Liga Santander: Atlético - Osasuna

Suárez pone a tiro la Liga del sufrimiento

El líder remonta un 0-1 en los 13 minutos finales y depende de sí mismo para ser campeón

Luis Suárez las falló de todos los colores pero acertó en la definitiva en el 88

Suárez pone a tiro la Liga del sufrimiento
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Tomeu Maura
  • Tomeu Maura
  • Redactor jefe de Deportes en OKBaleares, 40 años en la profesión cumplidos en 2023 tras más de media vida en El Mundo

Esto no es sufrir, esto es morir. El Atlético llega líder a la última jornada del Campeonato dependiendo de sí mismo para ser campeón después de una tarde en la que nada de lo que sucedió fue normal. El equipo tuvo que marcharse al descanso con el partido resuelto, luego lo tuvo perdido en el 77 y en sólo 13 minutos obró un milagro en el que no creía ni siquiera el Cholo Simeone gracias al vigésimo gol de Luis Suárez, que en su biografía escribirá que su vigésima diana como rojiblanco se le resistió tanto porque el destino quería obsequiarle con un premio muy especial. Después de toda la temporada tenía que ser él el que marcara, no podía ser otro. Quedan ahora 90 minutos en Valladolid en los que quizás se supere la intriga de hoy en el Metropolitano porque, conociendo a este club, todo es posible. Todo menos lo cotidiano.

Con la lección aprendida de lo que le sucedió a la Real Sociedad, Osasuna evitó arriesgar en la salida del balón y eligió desde el principio el pase largo para superar líneas de presión con mayor facilidad y evitar pérdidas en situaciones comprometidas. No obstante el Atlético salió tan enchufado como en la última jornada y pronto dejó claras sus intenciones. Mario Hermoso fue el primero que armó el gatillo cuando advirtió la posición adelantada de Sergio Herrera, que tuvo que recular para evitar que el disparo del lateral, desde el propio campo atlético, acabara en el fondo de su portería. Mucho más seria fue la primera aparición de Luis Suárez, que a los nueve minutos se vio solo ante el portero, pero éste le adivinó la intención y  rechazó su remate con la mano ante la desesperación del uruguayo, que volvió a buscar el órdago a los 13 minutos en un chut con la izquierda ante el que de nuevo respondió con solvencia Herrera.

Atenazado por una mala racha que parecía no tener fin, a Luis Suárez se le aparecieron todos los fantasmas en el minuto 21 tras un excelente pase de Correa que recibió en solitario en el segundo palo, con el portero ya superado. Lucho detuvo el balón, eligió dirección y metió la pierna con Simeone corriendo ya en busca de Nelson Vivas, pero el poste se interpuso en su camino y frenó en seco la celebración del 1-0.

Muy concentrado en defensa y consciente de por dónde podía hacer daño al rival, el Atlético no paró de insistir. A los 27 minutos Correa advirtió un hueco a la espalda de los centrales y apareció solo ante Herrera, que volvió a ser decisivo. Dos minutos después Luis Suárez se sacó de la nada una nueva ocasión, pero el disparo se le fue muy cruzado. Al paso por el minuto 30, cuando los jugadores se fueron a la banda para hidratarse, el líder había acumulado ocasiones suficientes para que el resto del partido fuera sólo un trámite, pero lo cierto es que el marcador aún no se había alterado.

No hubo cambio de guión en el resto de la primera parte. Saúl cabeceó alto a los 35 minutos y Correa tampoco tuvo suerte a los 37. Mientras, Osasuna se atrevió por primera vez a ver qué aspecto tenía Oblak con un pase de Moncaloya a Brasanac, cuyo disparo rechazó con el pie Savic. Aquello fue una anomalía en 45 minutos hegemónicos para los rojiblancos. A los 43 minutos Saúl lo intentó desde muy lejos y el balón chocó con la parte exterior del poste mientras en la banda Simeone ya no se lo podía creer. Cuando el árbitro detuvo el partido los números eran tan insultantes como desesperantes: 16 disparos a puerta, dos postes, dos paradas decisivas de Herrera y un puñado largo de oportunidades claras. Y ninguna había acabado dentro de la portería navarra. Increíble pero cierto.

Como no podía ser de otro modo fue Luis Suárez el que inauguró la lista de oportunidades atléticas tras el descanso. A los 48 minutos el uruguayo tiró un gran desmarque a pase de Trippier, pero resolvió muy mal en el área. Más fino estuvo Correa a los 56, aunque su prodigiosa media vuelta acabó en la esquina. Fue la primera aparición del argentino en la segunda parte y ahí empezó a volver a crecer el líder, que dos minutos después consiguió vulnerar por fin la imbatibilidad de Osasuna cuando Savic remató un saque de falta, pero para su desgracia en fuera de juego, como confirmó el VAR con más suspense de lo que parecía indicar la repetición. A Carrasco le sucedió algo parecido poco después.

Pronto aparecieron los primeros síntomas de ansiedad, agravados por otra parada de Herrera a remate de Correa a los 62 minutos. Simeone percibió que el equipo había perdido no sólo frescura, sino también seguridad, y echó un vistazo a lo que tenía a su lado. Joao y Lodi. Con cada vez menos tiempo por delante, al Metropolitano llegó la noticia que nadie quería oír, el gol del Real Madrid en San Mamés. Ahora sí que había ya prisa. Mucha prisa.

Tan precipitado estaba el Atlético que acabó perdiendo en un solo minuto todo lo que había acumulado en 36 jornadas de Campeonato. A los 76 minutos Rubén García centró desde la izquierda, Lodi se desentendió por completo de Budimir y el croata cabeceó en el segundo palo para que Oblak no pudiera hacer otra cosa que sacar el remate de dentro de la portería. El VAR confirmó el gol y la tragedia. El liderato dependía ahora de un verdadero milagro.

Lanzado a zafarrancho, el Atlético se tiró a tumba abierta y a los 82 minutos llegó un rayo de esperanza. Joao advirtió el desmarque de Lodi y el brasileño batió por fin a Herrera con un disparo definitivo. que le dejó al equipo un pequeño margen para la remontada. Fue entonces cuando llegó, como no podía ser de otro modo, el gran momento de Luis Suárez. A los 87 minutos Carrasco pisó el área, metió un pase raso al corazón del área y al uruguayo acabó con su mala racha en el mejor instante posible. Un gol que pasará a la historia rojiblanca si el próximo fin de semana el título se confirma en Valladolid.

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