Acciona impugna el contrato que el presidente de Acuamed dio a la constructora donde trabaja su hermano
Acciona impugna el contrato de 90 millones que el presidente de Acuamed ha adjudicado a Ferrovial, donde trabaja su hermano
Acciona no da por perdido el contrato de 90 millones de euros de la ampliación de la desaladora de Torrevieja que Francisco J. Baratech, presidente de Acuamed -empresa pública dependiente de Teresa Ribera que gestiona las desaladoras del Mediterráneo-, ha adjudicado a una Unión Temporal de Empresas (UTE) integrada por Ferrovial Construcción, empresa donde su hermano es un alto cargo.
Acciona ha presentado el 15 de abril un recurso de impugnación ante el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales, dependiente de Hacienda, por la decisión de Acuamed de calificar su oferta para ampliar la desaladora como baja temeraria y no aceptar después los argumentos esgrimidos por Acciona, que es la constructora que construyó la planta y la está gestionando actualmente.
Como ha publicado este diario, Acuamed expulsó a Acciona del concurso al no aceptar las explicaciones que requirió a la empresa para que justificara su oferta, calificada de baja temeraria al superar por un puñado de euros la media del resto de ofertas más un 10%. Pese a que Acciona construyó la desaladora y la está gestionando desde hace 10 años, Acuamed no aceptó sus explicaciones y la sacó definitivamente del concurso.
Como también publicó este diario, el presidente de Acuamed, Baratech, adjudicó el contrato a una UTE integrada por Ferrovial Construcción y Sacyr Construcción, que hizo una oferta 13 millones de euros más cara. En Ferrovial Construcción trabaja como Director de Clientes Antonio Baratech, hermano del presidente de Acuamed.
Fuentes de Ferrovial explicaron a este diario que Antonio Baratech no participa en los concursos y sólo tiene contacto con las empresas cuando ya son clientes de la firma. Además, señalaron, en la UTE también está Cadagua, filial de agua de Ferrovial, que es la responsable.
Acciona no ha aceptado la decisión de Acuamed de descalificarla de un concurso que se ha convertido en una patata caliente para la empresa pública. La nota técnica conseguida por Acciona fue de 25 puntos, por 29 de la UTE de Ferrovial y Sacyr, cuatro puntos más. El resto de ofertas no superó los 21,5 puntos.
Fuentes del sector aseguran que es muy raro que Acciona obtuviera esa puntuación de Acuamed teniendo en cuenta que es la que está gestionando la desaladora de Torrevieja actualmente y es una de las grandes empresas a nivel mundial en construcción de estas infraestructuras. Tampoco entienden las fuentes consultadas que una empresa pública acepte pagar 13 millones más cara esta obra, teniendo en cuenta que Acciona ha superado la media del resto de ofertas por la mínima.
Se da la circunstancia de que Acciona denunció públicamente que Acuamed le debía más de 90 millones de euros por la factura de la luz de la desaladora de Torrevieja. El problema es que el alza en el precio de la electricidad por la invasión de Ucrania afectó duramente a Acuamed porque estas instalaciones necesitan una ingente cantidad de energía para funcionar.
Debido a sus problemas de tesorería, generados en gran parte porque el precio de venta del agua desalada a los agricultores está por debajo de su coste, Acuamed acumuló varios meses sin pagar a Acciona, como adelantó Expansión. El problema tenía difícil arreglo porque el precio del agua no se puede subir sin que los agricultores protagonicen protestas, de alto coste político. La solución ha sido una inyección de 600 millones de fondos públicos desde los Presupuestos Generales a Acuamed, que tuvo que solicitar un crédito a la banca mientras llegaban esos fondos.
La secuencia de hechos es que tras esta demanda pública, Acuamed ha expulsado a Acciona del concurso de la ampliación de esta desaladora, que pasará de tener capacidad para generar 80 hectómetros cúbicos de agua al año a 120 hectómetros cúbicos anuales.