Alemania y Japón crean un frente común para atacar la guerra comercial de Trump y su ‘America First’

Trump
Shinzo Abe, primer ministro de Japón y Angela Merkel, canciller alemana. Foto: Getty
María Villardón

Angela Merkel, canciller alemana, y Shinzo Abe, primer ministro de Japón, han decidido poner en marcha un frente común para enfrentar las políticas proteccionistas de Donald Trump y su America First. Ambos mandatarios han abogado por por el libre comercio, así como por las reglas justas y democráticas.

Aún queda el sabor amargo de la visita de Merkel a los EEUU y el ‘no apretón’ de manos entre la canciller y el presidente Trump. El republicano no está haciendo amigos en el globo, a excepción de Rusia, pues con la mayoría de mandatarios ha tenido algún altercado que señalar. A Merkel no le quiso dar un apretón de manos y a Abe le dio la mano durante más de 20 segundos, un hecho más en la lista de anécdotas del magnate hotelero. 

Merkel lanzó un mensaje sin tapujos al republicano. «Queremos un mercado abierto y libre, queremos un comercio justo, no queremos levantar ninguna barrera; en la era del internet de las cosas, queremos también conectar nuestras sociedades y cooperar de forma justa. Eso es el libre comercio», ha explicado Merkel después de que EEUU dificultara ayer las negociaciones sobre esta cuestión en la reunión de los ministros de Finanzas del G20.

Nuevamente EEUU se pone manos a la obra y ha cuestionado algunos de los acuerdos que borran las fronteras en el intercambio de bienes entre países. Ayer se puso en entredicho el NAFTA, el tratado de libre comercio de América del Norte que Trump se plantea revisar.

Abe abogó por una unión más firme de Japón con Alemania, no le temblaba el pulso al afirmar que apuesta, sin duda, por un acuerdo comercial que favorezca el comercio entre la Unión Europea y el país asiático. Una intervención diplomática, pero potente: “Japón comparte el respeto por la libertad, los derechos humanos, y las reglas de juego democrático”.

Quiere una fuerte alianza con Alemania para «proteger el sistema abierto». Merkel ha recogido el guante y se ha comprometido a ser el «motor» en las negociaciones para el acuerdo de libre comercio con Japón. El primer ministro japonés irá a mañana hasta Bruselas a reunirse con los principales representantes de la UE para poner sobre la mesa su rechazo a las políticas de Trump contra el libre comercio.

Los expertos consultados por OKDIARIO creen que este frente unido entre Japón y Alemania es “bastante absurdo” porque, aducen, al final no habrá “ninguna oleada proteccionista por parte de Trump”.

Las mismas fuentes explican que la preocupación de la canciller alemana debería ser la política nacional y “su claudicación ante Turquía”. El domingo, durante un discurso pronunciado en Estambul, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan acusó a Merkel de usar «métodos nazis contra los hermanos que viven en Alemania y contra mis ministros y diputados».

China también se prepara para la guerra comercial

El gigante nipón se prepara para cualquier escenario que pueda llegar de EEUU y ha buscado consejo entre sus expertos. Si Donald Trump endurece las normas del libre comercio, a China no le quedará más remedio que buscar mercados alternativos.

Los asesores políticos creen que es probable que la Casa Blanca imponga aranceles más altos en los que China tiene superávit con EEUU: la industria acerera, mobiliaria y las empresas chinas presentes en suelo norteamericano.

Por ello, China no hará frente, como Japón, con occidente, pero sí va a buscar otras opciones para que su economía no se resienta. Se plantean buscar nuevos proveedores de productos agrícolas o maquinaria, así como reducir la exportación de productos como móviles o portátiles.

Pero no se trata solo de hallar nuevas sendas, sino de imponer una ofensiva contra las medidas de Trump. Por ello, si las amenazas llegan a puerto, no tienen ninguna intención de quedarse quietos: subirán los impuestos a las empresas de EEUU, impondrán restricciones a las grandes multinacionales y limitarán su acceso al creciente sector servicios.

Pekín ha sido uno de los blancos del republicano en su campaña electoral y ahora se preparan por si “los planes salen mal”. Y por ahí parece que va el camino, la semana pasada el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin ya declaró que no tienen intención de iniciar una guerra comercial, pero “se deben reexaminar las relaciones entre países para ser más justos con los trabajadores estadounidenses”.

Será el mes que viene cuando veamos a Donald Trump, presidente de EEUU, y a Xi Jinping, presidente de China juntos. El republicano será el anfitrión del mandatario chino, veremos la anécdota ‘Trumpiana’ que se queda en los libros.

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