Son complica la vida de Guardiola en la Champions
El Tottenham venció 1-0 al Manchester City al 'Son' de Eriksen en el choque de ida de los cuartos de final de la Champions League. Este resultado obliga a los de Guardiola darle la vuelta a la eliminatoria la próxima semana en el Ettihad
El Tottenham se impuso por 1-0 al Manchester City en el choque de ida de los cuartos de final de la Champions League. El solitario gol de Heung Min Son complica la vida al conjunto que dirige Pep Guardiola, que tendrá que remontar la próxima semana en el Ettihad.
Se estrenaba el estadio del Tottenham en la Champions League. No había mejor escenario que un Spurs contra el Manchester City. Un Harry Kane contra el Kun. Un Mauricio Pochettino frente a Pep Guardiola. Dos colosos de la Premier League que buscaban sacar un billete para las semifinales de la máxima competición continental. Se quedaba fuera de la convocatoria Bernardo Silva, pero por el resto, ambos conjuntos salían con todo.
Comenzaba dominando el cuadro visitante, pero a punto estuvo de dar el susto Dele Alli con una soberbia volea desde la frontal del área. El Tottenham rozó el gol, y más lo haría el City. Carrera endiablada de Sterling con chut que queda repelido a córner por Danny Rose. O mejor dicho, por el brazo del lateral de los londinenses. Nadie lo vio, de hecho se iba a sacar desde la esquina, pero el Gran Hermano del fútbol, oséase el VAR, avisó a Kuipers, que intrépido se marchó a ver la jugada en la pantalla. Como al Súper de GH le tocó tomar una decisión y mandó el balón al punto de cal.
Lloris, el salvador
El Kun asumió la responsabilidad de lanzarlo. El argentino, cara a cara con Hugo Lloris, con el que ya se había enfrentado en el Mundial de Rusia. Aquel día Francia eliminó a la albiceleste y de esta batalla también salió victorioso el galo, que acertó el lado a Agüero y evitó el primer tanto del partido. Hizo lo propio Ederson ante un disparo de Harry Kane con la zaga del City pasmada, esperando que Kuipers pitase una falta previa, sin contar con la ley de la ventaja.
Ambos conjuntos presionaban cada balón del rival, pero eso no importaba. Tottenham y City trataban de sacar el cuero jugado desde atrás, en ocasiones con más riesgos que otras, siendo el equipo de Guardiola el que más se la jugaba triangulándolo dentro de su área. Al descanso llegaron con el 0-0 pese a los intentos de hacer daño de Riyad Mahrez o las jugadas que trataba de fabricar Eriksen para que Harry Kane cazara alguna.
Arrancaba la segunda mitad de una forma fulgurante. Salieron los futbolistas pero dejaron la cautela en los vestuarios. Avisó Sterling con un disparo manso para Lloris. La devolvió Son con un disparo colocado que se marchó lamiendo el palo de Ederson. Blocó el brasileño un intento de Harry Kane. Todo esto sin haberse cumplido el minuto 50 de partido. La desgracia para el Tottenham llegaría en el 55′, pero no en forma de gol, sino de lesión. Un pisotón involuntario de Delph a Kane terminó con el delantero inglés marchándose cojeando a los vestuarios, dejando su puesto a Lucas Moura.
Bailando al ‘Son’ de Eriksen
El encuentro seguía siendo de idas y vueltas. No se diferenciaba mucho de uno que se pudiese ver en la Premier, salvo por el respeto que existe por quedar apeado de la Champions. Transcurrieron los minutos y Pep Guardiola movía el banquillo. Entró Gabriel Jesús sustituyendo al Kun Agüero mientras Kevin de Bruyne continuaba en la banqueta esperando su oportunidad.
Cuando peor estaba el Tottenham, llegó el gol de los Spurs. El primero de la historia de este estadio en la Champions iba a correr por cuenta de Heung Min Son, que repitió el hito de firmar el primer tanto de la historia de la Premier en el nuevo feudo de los Spurs. Pase de genio de Eriksen que controla mal el coreano, pero aún así es capaz de engañar con un amago a Delph y chutar con la zurda para batir a Ederson y desatar la locura entre la afición londinense.
Metió Pochettino más físico en la medular dando entrada a Wanyama en lugar de Harry Winks y terminaría agotando sus cambios retirando a Dele Alli y metiendo a Fernando Llorente. Guardiola también metía las piernas frescas de Sané y De Bruyne por Silva y Mahrez, pero ya era demasiado tarde. No tuvieron ni diez minutos contando con el descuento y, abajo en el marcador y con poco tiempo, no hubo oportunidad de reacción para un City que ya piensa en que tiene que remontar el 1-0 con el que se llegó al pitido final.