Las terribles consecuencias que tendrá para Djokovic su escándalo en Australia

El mundo del deporte cuenta con un indiscutible protagonista principal en los últimos días por un caso, paradójicamente, ajeno a lo meramente competitivo. Novak Djokovic se encuentra encerrado en un hotel de Melbourne a la espera de ser deportado de Australia después de un escándalo que mezcla una teórica negativa de vacunación, incongruencias políticas y manifestaciones varias a favor y en contra de uno de los mejores tenistas de la historia. Sin embargo, la no participación de Djokovic en el Open de Australia, así como todo el revuelo causado, apunta a generarle terribles consecuencias.

Djokovic, salvo giro dramático de los acontecimientos, deberá abandonar el lunes Australia como deportado y regresar a una de sus residencias. El tenista balcánico no ha podido explicar hasta el momento y de forma lícita el porqué de la exención médica recibida por Tennis Australia para habilitar su participación en el Open y, como consecuencia, no puede circular con libertad por el país oceánico.

No contar con la pauta completa de vacunación tiene consecuencias que Nole «debe pagar», como recordó Rafa Nadal en una comparecencia reciente , y la primera puede ser la pérdida del número uno de la ATP. Djokovic permanece en lo más alto del ranking desde hace 354 semanas, un récord histórico que podría verse finiquitado por su no participación en el Open de Australia, donde perdería los 2.000 puntos del título del año pasado. Ello, sumado a un potencial triunfo de Daniil Medvedev dejaría al ruso en el uno y a Djokovic descendiendo también del cielo tenístico.

La consecuencia deportiva es de gravedad, pero más allá, Djokovic podría recibir un veto de tres años por parte de Australia para la entrada en su territorio, por haber intentado saltarse los protocolos de acceso sin la pauta completa de vacunación. El balcánico no podría entrar al territorio donde se disputa uno de los cuatro Grand Slam de la temporada y confirmaría el cisma con el país oceánico que ya claman desde Serbia, con su familia y distintas autoridades al frente.

Sin ayuda en el circuito

Sin embargo, la imagen de Djokovic, más allá de discrepancias, está quedando en entredicho tanto para la opinión pública como dentro del mundo del tenis, donde Nole no cuenta con el apoyo generalizado de sus colegas de profesión, dejando de lado relaciones personales. Dos auténticos referentes como Rafael Nadal y Daniil Medvedev hablaron del tema y fueron claros.

«Si tiene una exención justa debería jugar, sino, no», aseguró el ruso en rueda de prensa. «Si él quisiera estaría jugando en Australia sin problemas», completó Nadal, en un discurso en el que otros tantos han entrado como clave del asunto. «Lo que puedo decir es que estoy vacunado y estoy aquí», se afirma, como resumen de una situación en la que Djokovic no ha encontrado complicidad entre sus rivales.