Stephens acaba con el sueño de Muguruza en Roland Garros

La aventura de Garbiñe Muguruza en Roland Garros ha llegado a su final. La tenista española regresó a la irregularidad en el día clave y Sloane Stephens la despidió (6-3, 6-4) en su andadura en el segundo Grand Slam del año con un juego más regular, aunque quizá menos brillante que el de la pupila de Sam Sumyk. Los octavos de final son los que le corresponden por ranking, pero no por juego, a una Garbiñe que tendrá que esperar a los próximos torneos para reencontrarse definitivamente con su tenis.

Roland Garros ya había visto levantar el título a Garbiñe y la tenista española estaba mostrando unas sensaciones inmejorables en la primera semana del Grand Slam parisino. Con un cuadro muy complicado, Muguruza demostró estar por encima de las circunstancias con una victoria brillante frente a Svitolina, pero otra top 10, Sloane Stephens, se cruzaría en su camino hacia los cuartos de final en París.

Stephens es la vigente finalista de Roland Garros, pero Garbiñe hizo buenas las apuestas por su juego y se adelantó nada más comenzar con un break que confirmaba su dulce momento de forma. La tenista nacida en Caracas estaba maniatando a Sloane con sus misiles de derecha y revés, no exentos de precisión, mientras la americana esperaba el momento de comenzar a desplegar su juego… cuando Muguruza lo permitiese.

Por desgracia para los intereses nacionales, el cortocircuito de Garbiñe llegó antes de que la ventaja construida fuera del tamaño suficiente como para acariciar el set. Un par de puntos perdidos por errores y Stephens le había dado la vuelta al luminoso. La tenista de Florida no iba a fallar, y con un parcial de cinco juegos a uno, cerraba la primera manga para completar la mitad del trabajo en el encuentro.

Stephens vuelve a ganar a los puntos

Garbiñe no se resignó a quedar por detrás y a merced de su rival y con un inicio muy positivo de segunda manga, se mantuvo en el partido a pesar el arreón de Stephens. La española levantó la primera bola de break en contra y se mantuvo sólida al servicio, con golpes que hacían esperanzarse con una remontada que la lanzara hacia los cuartos con el favoritismo que debería obligar su despliegue tenístico.

El partido estaba en un pañuelo y la decisión, al igual que ocurrió en la primera manga, volvió a caer del lado de Stephens. En un juego muy desafortunado de Muguruza, la tenista norteamericana aprovechó para romper el servicio de su contrincante y colocarse con servicio para firmar su pase a cuartos. Le costó hasta cinco pelotas de partido, pero un último resto a la red de Muguruza selló la carta de despido de la vencedora de 2016, mientras la finalista de 2018 sigue avanzando hacia los cuartos.