector ganadero y, de hecho, nos hemos unido también a otra iniciativa que se llama Si yo no produzco, tú no comes, que está lanzada por una agencia de comunicación junto con Cooperativa Agroalimentaria de España, porque queremos poner en valor el trabajo que hace el sector primario, por un lado, y, en el siguiente eslabón, el sector industrial. En ganadería se han reducido un 3% las emisiones solamente en un año. Y esto tampoco se dice. Vamos a hablar de las cosas importantes, que al final son las cosas de comer. Y como nos decían desde chicos: con las cosas de comer no se juega.