UEFA vs Atlético: una vieja enemistad
La sanción al Wanda es el último capítulo de una serie de históricos encontronazos
El arbitraje del turco Babacan en Glasgow forma parte de la leyenda negra de la UEFA
En 2008 la UEFA cerró el Calderón por incidentes provocados por aficionados del Olympique
El Atlético ya está en modo Champions
El Atlético no da crédito: pita el alemán Siebert
El cierre parcial del Metropolitano a 48 horas del partido ante el City, con todas las entradas vendidas, sobre el que los servicios jurídicos del Atlético trabajan para revertir o tratar de atenuar, es tan sólo uno de los múltiples ejemplos de atropellos que ha sufrido el club por parte de la UEFA. Arbitrajes desastrosos, sanciones desmesuradas, clausuras o prohibiciones federativas que no han hecho sino alimentar la teoría de que existe algún tipo de animadversión del máximo organismo futbolístico europeo. Los ejemplos se cuentan a docenas. Vayamos con los más sangrantes.
El escándalo de Babacar
El turco Dogan Babacan había sido futbolista profesional antes que árbitro. Sin embargo era un verdadero terror para los jugadores, que conocían su fama de tarjetero, labrada a fuego desde que se convirtió en el primer trencilla en mostrar una tarjeta roja directa en una Copa del Mundo. Sin embargo su sentido estricto de la disciplina nunca fue tan extremo como en el partido de ida de las semifinales de la Copa de Europa 73-74 entre el Celtic de Glasgow y el Atlético de Madrid. Expulsó a tres jugadores rojiblancos y montó un escándalo de proporciones bíblicas que obligó a la policía a entrar en el campo al acabar el choque. El Atlético aguantó de pie la embestida y sacó un valioso empate a cero que luego ratificaría con un 2-0 en la vuelta en el Calderón, pero la respuesta de la UEFA fue contundente: tres partidos de sanción a cada uno de los expulsados y otro más a Melo, Ovejero y Alberto por protestar al árbitro después del encuentro. Pudo haber sido peor porque el delegado de la UEFA en el Celtic Park de Glasgow llegó a pedir que se expulsase al Atlético de las competiciones europeas.
El robo de Parma
En la Recopa de Europa 92-93 el Atlético ya venía de una batalla campal en Atenas ante el Olympiacos ante la total anuencia del árbitro, que permitió absolutamente todo, incluso agresiones policiales a Sabas y Schuster y una lluvia de objetos que cayó sobre los jugadores rojiblancos al final del encuentro. La UEFA no sólo no cerró el estadio griego, sino que impuso una multa económica a los rojiblancos.
Sin embargo la gota que colmó el vaso llegó en la vuelta de las semifinales ante el Parma. El Atlético había perdido en la ida en el Calderón, pero se puso 0-1 en la vuelta y tenía a los italianos contra los cuerdas. Fue entonces cuando intervino el árbitro alemán Schmiduber dejando sin sanción dos claros penaltys sobre Sabas y Solozábal y expulsando a Juanito, que indignado le arrojó el balón. Luego expulsaría tras el partido a Vizcaíno y Alfaro y Jesús Gil, indignado, le acusó de haberse vendido al Parma por 300.000 dólares. La UEFA volvió a actuar de manera implacable: seis partidos de sanción a Gil y a Juanito, cinco a Schuster, cuatro a Tomás, tres a Toni y dos a Vizcaíno.
El gol que no entró en Creta
En 1994 el Atlético viajó a la isla griega de Creta con la escasa renta de un gol conseguido en la ida en el Calderón. El checo Jiri Ulrich le señaló un penalty en contra a Caminero, al que además expulsó en la misma jugada. El meta Diego detuvo el lanzamiento del máximo castigo, pero el árbitro interpretó que el balón había superado la línea y dio gol ante la indignación generalizada. El Atlético demostró con imágenes que el balón no había entrado y pidió la repetición del partido, pero la respuesta de la UEFA fue sancionar a Caminero con cinco partidos.
Cierre del Calderón
En 2008, en la fase de grupos de la Champions, el Atlético recibió al Olympique de Marsella, tristemente conocido por el carácter violento de sus aficionados ultras, que protagonizaron gravísimos incidentes en el Calderón, obligando a los antidisturbios a intervenir. Varios seguidores franceses acabaron en prisión, pero quien recibió el castigo fue el club rojiblanco. La UEFA le cerró el estado dos partidos, aunque el recurso posterior lo dejó en uno a puerta cerrada.
Dos ventanas sin fichar
En 2016 la UEFA sancionó con dos ventanas completar sin fichar a Real Madrid, Barcelona y Atlético por no respetar la normativa en lo referente a contrataciones de futbolistas menores de edad. El Atlético protestó y llegó ante el TAS poniendo como ejemplo casos como el del Chelsea, a quien se le redujo la sanción. Lo mismo hizo el Real Madrid, que tuvo éxito en su recurso, pero con el Atlético la UEFA fue implacable y le obligó a cumplir íntegro el castigo, lo que imposibilitó que jugadores como Diego Costa o Vitolo pudieran ser utilizados durante varios meses.
La expulsión de Torres
En abril de 2016 el Atlético se enfrentó en el Camp Nou al Barça en la ida de los cuartos de final de la Champions. El equipo arrancó como un cañón y se puso 0-1 por delante con un gol de Fernando Torres, pero entonces tomó los mandos el árbitro alemán Felix Brych, que en sólo 10 minutos, del 25 al 35, le mostró dos tarjetas amarillas a un jugador que nunca se caracterizó ni por ser violento ni por protestar. La segunda cartulina, por un leve empujón a Sergio Busquets, despertó la absoluta indignación de los jugadores, pero ya no hubo marcha atrás. Obligado a quedarse con unos menos durante una hora de partido, el Atlético acabó perdiendo 2-1, aunque remontaría en la vuelta en el Calderón.
A jugar en Bucarest…y Savic
La aparición de la cepa británica del coronavirus en enero de 2021 también le costó cara al Atlético. El Gobierno restringió la entrada a España de vuelos que procedieran del Reino Unido con pasajeros no residentes ni nacionales, lo que imposibilitaba que el Chelsea pudiera jugar en Madrid la ida de los octavos de final de la Champions. La solución fue irse a Bucarest, a un estadio neutral, mientras que la vuelta sí se disputó en Stamford Bridge, donde la UEFA se volvió a cebar con el Atlético: Savic fue expulsado y la sanción resultó totalmente desproporcionada: cuatro partidos, lo que dejó al montenegrino fuera de prácticamente toda la fase de grupos de la siguiente temporada.
…Y esta temporada
Desde el nefasto arbitraje de Daniel Siebert en el Atlético-Liverpool a la expulsión y sanción de tres partidos a Carrasco en Oporto, la expulsión de Felipe en Liverpool, el silencio de la UEFA ante los insultos a Simeone en Manchester o, ahora, el cierre parcial del Metropolitano. La temporada está agudizando la crisis entre el Atlético y la UEFA y la relación, lejos de enfriarse, no deja deteriorarse. El club se siente perseguido y los ejemplos, desde luego, parecen darle la razón.