El Tigre vuelve a rugir: Tiger Woods conquista el Masters de Augusta 14 años después
14 años después, con 43 y tras bordear la retirada definitiva en más de una ocasión. De rojo y negro, como en las grandes tardes, y con la seguridad propia de toda una leyenda del golf. Tiger Woods conquistó su quinta chaqueta verde en el Augusta National Golf Club en una jornada trepidante en la que el golfista norteamericano se mostró superior a Finau y Molinari en el partido estelar y manejó a la perfección la rebelión de outsiders como Johnson, Koepka y Schaufelle. La tormenta llegó al Masters de Augusta en forma del rugido del tigre. Tiger Woods ha vuelto y lo ha hecho a lo grande, con su 15º major cuando muchos ya le daban por acabado.
Llegaba el domingo a Augusta con la incertidumbre repartida en lo deportivo y lo meteorológico. De conocer si la jornada podría disputarse del tirón debido a la fuerte amenaza de tormenta a saber si Tiger Woods, 14 años después, podía volver a conquistar la chaqueta verde de campeón. El Tigre había regresado por sus fueros con tres recorridos notables que le mantenían a escasos dos golpes del líder, un Francesco Molinari que se había mostrado como el mejor de forma indudable a través de la solidez de su juego, absolutamente certero con hierros y putter.
Los nervios acechaban a los participantes del partido estelar, con Finau completando el threesome obligado por el tiempo. Augusta tenía más actividad que nunca debido a las posibles inclemencias del tiempo y el adelanto de la jornada –comenzó a las 7:30 hora local– no impedía la emoción por una de las jornadas finales más abiertas en los últimos tiempos.
Molinari quería su segundo grande y dominó a la perfección las primeras complicaciones, salvando el par en el día con varios putts de notable medición. Tiger amagaba con acercarse gracias a un birdie en el hoyo 3, que sin embargo fue contestado con dos bogeys en los siguientes. Por detrás, el peligro de Koepka acechaba desde atrás, con Mickelson y Poulter tirando de veteranía y talento buscando la machada. Schauffele, el benjamín de la lista de candidatos a la chaqueta verde, también se apuntaba a la fiesta merced a su agresivo juego.
Todo estaba muy igualado y Molinari no estaba dispuesto a fallar. La lluvia también aguantaba, todo lo contrario que Finau, el menos candidato dentro del top 5, que se caía pronto con varios fallos imposibles para un potencial ganador en Augusta. Jon Rahm, por su parte, comenzaba una remontada que le pondría en un momento a dos golpes del liderato. No tuvo opción de triunfo el de Barrika, que volverá para ganar en el futuro y ya con dos top 10 a sus espaldas con sólo 24 años.
La presión marca la diferencia en Augusta, y en los últimos años Spieth o Rose son algunos de los ejemplos de aquellos que tuvieron en su mano la chaqueta verde pero acabaron por sucumbir ante rivales mucho más fríos de cabeza en el momento clave. Tiger no iba a fallar en estas lides, mientras que Molinari no parecía dejar un sólo resquicio a la duda, pero acabó cayendo.
El sublime golfista italiano dejó de lado su regularidad en un momento fatídico, en el hoyo 12, en el que un doble bogey devolvía la más absoluta emoción al torneo. Por entonces Cantley y Schauffele comprobaban como su coliderato del Masters a escasos hoyos del final era un sueño convertido en realidad, con Tiger acechando y no separándose en ningún momento en el favoritismo del torneo. Koepka, con sus idas y vueltas –doble bogey y eagle seguidos en 12 y 13– también se apuntaba a la fiesta junto a Dustin Johnson, uno de los nombres por excelencia en el golf mundial.
Moliari cae y el Tigre se corona en Augusta
El hole in one se quedó a escasos centímetros de un notable Jon Rahm, pero acto seguido, Justin Thomas lograba completar el hoyo desde la salida con la pizca de suerte que no tuvo el golfista español. Fue en el 16, el hoyo posterior a un nuevo fallo de Molinari que le apartaba, esta vez de forma definitiva, de la lucha por el Masters. El birdie de Tiger comenzaba a dibujar el final feliz de la historia para el tigre, en su regreso a lo más alto de los majors 11 años después.
Johnson y Schauffele acababan sus recorridos dejando el -12 de referencia final, con la única duda de si Koepka podía bajar un golpe más el récord antes de la llegada de Woods. Falló Brooks el putt que había puesto aún más presión del lado de Tiger, al que le bastaba con un bogey en el último hoyo de Augusta para volver a levantar los brazos. El momento más esperado por todos fue interrumpido por un error del ídolo del público, que calculó a la perfección para colocarse a tiro de embocar con un golpe de margen. No lo logró a la primera pero sí a la segunda. Acto seguido, el júbilo del público. Tiger Woods vuelve a conquistar la chaqueta verde de campeón del Masters de Augusta.