Víctor Sánchez, el chico del Castilla que no se dejó comprar
Víctor Sánchez del Amo será el primero que saldrá a por todas el próximo miércoles ante el Barcelona. El entrenador del Deportivo de La Coruña ha demostrado desde su juventud que él no se relaja ni devuelve favores.
Y es que, por La Coruña planea una idea oscura desde que el partido del Barcelona ante el Valencia terminase y los de Luis Enrique tengan que viajar a tierras gallegas a jugar una final por la Liga. La temporada pasada el Depor remontó un 2-0 en el Camp Nou para conseguir la salvación ante un Barcelona que levantó el pie mientras celebraba el título de Liga. Por lo tanto, con la salvación virtualmente conseguida para los gallegos, se especula con que le devuelva el favor al conjunto catalán. Pero Víctor no lo permitirá.
El madrileño siempre ha sido un jugador muy competitivo y poco amigo de hacer favores al rival. Tal y como demostró con el Castilla el 19 de mayo de 1996. El filial blanco recibía a un Almería lleno de urgencias en el Santiago Bernabéu en la última jornada de Segunda División. Los madridistas estaban más que salvados y estaban situados en las posiciones de playoff de ascenso a Primera División. Aunque al ser filial no podía ascender.
A los andaluces le hacía falta un punto para asegurar la permanencia y esperaban una ayuda del Castilla. Los blancos salieron con una relajación impropia, pero Víctor fue la excepción. El interior lo dio todo a pesar de no jugarse nada. El partido finalizó con 1-1 y el Almería terminó salvado.
Fabio Capello ya sabía que iba a dirigir al Real Madrid a la temporada siguiente. El italiano no perdió ojo del partido de Víctor y éste se lo recompensó subiéndole al primer equipo. Esa temporada Víctor jugó 38 partidos, anotó cinco goles y terminó ganando la Liga.