GP de Bélgica de F1

Verstappen corta las alas a Sainz y Alonso acaba quinto en Spa

Verstappen en Spa, el circuito del GP de Bélgica
Verstappen, en Spa. (AFP)
Pedro Antolinos

Max Verstappen y Red Bull compiten en otra liga y esa es la realidad a día de hoy en la Fórmula 1. Carlos Sainz realizó una carrera impoluta pero no pudo subirse a lo más alto del podio en Spa. El piloto madrileño sólo pudo ser tercero tras acabar acabar por detrás del campeón del mundo y Sergio Pérez. Fernando Alonso acabó quinto tras realizar una salida mágica y verse perjudicado por un toque de Hamilton en la primera vuelta. Una sanción final a Leclerc le hizo adelantar un puesto una vez finalizada la carrera.

Domingo 28 de agosto, plena operación retorno y media España estaba delante de la televisión para presenciar un Gran Premio de Bélgica que se presentaba histórico. Carlos Sainz y Fernando Alonso han traído de vuelta las carreras a nuestro país después de años de zozobra. La esperanza por ver a un español subirse a lo más alto del podio en el Gran Circo nos ha hecho retroceder años atrás en el tiempo y esa esperanza ahora la representa un piloto madrileño que era uno más de los que entre 2005 y 2006 soñaba con emular los logros de Alonso.

En Spa Carlos Sainz salía desde la pole y Fernando Alonso desde la tercera posición tras una clasificación histórica para España. Ambos se aprovecharon de las sanciones de Verstappen, Leclerc o Norris que iban a salir desde el fondo de la parrilla después de haber tocado el motor en los días previos. Aún así, la mayor amenaza para la victoria del español la iba a representar el actual campeón del mundo y líder del Mundial que en los entrenamientos previos demostró que estaba un escalón por encima del resto. Aún así, Sainz salía primero y Max decimotercero. Había motivos para soñar. La segunda victoria de su carrera estaba en su mano y para ello una salida óptima era primordial. Todo a la espera de la hipotética llegada a los puestos de cabeza del piloto de Red Bull.

Y la salida fue una absoluta locura. Principalmente por culpa de un Fernando Alonso que volvió a hacer magia para rebasar a Pérez y situarse en segunda posición. Metros después, Hamilton le cerró, provocó un incidente y el asturiano perdió la posición con Pérez y Russell. La rajada del bicampeón del mundo también queda para la historia de la Fórmula 1. El campeón inglés tenía que abandonar mientras Carlos Sainz se marchaba en solitario con el objetivo de coger los máximo segundos posibles con respecto a un Verstappen que estaba en sexta posición mientras avanzaba poco a poco camino de la posición de Sainz.

A la décima vuelta la degradación de los neumáticos de Carlos Sainz era evidente. El madrileño salió con blandos y acabó pagando una estrategia que le obligaba a entrar de ipso facto para no seguir perdiendo tiempo. Al parecer el holandés también sufría con una degradación más alta de lo esperado. El español paró en la vuelta 11 y salió en sexta posición mientras el líder del Mundial ya encabezaba la cabeza. El madrileño se estaba jugando la carrera y tenía que tráfico para no perder tiempo con el holandés, que entró cuatro vueltas más tarde.

Red Bull juega en otra liga

A falta de 28 vueltas, Carlos Sainz seguía dominando la carrera a más de cuatro segundos del campeón del mundo. Max tenía un neumático más joven y recortaba tiempo metro tras metro. Defender la primera posición iba a ser poco más que un milagro y el adelantamiento del holandés llegó en la vuelta 18. El piloto de Red Bull en Bélgica compite en otra liga y esa es la realidad. La diferencia de ritmo era abismal.

Checo Pérez también adelantó a Sainz con mucha facilidad y la lucha del madrileño ya pasaba por mantener el podio ante Russell. El objetivo era ser el primero de los mortales. Y finalmente lo consiguió en una carrera donde quedó de manifiesta la absoluta superioridad de Red Bull. El piloto madrileño sacó el máximo rendimiento a su Ferrari y aprobó con nota en una carrera en la que Alonso también demostró que está por encima de su coche. Además de dejar una salida mágica que le hizo colocarse en segunda posición, el bicampeón del mundo logró terminar en una meritoria quinta plaza. El próximo domingo Verstappen correrá en casa y buscará ser profeta en su tierra. Ya va encargando su segundo título. A día de hoy no tiene rival.

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